Nos mudamos a Dossier Geopolítico

26 de marzo de 2009

La paja en ojo ajeno....


Artículo realizado por nuestro colaborador del CeeS Córdoba, en Madrid España


Buenos Aires, paraíso del fraude fiscal

El lunes 23 de marzo, el diario español EL PAIS publicó -con este título sensacionalista y a página entera- un artículo demoledor para la imagen de la capital Argentina. Su autora -Soledad Gallego García- disparó con munición gruesa contra esta ciudad por el funcionamiento de un gigantesco mercadillo ambulante (“La Salada”) que se instala dos veces por semana a las afueras de Buenos Aires.-

Así presentada la crónica, cualquier lector hubiese imaginado que la tenaz reportera había dado, por fin, con la madre de todas las causas que han originado la quiebra financiera del capitalismo. Otros, más mundanos, esperaban leer una crónica morbosa de violencia, drogas, prostitución y más pestes, todo bajo la batuta de matones con pistolas y grandes fajos de billetes falsos.-

Sin embargo, la historieta trataba de vendedores ambulantes, con más o menos recursos económicos que realizan sus trapicheos al margen de las obligaciones fiscales y en un recinto con escasas garantías para los bolsillos de los consumidores.-

La nota comenzaba con la mención de media docena de faltas administrativas (entre leves y graves), continuaba con la denuncia de algún que otro delito contra la hacienda pública que cometen los vendedores ambulantes, y se desinflaba relatando las penurias de un funcionario público que al querer poner orden en el caos de “La Salada” terminaba retratado como una caricatura patética de la burocracia incompetente.-

Al final, lo único valiente de este reportaje fue su título: “Buenos Aires, paraíso del fraude fiscal” porque con semejante sentencia, la periodista y el matutino colocaron, y se colocaron a ellos mismos, el listón muy alto a la hora de juzgar otros casos de fraude fiscal que se pueden estar cometiendo en otros sitios, inclusive muy cercanos a sus propias narices y hasta dentro de las mismísimas frontera de la Unión Europea. Siempre tan formalmente transparente, seria y legal.-

A escasos 30 kilómetros de la redacción del diario El País en Madrid, circulando por la Autovía de Toledo y justo en el cruce con la M-50, existe desde hace 20 años otro mercadillo como “La Salada” pero con algunas diferencias. No es un mercadillo más, es un gigantesco polígono industrial de millones de metros cuadrados, y con miles de naves industriales repletas de millones de euros en mercancías de contrabando.

Otra diferencia entre ambos casos es que la espectacular foto de Buenos Aires, sacada desde un tercer piso, muestra los tenderetes de 3 metros cuadrados, Su hermano madrileño necesita de un satélite para poder abarcarlo. (Google Earth, coordenadas 40º 16´ N, 3º 45´ O) y así contemplar el panorama de la mayor vergüenza fiscal de Occidente.

En España todo el mundo conoce este escándalo. Todos menos el gobierno, los inspectores fiscales, la policía y el resto de los responsables públicos. Por su parte, los medios de comunicación miran para otro lado o viajan a Argentina para investigar, juzgar y condenar un mercadillo ambulante. Solo parecen descubrirlo cuando las grandes marcas de la moda descubren una falsificación. Entonces montan el espectáculo mediático y lo presentan como un caso extraordinario. Luego otra vez el silencio.-

Si “La Salada” defrauda -como dice El País- 6 millones de euros a la semana, aquí el fraude supera largamente los 100 millones de euros diarios. Para confirmarlo, solo habría que indagar en la “transparente” actividad de las agencias bancarias de la zona para conocer los montos y las cantidades de transferencia digitales que se realizan a cada momento hacia los mercados de oriente. -

Las facturas legales de ventas no existen, Y tal premisa funciona como una ley mafiosa no escrita que deben respetar todos los comerciantes españoles. Nadie (¡absolutamente nadie!) paga el IVA. Para que este monstruo funcione hay más de 1.500 extranjeros chinos ilegales contratados en negro, sin horarios y por poco más de un plato de comida al día, De esta forma se venden millones de productos sin licencia ni garantías. Las 2.400 enormes naves industriales no tienen autorización municipal, ni sistema antiincendio, ni salidas de emergencias. No hay libros de reclamaciones, prácticamente ningún vendedor habla español, pasan un millón y medio de personas a la semana en medio de un tráfico caótico, se conduce a mano y a contramano, se estaciona en doble y triple fila, las basuras y las ratas se pelean por las escasas y arruinadas aceras, circulan enormes camiones con también enormes contendores de mercancías que no han sido revisados por aduanas, no hay facturas de compra, nadie paga los aranceles de importación, el fraude fiscal es monumental, el perjuicio a las arcas del estado es infinito y los daños al comercio minorista han sido fatales e irreversibles.

Este polígono y otros similares de Barcelona, Sevilla, Málaga, Bilbao, etc., son los únicos centros mayoristas que quedan en el país, son controlados por las mismas mafias y son los que abastecen el 75% del mercado. Centenares de agencias de transporte distribuyen por todo el país, de día y de noche, esta mercancía fantasma. Todo sin facturas legales, sin seguridades higiénicas, sin ningún control. Las decenas de miles de ferias y mercadillos ambulantes semanales que se realizan en todo el país con el auspicio y la ayuda de los ayuntamientos municipales se abastecen desde estos sitios ahogando cada vez más al propio comercio local ante la desigual competencia que generan.-

Las consecuencias las recibe y las paga el consumidor. No queda en todo el mercado, ningún rubro del que tenga una mínima garantía de durabilidad. Los productos no pagan impuestos y la competencia es atroz, los precios son bajos. Un paraguas fabricado en China cuesta 1.00€, incluido fabricación, embalaje, transporte, impuestos y el margen comercial. La única posible garantía de durabilidad de ese paraguas es que su propietario lo pierda dentro de las primeras 12 horas.-

En tiempos de crisis, cuando las familias españolas se debaten en una angustia sin precedentes, este famoso medio de comunicación y sus periodistas han viajado a las Américas para denunciar a una ciudad de corrupta y a un pueblo de inescrupuloso. Mientras aquí, su propia gente sufre la sangría de una mafia enraizada, la corrupta ineficiencia de sus autoridades y la deleznable complicidad de sus informadores.-

El diario El País y Soledad Gallego Díaz han llamado a Buenos Aires “El Paraíso del Fraude Fiscal”. Ahora deberían poner nombre a este infierno madrileño.-



Eduardo Bonugli
Madrid, 26 de Marzo de 2009

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