Nos mudamos a Dossier Geopolítico

22 de octubre de 2008


Crisis mundial y Movimiento Obrero
Ayer Hoy y Mañana

por Carlos Chino Fernández
Inst-Jauretche / CGT


Un encumbrado dirigente gremial aseguraba por estos días, en medio de una fenomenal crisis económica-financiera mundial, que los únicos actores sociales que valen para encarar un pacto social o una concertación en esta difícil coyuntura nacional, son los empresarios y el movimiento obrero sindicalizado. (sic)

Los alcances de esta afirmación
Esta frase encierra toda una serie de interrogantes tanto para avanzar en el desarrollo de la teoría social como para encarar la resolución de problemas políticos de orden práctico.

Solemos muchas veces confundir en el planteo de un acuerdo, un pacto político con una alianza social de carácter estratégico. En realidad la crisis mundial, si bien se ha desencadenado en el campo financiero y en el sistema de crédito, permite una relectura de las cuestiones del poder tanto en el plano internacional como en el plano local
La explosión de las denominadas burbujas financieras, acelera también la deslegitimación de las relaciones políticas efímeras propias de la era del capital financiero transnacional.
La crisis actual habilita con más fuerza que nunca, a focalizar los diferentes intereses económicos-sociales que se corresponden con cada sector social que forman la sociedad, y así pensarnos como Nación y como continente suramericano independiente.

Redefinir los intereses permanentes de los diferentes sectores de la sociedad, establece las bases para definir los alcances de una alianza básica, y los términos de la concertación o pacto social. Definir con claridad los intereses coincidentes, facilitará la diferenciación de los intereses que se nos oponen cuando se trata de reformular un proyecto nacional.

El poder a través del discurso tiende a separar permanentemente el ámbito de la economía del ámbito de la política. Esta disociación es la base del poder mismo y de la dominación que se ejerce sobre los sectores subalternos.
Por tal motivo la crisis financiera debe analizarse desde una perspectiva de poder. En este sentido la crisis es desde lo positivo(es decir, no si es bueno o malo, sino desde lo que produce), el fin de una etapa que marca el inicio de un re-acomodamiento del sistema capitalista en su conjunto.

El desarrollo del capitalismo en esta nueva etapa exige una nueva centralización de los capitales. Esta suerte de saneamiento de las finanzas trae consigo la intervención de los Estados Nacionales[1].
También esta etapa histórica contiene, el regreso a un primer plano de los criterios geopolíticos por sobre los ideológicos a la hora de analizar las relaciones políticas internacionales. El control de los Recursos Naturales en la geopolítica es central y el regreso por tanto a la visualización de los intereses permanentes, no coyunturales ni electorales.

Este momento histórico es una transición en el lento proceso de pérdida de influencia relativa de los EEUU en su control planetario. Otros centros de poder se van configurando, cuyo vértice esencial lo van estableciendo China y Rusia. El eje dólar-petróleo, pierde terreno al paso acelerado de nuevos factores de poder

El desfase estructural que hace a la relación entre la producción y el consumo en el sistema capitalista, ha llegado a tal nivel de conflicto y de tensión que se hace necesario la intervención de los Estados Nacionales, únicos capaces de efectivizar semejante tarea para depurar en parte la virtualidad y toxicidad económica, como también garantizar la limpieza de actores sociales de ocasión.

Cuando lo producido no se consume para dar lugar a un nuevo ciclo virtuoso, existe el sistema de crédito que facilita la movilidad de los factores de producción para atenuar los inconvenientes en el tiempo que va de la creación de un bien o servicio hasta su consumo. Lo que ocurre que en estos últimos años, junto a este proceso orgánico del capitalismo, se sumó un conjunto de instrumentos financieros especulativos, que bajo la forma de acciones, papeles, bonos, etc; generaron una riqueza virtual sin base real de sustentación.

Esto es en parte el causante de la crisis: El dinero y los activos financieros en circulación no se corresponden con la riqueza material existente:
“Entre 1950 y 1980 cada dólar suplementario de crecimiento del PBI de los países de la OCDE, había sido acompañado por la creación de 1,5 d. de crédito, efecto palanca que alcanza 3d. en1980 y 4,5 d. en 2007 gracias a los mercados de la titulación. Esos títulos adosados a los activos han representado 70% de los 4,5 billones de dólares de incremento de los mercados de la deuda entre 2000 y 2007”.[2]

Volviendo a la afirmación inicial:
Si de Peronismo histórico se trata y de actores sociales permanentes:
¿Puede reducirse la concertación a un acuerdo entre empresarios y movimiento obrero sindicalizado?
El Peronismo en sus orígenes se estructuró con la expansión de la clase obrera organizada, con el Ejército que supo ensamblar por entonces el desarrollo con la defensa de la Nación, con el cristianismo popular de base y con la Banca Nacional: ¿Qué lugar ocuparían hoy esos sectores?

La sociedad en los últimos 30 ños se ha encapsulado en una serie de castas con vínculos cada vez más lábiles entre unas y otras.
El proceso de exclusión estructural de población se ha consolidado y a pesar de un mejoramiento de las condiciones generales en el trabajo de muchos argentinos, la situación de vida en términos de vivienda, salud comunitaria y acceso a servicios de transporte digno, presentan serias deficiencias.

Ahora el trabajo formal no alcanza como en otras épocas para articular a la población argentina en una comunidad organizada

Un sector importante de nuestra comunidad se ha retirado del trabajo formal, permaneciendo en sus lugares de residencia, en actividades sub-valoradas e inestables, cuya precariedad les impide realizarse en otros planos de la vida. De la misma manera han cambiado las instituciones en que los hombres y mujeres socializaban su vida por fuera de las horas de trabajo

Los sindicatos y la vida comunitaria
De la misma manera que es necesario revincular en la reflexión el ámbito de la economía con el ámbito de la política. Es necesario replantearse la función histórica de los sindicatos en el marco de las transformaciones políticas de la época. Esto nos lleva a mirar a la población trabajadora en su conjunto, como unidad orgánica al margen de la condición laboral que presenta cada grupo que la constituye.

Lo que nos lleva a pensar en nuevos vínculos entre la población trabajadora en activo y su reserva estratégica, (desocupados y sub-ocupados) entre el ámbito de trabajo y el ámbito de vida comunitaria. Y por otra parte entre la clase trabajadora ocupada y los profesionales y técnicos que a pesar de la capacitación son parte integrante de la alianza productiva.

Estos dos planos de la realidad: condición laboral y situación de vida deberán integrarse

La CGT y la función territorial:
Sin entrar en el tema de la libertad sindical, ni de la propuesta de algunos sectores de modificar el modelo sindical que supone un debilitamiento del movimiento obrero, la idea en estas notas es sostener que el movimiento obrero argentino, -sin confundirse con las políticas del Estado-, está en condiciones de encarar en esta hora una profundización del trabajo político-gremial en su manifestación territorial/barrial. Es ahí donde se replegó gran parte de la vida de las familias de los trabajadores, siendo masa de maniobra de intereses pequeños o contrarios al sentir nacional

De esta manera los intereses permanentes se posarán sobre los interese espurios o sectoriales de innumerables ONGs, o pseudos sectas religiosas, que trabajan sobre la fragmentación y la desesperanza sociales
Cuando el trabajo no enlaza a la comunidad como lo era en otras épocas, aparecen los sustitutos de toda índole, que desvirtúan la naturaleza de las políticas públicas del Estado
En resumen: No alcanza para una verdadera concertación social los empresarios y el movimiento obrero sindicalizado. La Argentina es otra a la de los orígenes del Peronismo y muy diferente a la de mediados de los años ´70

Es aquí y ahora en donde la juventud sindical puede iniciar un trabajo de mediación entre las organizaciones sindicales de referencia y las organizaciones de base barriales, que han surgido en los últimos años. Algo de esto ya se está realizando


Octubre de 2008
[1] Ver: EEUU, UE, Japón, etc en el proceso de intervención de los BANCOS Centrales en el rescate de Bancos, Aseguradoras, así como en la inyección de dinero fresco en los mercados
[2] Ambito Financiero: 18/09/2008

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