Nos mudamos a Dossier Geopolítico

28 de diciembre de 2009

El Crimen Organizado Mundial





La narcoguerra de EEUU, o el Contacto en Curazao





James Edward Hogan, el vicecónsul de EEUU en Curazao, salió de su casa en la noche del 24 de septiembre de 2009, para realizar su moción habitual. De este paseo el diplomático no regresó. La esposa de Hogan, acostumbrada a sus frecuentes ausencias relacionadas con el servicio, levantó la alera con retraso. Las búsquedas del vicecónsul comenzaron sin el ajetreo, usual en tales casos: primero fueron conectados los funcionarios del consulado y de los servicios especiales norteamericanos, que trabajan en Curazao bajo diferentes coberturas. Después del minucioso estudio del itinerario del paseo de Hogan, fueron encontrados sus jeans con manchas de sangre. Se tuvo que incluir a las búsquedas a la policía local.





Pronto todo el mundo se enteró de lo ocurrido. Los medios de comunicación masiva locales proponían varias versiones: debido a los conflictos familiares Hogan se fugó a su amante; por los problemas financieros el norteamericano imitó su muerte, para que la esposa recibiera el seguro; Hogan mantenía relaciones estrechas con la narcomafia, cometió una falta, y lo asesinaron. Poco a poco la versión de las riñas entre los narcotraficantes comenzó adquiriendo más y más peso. Los periodistas recordaron, que en el pasado Hogan tenía algo que ver con la actividad de la Dirección de la lucha contra el narcotráfico (Drug Enforcement Administration – DEA) en EEUU, después se graduó de los cursillos para el trabajo en el exterior y se fue en la comisión de servicio al continente africano como "un representante comercial". O sea, que estaba relacionado realmente con el narcotráfico. Pero por la línea del servicio, como un agente operativo. Si fue asesinado, entonces ¿por quién y por qué?





Los periodistas más perspicaces recordaron sobre una operación importante, que en abril realizaron en Curazao los funcionarios de la DEA. Fue destruido el narcocartel, que estaba realizando suministros de cocaína desde Colombia a Estados Unidos, el Oriente Medio y Europa – Holanda, Bélgica y Dinamarca. La operación fue realizada por los funcionarios de la DEA en Colombia, Curazao y Aruba, otra isla antillana. En calidad del contingente policial suplementario fueron incluidos colegas de los estados mencionados. Dentro de los 17 arrestados hubo colombianos, surinameses, habitantes innatos de Curazao y Aruba, así como venezolanos y cubanos. De acuerdo con la práctica de los últimos años, la DEA no precisa en su comunicado, precisamente qué "venezolanos y cubanos", para crear un pretexto informativo a una ruidosa campaña sobre la "participación" directa de La Habana y Caracas en el narcotráfico internacional.





Detrás de las rejas cayeron además 4 libaneses, lo que fue usado para el desenrollo propagandístico de la versión sobre los terroristas de Hezbollah, quienes reciben las drogas a través de "intermediarios venezolanos". Durante los diez años de indagaciones insistentes a los agentes operativos de la DEA no les resultó "atar" la República Bolivariana de Venezuela con la actividad de narcotráfico de Hezbollah, pero se puede suponer, que la preparación del guión en el género fantasy se está avanzando a plena marcha. Episodios aislados ya se están probando en los medios de comunicación masiva. Por ejemplo, el siguiente: la cocaína se suministra a Curazao en lanchas de alta velocidad "desde la costa de Venezuela". Lanchas semejantes, pero con la inscripción colombiana, habían sido detectadas en numerosas ocasiones en las rutas entre el continente sudamericano y las islas caribeñas, además que la DEA da la luz verde a todas las "navegaciones controladas" y corta decididamente a los "rivales privados", que surgen constantemente en el negocio transnacional tan ventajoso para EEUU (y para las subdivisiones operativas de la DEA). Los servicios especiales norteamericanos se sienten como en su propia casa en las islas Curazao, Aruba y Bonaire. El chantaje, provocaciones, el juego sin reglas se hicieron una norma en su trabajo. El guión de Hollywood con un policía malo, quien pone ocultamente drogas al bolsillo de un hombre inocente, es en gran medida un símbolo de la práctica cotidiana de la DEA. No es casual, que más y más países en América Latina recurren a la extradición de agentes de esta organización o al total cese de la colaboración con ésta.





Allí mismo, en Curazao y Aruba, a un centenar de kilómetros de las costas de Venezuela, se asentaron los llamados "puntos operacionales de la avanzada" (Forward Operationg Locations – FOLs) de las Fuerzas Armadas del Comando Sur de EEUU (SOUTHCOM). Están dotados con los medios más modernos del seguimiento del espacio aéreo y marítimo, del equipo electrónico avanzado, que permite controlar las comunicaciones de cualquier tipo. Sin exagerar se puede decir, que los isleños se encuentran bajo la "custodia" segura, y las organizaciones criminales "independientes" no tienen chance a la sobrevivencia. Los puertos marítimos, aeródromos, el sistema bancario, el comercio de inmuebles, el aparato administrativo, las representaciones diplomáticas extranjeras, todo está controlado, por doquier hay "gente suya". Por eso cualquier rival en el campo del narcotráfico está condenado, si la DEA en Curazao y Aruba no planea juegos operativos de largo alcance. A juzgar por todo, "el desenmascaramiento" de abril del narcocartel en Curazao se había planeado en la dirección operativa de la DEA como una provocación de gran escala en contra de Venezuela. Sin embargo la operación comenzó a desintegrarse. No se logró detectar a emisarios del narcotráfico de Chávez y de los terroristas de Hezbollah. Se tuvo que inventar urgentemente a terroristas virtuales según el esquema siguiente: Hezbollah está actuando activamente en el Líbano, a Curazao arribaron unos libaneses, y suponiendo, que todos los ciudadanos del Líbano son miembros de Hezbollah, entonces estos libaneses también son terroristas y narcotraficantes.





Alguien puede decir: es demasiado primitivo para la DEA, la CIA y otros servicios especiales norteamericanos, y ¡no puede ser! ¡Es un invento evidente! Pero qué se le puede hacer, si la rivalidad dentro de las entidades es alta, y las subdivisiones operativas tienen que entregar los resultados, que justifiquen el multimillonario presupuesto conjunto de estos servicios. Por eso se usa cualquier "información fidedigna". El principal laboratorio de la cocaína y la heroína y la fábrica de América Latina es Colombia, aunque la DEA trata de presentar también a Ecuador y Venezuela como los centros líderes del narcotráfico. Es precisamente desde Colombia de donde se dirige a los consumidores en todos los rincones del mundo por las rutas cuidadosamente elaboradas, el producto, los “narco-ladrillitos”, escrupulosamente empaquetados en plástico. Sin patrocinadores financieros, una elaboración minuciosa de las rutas, la creación de las bases de tránsito, el uso de medios de transporte de gran velocidad, la coparticipación de los funcionarios de la aduana y la policía, el transporte de partidas considerables de drogas es imposible. Sólo la DEA, enmascarándose y mimetizando, posee la logística y el potencial analítico, necesarios para eso.





“El video-cuadro” con centenares y miles de bolsas con cocaína, detectadas y confiscadas, aparece sistemáticamente en las pantallas venezolanas de televisión. Después de la expulsión de la DEA del país, los servicios especiales de Venezuela elevaron considerablemente la eficacia de la lucha contra el narcotráfico. Prácticamente, en el país se está realizando el desmontaje de las estructuras del narcotráfico, que se estaban creando durante muchos años por la DEA para la autofinanciación y las operaciones especiales para comprometer “el régimen”, la tesis de las cuales es tradicionalmente primitiva: “Chávez estimula el narcotráfico”. Precisamente en este sentido se presentaban los esfuerzos de Venezuela de oponerse al golpe en Honduras, y del retorno al país del legítimamente elegido presidente Manuel Zelaya. “Chávez trata de poner Honduras bajo el control, porque precisamente en este país en los aeródromos secretos realizan su recargue aviones de Venezuela, en los que se suministran drogas a México y EEUU”,- tales afirmaciones categóricas comenzaron a aparecer en los sitios y los blogs pronorteamericanos. Como se dice, ¡echar la culpa a una persona errada!





Antes de Zelaya el sillón presidencial en Honduras ocupaban exclusivamente los protegidos de EEUU. Coadyuvaban gustosamente a las operaciones de la DEA, por ellas recibían abundantes remuneraciones. Todos los planes del supercartel norteamericano, que convirtió a Honduras en su base de apoyo en América Central, fueron rotos con la aparición del “excesivamente independiente” Zelaya y su paso al campo de “los populistas”. Es suficiente analizar la “narcocrónica” de Honduras, para darse cuenta de la envergadura, con qué la DEA está llevando a cabo sus “operaciones comerciales”. Semanalmente se informa de los aviones con cargas de drogas, que sufrieron catástrofe, realizaron el aterrizaje forzoso o fueron interceptados por los pilotos de Honduras. Lo mismo ocurre en el mar. Lanchas de gran velocidad, inscritas en los puertos hondureños, realizan el suministro de cocaína y heroína a México y a la costa oriental de EEUU. Sólo una parte insignificante de ellas (claro, que no tienen que ver con la DEA) son detenidas con las manos en la masa.





El aporte de la DEA a la preparación del golpe en Honduras fue decisivo, ya que prácticamente todos los jefes militares en el país estaban cobrando “subsidios” mensuales de esta organización. Zelaya se proponía realizar una depuración dentro de los generales y coroneles corrompidos, y esta perspectiva no les convenía a los “patrocinadores” de la DEA. “La elección” de Porfirio Lobo como el presidente títere de Honduras (el 29 de noviembre) coincidió en el tiempo con el asesinato del jefe del departamento de lucha contra las drogas, el general Julián Arístides González. Durante cinco años estaba encabezando la dirección, se proponía ir al retiro y trasladarse para vivir permanentemente en Canadá. Dos “pistoleros” en una moto alcanzaron el automóvil “Nissan Patrol” del general en una de las calles animadas de Tegucigalpa y abrieron fuego. Según una de las versiones, “el honesto general antidrogas” González se proponía escribir un libro sobre la historia de sus relaciones con la DEA, por lo que tuvo que pagar. Pudo haber contado mucho sobre “los buenos” y “los malos” narcocarteles, que funcionan en Honduras, pero no le permitieron hacerlo. Estoy seguro, que la corona floral más grande a la tumba del general fue depuesta a nombre de la DEA.





El liderazgo colombiano en la producción y la exportación de las drogas nunca ha provocado dudas. El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró recientemente, que Estados Unidos coadyuvó premeditadamente a los procesos negativos en Colombia, al conflicto armado interno, al crecimiento del paramilitarismo y a la expansión de las narcoorganizaciones, para justificar la ampliación consiguiente de su presencia militar en este país y para crear un potente campo de operaciones para “neutralizar” los gobiernos populistas en la región.





Con la participación de la DEA los procesos destructivos toman fuerza en México. La narcoguerra en este país se está llevando a cabo sin armisticios, todos los días en los medios de comunicación masiva se publican boletines sobre el número de los muertos, que superan las pérdidas de las tropas de ocupación de EEUU en Irak y Afganistán. En 2009 no menos de 9 mil personas se hicieron víctimas del narcocrimen, dentro de ellos figuran muchos agentes policiales y militares. Una peculiaridad característica de la confrontación mexicana es la crueldad y la brutalidad. Los cuerpos desfigurados y cabezas cortadas en bolsas de plástico es la cotidianidad. Los narcocarteles no sólo tratan de reafirmar su control en distintas regiones de México, sino también han reforzado la lucha por las zonas de influencia en el territorio de la vecina Guatemala. Allí también están tronando disparos, se derrama sangre, se echan a las zanjas los cuerpos de los asesinados.





Uno de los agentes más famosos de la DEA, Mikle Levin, dejó el servicio en la organización en el año 1989. Después de los 25 años del servicio impecable salió al retiro decepcionado, perdió la fe en los altos ideales patrióticos. Escribió el libro “Bajo el cumbrimiento profundo”, en el que contó la historia, cómo ha logrado recuperar la vista. Sus conclusiones suenan de una manera trágica: “La guerra contra las drogas es una estafa, un cínico pretexto para llevar a cabo operaciones subversivas en el extranjero”. Más de una vez Levin participó en las operaciones, cuya realización pudo llevar al arresto de los cabecillas del negocio de drogas. Y cuál ha sido su decepción, cuando sus propios jefes suspendían la acción: “¡No tocar a esta gente!” Cuando Levin trató de contar la verdad sobre el trasfondo de “las operaciones antidrogas”, comenzó a recibir amenazas de los superiores peldaños jerárquicos de la DEA: “¡Si no te callas, te obligaremos a hacerlo!”





La situación actual en la DEA lleva el carácter aún más dramático, que en los años 80. Estados Unidos está viviendo la crisis financiera más grave en toda su historia, y por eso las narcooperaciones hace tiempo dejaron de ser acciones puramente operativas y han adquirido el carácter estratégico. El monto anual total de las ganancias por la venta de las drogas oscila de setecientos mil millones hasta un billón de dólares. Es comparable con las ganancias anuales de todas las compañías petroleras por la extracción y la comercialización de los hidrocarburos.





…Es difícil, que algún día James Edward Hogan, el desaparecido vicecónsul en Curazao, se encuentre vivo. En el fondo marítimo, cerca del supuesto lugar del asesinato de Hogan, los submarinistas policiales encontraron su teléfono celular, al que llamó inesperadamente aquella noche trágica uno de sus “contactos operativos”. Se puede suponer, que del norteamericano se vengaron los miembros del narcocartel, quienes se quedaron en la libertad. En la isla esto ocurría en varias ocasiones. La investigación de las circunstancias de la desaparición del vicecónsul continúa. Del caso se están ocupando agentes del FBI, la CIA y la DEA en Curazao y en otros países de la región. Pero no es más que una rutina. A pesar de algunas pérdidas dentro del personal de la DEA, la lucha por el dominio en los narcomercados será continuada.





Por Nil NIKÁNDROV



Fondo de la Cultura Estratégica Rusia



Fuente: http://es.fondsk.ru/article.php?id=2672

26 de diciembre de 2009

La distancia entre el discurso y la acción






Alberto Buela (*)





En 1905 Lenín escribió: “No interesa lo que un partido piense, desee o proclame sino cómo pueden pasar las cosas por efecto de la actuación de ese partido”[1] planteando así en forma clara y distinta la distancia entre el discurso político y la acción política.





La política, que es toda ella un arte de ejecución, entre las tantas definiciones que va a dar Perón, obliga a sus actores, si pretenden cierta eficacia, a manejarse a partir de los efectos que producen las decisiones políticas. Juzgar a un político o a un partido político por lo que dice o proclama y no por aquello que realiza es el grave error del pensamiento ilustrado en política. Por el contrario el realismo político que asume con escepticismo los proyectos teóricos sospechosos de idealismo como los de la paz perpetua, el gobierno mundial y la democracia universal, tiene su punto de partida en los hechos producidos y en los sucesos acaecidos por la acción de tal o cual partido político o gobierno.



La propaganda política se encarga, como toda propaganda de poner el ser a la venta, en este caso las virtudes de los gobiernos o de la oposición. Está construida a partir del discurso interesado, pues son intereses los que intenta defender. Y es consumida a diario por los miles de millones de hombres que como público consumidor aceptan como su opinión, la opinión publicada.





Hoy los gobiernos, observa acertadamente Massimo Cacciari, no resuelven los conflictos sino, en el mejor de los casos, los administran y eso se hace no con acciones sino con palabras. Con discursos, muchos de los cuales farragosos, que buscan lograr el consentimiento sobre aquello que no se hace pero que por una especie interna de “fuerza de las cosas” se espera, que finalmente se resuelva. Cuando en realidad, resolver un conflicto, para bien o para mal, es decidir por una, entre varias alternativas de acción.





Bien se dice que nosotros hemos pasado de la época de las certezas a la de la incertidumbre y ello se manifiesta también en el plano político donde los principios ideológicos han sido dejados de lado por los agentes políticos en función de sus intereses personales y los pactos circunstanciales de los partidos. Así los ministros, secretarios y funcionarios del Estado buscan permanecer en el cargo todo lo que puedan y a pesar de todo y los frentes partidarios duran lo que la luz de una elección circunstancial y momentánea.





Si bien en nuestro tiempo la imagen televisiva reemplazó al concepto expresado en palabras que nos brindaban la radio y los diarios, el discurso político sigue siendo, antes que nada, un discurso verbal-gestual y no simplemente figurativo.





Y es este carácter específico (verbal-gestual) el que impide que un agente político o social pueda dirigirse en plenitud, mostrando toda su potencia y capacidad, en un acto público de masas en una nación distinta de la suya. Casi no existen ejemplos en que un dirigente político haya pasado la prueba de hablar en otro país a una multitud y lograr concitar su atención. Menos aún si no es en su lengua maternal. Ni Charles de Gaulle con toda su oratoria y experiencia política pudo superar esta capitis diminucio propia del discurso político.





Hoy intentan los costosos publicistas hacer hablar a los agentes políticos a través de las imágenes pero ello no es más que un remedo, una mala copia, de aquello que tendrían que hacer los genuinos políticos: explicar, proponer, proyectar y finalmente realizar. Y así poder afirmar que la política es el arte de hacer posible lo necesario para la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación.



La distinción que hemos señalado entre discurso y acción siempre útil al análisis político nos lleva a preguntarnos, en un segundo momento, por la vinculación o no entre ambos. Es éste el momento del juicio político, cuando valoramos la acción del agente político si encontramos una identidad entre discurso y acción, o bien, desvaloramos si ocurre lo contrario.



Si bien la distinción política fundamental es entre amigo-enemigo y no la de bueno y malo como ocurre en la ética, el hombre no puede desdoblarse y cuando emite un juicio político lleva siempre una carga moral.



Y si bien hoy no se le pide bondad al agente político, se le pide honestidad o al menos un mínimo de coherencia.



El progresismo se ha caracterizado, como un nuevo nominalismo, por verbalizar la realidad política que como consecuencia lo lleva a asumir la vanguardia como método. El discursear en forma reiterada, permanente y compulsiva lo obliga a pararse como todo vanguardista siempre en el futuro, lo que le hace perder de vista la realidad del presente. Existe un viejo dicho: El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios, que nos recuerda la obligación de una mínima coherencia entre lo que decimos y realizamos.





Pongamos un ejemplo: Hoy el progresismo nos habla del imperialismo desterritorializado, de un imperialismo que no podemos ubicar en ningún lugar, de los grupos económicos concentrados pero sin localizarlos. Mientras tanto el imperialismo real y efectivo, aquel que es producto de la expansión económica de los países centrales que busca multiplicar sus ganancias aprovechando las ventajas y debilidades que ofrecen los países periféricos como los nuestros de Suramérica, hace los mejores negocios de toda su historia en finanzas, energía, petróleo, minería, pesca, ganadería y agricultura. El Estado como gerente del bien común, como gustaba decir Arturo Sampay, desaparece con el progresismo en esos campos o dominios de la actividad económica porque renuncia a su capacidad de poner coto, freno a las actividades imperialistas.





La generación del 40, aquellos pensadores nacionales que denunciaron con pelos y señales los entuertos de la década infame lo vio claro. José Luís Torres, nos habló siempre de combatir no al imperialismo de los marxistas leninistas como etapa superior del capitalismo en función de la revolución internacional proletaria, sino de combatir al imperialismo situado en el país, aquel, en su época, de los Bemberg, los Bunge y Born, los Dreyfus, y que hoy fueron reemplazados por los Mindlin, los Elsztain, los Rocca, los Eskenazi, los Grobocopatel, los Werthein y tantos otros.





Así mientras que el progresismo nos habla y denuncia a los grupos concentrados de la economía, mientras estos grupos en la práctica actúan con total impunidad y desparpajo sobre la economía argentina, el realismo político, el peronismo lo es, por aquello de con bosta se hacen paredes, tiene como exigencia denunciar, desmenuzar y combatir a estos grupos concentrados, punta de lanza del imperialismo en Nuestra América.





(*) arkegueta, aprendiz constante, mejor que filósofo









[1] Lenín: Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, Obras Esc. Ed. Prob, Madrid, T2, p.51

22 de diciembre de 2009

La Crisis Climática II


El Bella Center se parece a una ciudad y en realidad lo es, aunque sea tan solo un inmenso centro de Convenciones, en Copenhague, Dinamarca. Como en una gigantesca colmena y en razón de los crecientes Cambios Climáticos, más de treinta mil almas trajinan sus salones, sus salas de reuniones, sus bares y comedores. En la entrada del Bella Center, un ejército de hombres y mujeres de Seguridad, reciben a la muchedumbre que arriba en las primeras horas de la mañana, y la guían por diversos andariveles, la organizan, la encolumnan y luego la hacen pasar a través de decenas de máquinas detectoras. Despojados de sus abrigos y relojes, de sus computadoras, teléfonos y maletines, son investigados concienzudamente por la máquina de rayos y luego por los propios guardias que, provistos de mini detectores manuales, los revisan por si algo incierto, pero contrario a las reglas de la gran colmena, hubiese podido atravesar los controles de los arcos de seguridad. De pasarse este último examen, puede entonces alcanzarse la verdadera puerta del Bella Center, puerta interior, en que otros guardias, provistos de unas pistolas que leen nuestros códigos de barra en las credenciales plásticas que nos han colgado del cuello como caravanas al ganado, y luego de contrastar nuestro propio rostro con el que les aparece en las pantallas de sus computadoras, nos franquean la entrada y somos admitidos al paraíso de la convención del clima. Hemos atravesado el umbral en que custodia las puertas cancerbero y estamos dentro. Ahora sí estamos en la gran Cumbre Climática respecto a la cuál se han puesto tantas pero tantas expectativas. ¿Es posible, nos preguntamos, que el destino del mundo dependa de lo que en un lugar tan poco humano se decida? El lugar parece en verdad diseñado por Ruy Bradbury, en alguna de sus famosas novelas de ciencia ficción. Miles de computadoras portátiles asisten por doquier a la muchedumbre trajeada que se supone representa a los muchos países que integran las Naciones Unidas.



Sin embargo, la impresión que causa la muchedumbre atareada, los millares de empleados que fotocopian expedientes y los círculos de hombres maduros que discuten e intercambian documentos, es la de una gigantesca reunión de negocios internacionales. Solamente la delegación brasileña, aporta a la colmena unos setecientos funcionarios y lobistas de empresas. Las oficinas de Brasil son enormes y están colmadas de hombres de empresas, mientras en las paredes, los logos de las Corporaciones configuran decoraciones obscenas que, expresarían el proyecto asociativo de Lula, con los Agronegocios, en la nueva etapa de Globalización. Observando a través de las pareces vidriadas las reuniones de lobistas con funcionarios, no puede dejar de alegrarme que nuestra Argentina carezca de oficina, aunque ello sea solamente tal como me informan en la Embajada, por razones presupuestarias. No me habría sido agradable ver reunidos en las oficinas de la delegación argentina a los Trucco, los Grobocopatel y los Elzstain, no me habría sido agradable ver nuestras oficinas en la Cumbre Climática, repletas de forestadores de eucaliptos, empresarios de pooles sojeros y ejecutivos de las empresas mineras, que habrían expresado nuestra propia versión pseudo progresista, del proyecto de país neocolonial asociado a las empresas globales.




Esta es predominantemente, una convención de CEOS corporativos, ejecutivos del Agronegocio y funcionarios de grandes ONG y de Fundaciones, incentivadas cuando no directamente pagadas por el Banco Mundial, que en esta etapa aspira a convertirse en el gran banco del Cambio Climático, y por las empresas de los nuevos econegocios y maquillajes verdes. Han resuelto que la terrible crisis planetaria a que ha conducido el proceso industrial, puede ser una oportunidad para ganar más dinero, una oportunidad para llevar adelante negocios verdes, y van resueltamente hacia delante, hacia el abismo, imbuidos de ideas de progreso y crecimiento, mientras aprenden rápidamente a manejar los conceptos que necesitan para avanzar en los nuevos territorios a conquistar: sustentabilidad, morigeración, captación de carbono de la atmósfera, adaptación al cambio climático, etc. Los CEOS de corporaciones transnacionales, los ejecutivos de empresas, los políticos devenidos operadores y administradores del poder globalizado, los ejecutivos de grandes ONG que complementan las políticas empresariales con sus maquillajes y sus intrascendentes disidencias, son los nuevos protagonistas de una farsa que amenaza con acelerar y profundizar, la crisis social, económica y ecológica del planeta.



Pero en las calles de Copenhague se viven otras realidades. Pese a que es una ciudad tomada por la policía, una policía que parecen robocops, miles y miles de jóvenes han llegado de todas partes para manifestarse a favor de suspender las emisiones, rescatar al planeta de la creciente amenaza de los cambios climáticos, generar alternativas a la sociedad urbano industrial, y darle una vez más un pase libre a la vida. Las manifestaciones son alegres y coloridas, la imaginación se ha desbordado en el esfuerzo por lograr que se tome conciencia de los desastres a que la voracidad capitalista expone a la humanidad. Abundan por todas partes los disfraces y los grupos de teatro callejero, que tratan de conmover a los paseantes y a ese público entontecido por la publicidad y el consumismo que conforma legiones en las calles de Copenhague. Cada día tiene sus propias manifestaciones, pero la del día sábado, o sea de ayer, ha sido seguramente la que reunió más gente y expectativas hasta ahora. Desfilamos probablemente más de cien mil personas, kilómetros de gente encolumnada con innumerables carteles y disfraces, se desplazaron durante largas horas por las calles de Copenhague. Impresionante, realmente impresionante. La multitud venida de todos los rincones del planeta, convirtió por unas horas a la ciudad en la capital ecológica del mundo. Cánticos, carrozas, disfraces, miles de ciclistas llegados de distantes países, pancartas y banderas, esperanzas, rebeldías, disposición a un esfuerzo máximo para salir de la actual situación de crisis y sobre todo, la indeclinable decisión de sobrevivir al Capitalismo y defender la vida.



Mientras tanto, en la Cumbre, los países ricos, los que más contaminan y los que menos arriesgan en la creciente crisis de los cambios climáticos, han logrado de manera gradual, que los temas centrales de los debates y negociaciones, dejen de ser los de disminuir la contaminación, para pasar a ser los de la captación de carbono de la atmósfera. O sea que han sacado el problema de su órbita para tirárselo a las víctimas, los países pobres y periféricos, los cuales deben ver ahora cómo contribuyen o qué hacen ellos, para disminuir la contaminación. Ahora las polémicas generalizadas dividen a esos países, entre los que están a favor de la morigeración y los que se inclinan por la adaptación a los cambios. La morigeración implica participar en el mercado de los bonos de carbono para plantaciones forestales y ahora, también, para una supuesta agricultura conservacionista con labranza cero o siembra directa que, más allá de las definiciones edulcoradas y engañosas, es la que nosotros sufrimos con los cultivos de soja. La reconversión y adaptación implica transferencias tecnológicas o sea, fundamentalmente financiación, para implementar mecanismos de desarrollo limpio y semillas genéticamente modificadas para adaptarse a los cambios que vienen. O sea, que estamos en el horno…


Mientras los gobiernos polemizan y constituyen bandos, las Corporaciones hacen negocios. Volvamos nosotros a las calles de Copenhague a pasear las banderas argentinas, que hemos traído y que le gritan a Copenhague y al mundo, que no queremos continuar siendo el laboratorio de las empresas, que la soja, si acaso es responsable, lo es solamente de muerte y destrucción del ambiente, y que pretendemos un cambio del sistema, no una mera adaptación a los cambios climáticos.


Jorge Eduardo Rulli



*Transmitida por Radio Nacional desde las oficinas de la Embajada argentina en Copenhague, calle Borgergade 16.

15 de diciembre de 2009

La Crisis Climática


Copenhague y la estafa global con el calentamiento global

Olga CHETVERIKOVA

La cumbre, que tiene lugar en Copenhague, que los medios de comunicación masiva tratan de representar por poco como el acontecimiento principal de la historia universal, parece, realmente tendrá la fama como el show político más escandaloso de la contemporaneidad, representado en los intereses del capital financiero. A Copenhague le precedió el desenmascaramiento ruidoso de la actividad de una serie de los climatólogos británicos y norteamericanos, que reveló el carácter pagado del ideologema del calentamiento catastrófico global.

Y en la propia cumbre el escándalo se desató por causa de la fuga del proyecto secreto del acuerdo, preparado por el reducido círculo de los enterados, el llamado “texto danés”, que apareció en las manos de los periodistas de “The Gardian”. De acuerdo a este texto, para los países desarrollados y en vías de desarrollo se establecen las normas límite de las emisiones carbónicas para el año 2050 desiguales en violación del primer acuerdo de la ONU: a los países pobres se les permite expulsar no más de 1,44 tonelada de carbono en contaminaciones, al tiempo, que la norma de los países ricos constituirá 2,67 toneladas. En otro descubrimiento escandaloso se convirtió la información de que la financiación de la lucha contra el cambio del clima se entrega, prácticamente, a las manos del Banco Mundial, que junto con nueve otras organizaciones formará parte del Fondo Ecológico Global, el mismo ministerio sobrenacional, al que se planea entregar el control de los recursos naturales del planeta.

¿Quién y con qué objetivos dirige este proceso?

Como una respuesta a esta pregunta vamos a citar (en nuestra versión breve) fragmentos del artículo de Michael Chossudowsky “Global Warming: “Fixing the Climate Data around the Policy”1.

***
Las resoluciones, que adoptará la conferencia de Copenhague (KC-15), habían sido aprobadas aún en mayo de 2009 en la Cumbre Mundial de los problemas del cambio del clima (CMPCC), que reunió a destacados representantes del mundo del negocio y la política. Los resultados de aquellas consultas en el nivel más alto habían sido entregados al gobierno de Dinamarca, así como a los gobiernos de los países, participantes de la CMPCC. El llamado “breve resumen” para los hombres de confianza había sido formulado por la compañía PricewaterhouseCoopers LLP. Este documento casi no tiene que ver con la protección del medio ambiente, sino es en gran medida un programa, producido por la aspiración a maximizar las ganancias, y que especula en el problema del calentamiento global del clima2.

Las emisiones del gas carbónico se declaran en el documento de PricewaterhouseCoopers no sólo la principal, sino la única amenaza para el futuro de la humanidad. No se trata ya de las guerras de EEUU y la OTAN, de sus consecuencias destructivas para el medio ambiente. No se mencionan las amenazas de la estrategia del uso preventivo del arma nuclear como instrumento del “establecimiento de la paz”. No se dice nada de las precipitaciones radioactivas como consecuencia del uso de las cargas nucleares “humanitarias” de baja potencia. Los científicos al servicio del Pentágono proponen calificar las armas tácticas nucleares como “inofensivas para los habitantes de la Tierra”. No se mencionan las armas meteorológicas y climáticas, se guarda silencio en torno al proyecto 2025 de las fuerzas aéreas de EEUU “La posesión del tiempo”, etc3. El problema de la dirección del clima con fines militares está excluido también del Programa de la ONU del cambio del clima, aunque en la agenda de la cumbre de Río de Janeiro en 1992 este problema estaba presente.

Todo está reducido a las emisiones de CO2, en las cuales se propone ver la causa universal de los cambios climáticos.

La cumbre de Copenhague no sólo sirve a los intereses del gran negocio, interesado en el comercio mundial “de los derechos” a las emisiones carbónicas, evaluadas en muchos miles de millones de dólares, sino tiene que desviar la atención de la sociedad de la ruina, provocada por la crisis real, que crece de los procesos de la globalización económica y de aquella “guerra sin fronteras” por la ganancia, que en el Pentágono llaman “una guerra larga”.

Nos encontramos en el cruce de la crisis más seria en la historia moderna.

El sistema del comercio de “los derechos” a la emisión de los gases de invernadero es el filón de oro para el sistema financiero gobernante. Las apuestas son elevadas al nivel muy alto. Ya se han definido los grupos de presión, que trabajan en los intereses de Wall Street. Afirman, que “el mercado carbónico pronto puede superar los volúmenes del mercado de petróleo… En cualquier caso… tales proyectos, como el comercio de las emisiones carbónicas (ETS), van a desarrollarse en todo el mundo”4.

Las grandes estructuras, que se ocupan del comercio de los derivativos – JP Morgan Chase, Bank America Merrill Lynch, Barclay’s, Citibank, Nomura, Société Générale, Morgan Stanley y Goldman Sachs ya están tomando la participación muy activa en el comercio de los derechos a la emisión carbónica.

Todo este sistema se construye a base del consenso en torno al calentamiento global, creado por la hábil influencia informativa a la sociedad. Los participantes del consenso exigen reconocer la emisión de CO2 como la única amenaza a la ecología del planeta. Y para Wall Street el sistema del comercio de “los derechos” a las emisiones carbónicas es una beneficiosa red del bombeo de miles de millones de dólares a los bolsillos de un círculo reducido de los beneficiados.

“Cada gran institución financiera en Londres y Nueva York organizó operaciones de venta de los derechos a la emisión carbónica. En sus cabezas giran sumas enormes, y ellos las necesitan, para sustituir aquellas “riquezas”, que se evaporaron con la caída del mercado de los inmuebles. Louis Redshaw, el jefe de los mercados ecológicos de Barclay Capital, declaró en una entrevista para “New York Times”, “que el mercado carbónico se hará el más grande”, lo evalúan en 60 mil millones de dólares, en el transcurso del decenio podrá alcanzar 1 billón de dólares”5.

Sin embargo, ¿en qué está construido este consenso?

La información sobre la temperatura de la Tierra y los volúmenes de la emisión de los gases de invernadero había sido barajada de tal manera, para hacer coincidir con las conclusiones del Grupo de Expertos de la ONU del cambio del clima (GECC). Durante ya muchos años las bases de información del GECC están sujetas a dudas. Incluso se había emprendido un intento decisivo de obligar a callar a los que tienen duda, de lo que contó el meteorólogo del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Richard S. Lindzen6. A los científicos, que se atienen al punto de vista alternativo (no alarmista) sobre el problema del cambio del clima de la Tierra, dejan de subsidiarlos, ridiculizan, y la mentira sobre el calentamiento global se está introduciendo más y más a las mentes, incluso cuando está directamente contradiciendo a la ciencia.

En noviembre de 2009, unas semanas antes del comienzo de la cumbre de Copenhague, había sido abierta una gran base de información de 3 mil cartas electrónicas de los principales científicos e investigadores, quienes se ocupan del estudio de los cambios climáticos. Y aunque el intercambio de cartas no comprueba, que la base de información está completamente falsificada, sin embargo demuestra la mentira por parte de muchos conocidos científicos, relacionados con el GECC.

Como escriben los medios de comunicación masiva británicos, se trata de la falsificación de la información y la manipulación con ella con el objetivo de comprobar el programa de acciones, elaborado anteriormente, y la exclusión de crítica alguna7. De eso se estaba ocupando un reducido grupo de científicos, relacionados con el GECC. Así, por ejemplo, el profesor Phil Johns, el director de Climate Research Unit (CRU), respondía por dos series de datos clave, con los que operaba el GECC durante la preparación de sus informes. Gracias a las relaciones de Phil Johns con Hadley Centre, que forma parte del Servicio Británico nacional de la meteorología, que selecciona la mayor parte de los participantes clave del GECC, sus datos sobre la temperatura de la Tierra se hicieron los principales dentro de aquellos, en los que se estaban basando el GECC y los gobiernos, sobre todo en la parte de las predicciones de que el calentamiento global llegaría al nivel catastrófico, en el caso de no gastar billones de dólares a la lucha contra este calentamiento8.

Para la mayoría en el Occidente la Convención Marco de la ONU del cambio del clima es una especia de “biblia”, que no se puede refutar, aún cuando la base de la información, que fundamenta el concepto del calentamiento, se pone en duda, o se refuta directamente. Además existe un movimiento no grande, pero creciente, que refuta la veracidad del Programa de Copenhague y acusa el GECC en la manipulación de la sociedad. Una serie de Agrupaciones Científico-productivas (ACP) intervinieron como los organizadores de la cumbre “alternativa” KlimaForum09, en que participan tales movimientos, como “Amigos del planeta”, “Campaña en contra del calentamiento global”. Sin embargo, aunque dentro de estas ACP se puede encontrar una oposición dura al sistema del comercio de “los derechos” a la emisión carbónica, la cumbre alternativa no pone en duda el punto de vista gobernante sobre el calentamiento global. En las conferencias del foro KlimaForum09 suenan fuertes voces críticas, pero el tono general de esta conferencia queda siendo pacífico en relación al Copenhague oficial. En muchos problemas la retórica de los organizadores de KlimaForum09 coincide con la retórica del encuentro oficial, cuyos patrocinadores financian de paso la cumbre “alternativa”. Lo que significa, que las fronteras de la heterodoxia de los “alternativos” les habían sido puestas de antemano.

Sobre la resistencia real a la estafa global con el calentamiento global se podrá hablar sólo en el caso, si se logra descubrir la mentira de los manipuladores del Grupo de los Expertos de la ONU del cambio del clima, relacionados con las corporaciones-vendedoras de las emisiones carbónicas y sus esperanzas a ganancias multimillonarias.


________________________
1 http://www.internationalnews.over-blog.com/article-global-warming-fixing-the-climate-data-around-the-policy-by-michel-chossudovsky-40686398.html

2 http://www.copenhagenclimatecouncil.com/world-business-summit.html

3 http://www.fas.org/spp/military/docops/usaf/2025/v3c15/v3c15-1.htm, http://www.space.com/scienceastronomy/051031_mystery_monday.html

4 http://www.guardian.co.uk/environment/2009/nov/29/carbon-trading-market-copenhagen-summit

5 http://www.renewableenergyworld.com/rea/news/article/2008/05/trading-sub-prime-carbon-52326

6 Richard Lindzen, Climate of Fear: Global-warming alarmists intimidate dissenting scientists into silence, Global Research, 7 avril 2007

7 http://www.telegraph.co.uk/earth/environment/globalwarming/6636563/University-of-East-Anglia-emails-the-most-contentious-quotes.html

8 http://globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=16321


14 de diciembre de 2009

LEONARDO BIGI


Socio Fundador de la fundación CIVIS

Cordobés del año 2009



Tiene 33 años, es cordobés y jugó al rugby en Universitario, donde aún es entrenador. Pero también es empleado municipal y un día, hace un año y medio, se le ocurrió que en su tiempo libre podía hacer que la ayuda social llegara efectivamente a los más necesitados.
Por eso, fundó una escuela de rugby en Villa El Libertador que ahora tiene un centenar de alumnos, de entre 5 y 13 años. Lo que empezó como un juego en una placita ahora es un club que enseña las destrezas básicas del deporte y brinda un plato de comida que aporta una vecina después de cada partido o entrenamiento.
Hoy, la semilla de “Leo” comienza a germinar: varios clubes de Córdoba reciben a los chicos de Villa El Libertador Rugby, mientras entidades como la Agencia Córdoba Deportes, el Gobierno de la Provincia y la Unión Argentina de Rugby han dado los primeros pasos de apoyo a esta iniciativa.
Mientras esa buena onda se propaga, los chicos de estas zonas postergadas aprenden en una cancha de tierra un deporte tildado de elitista, pero que los divierte y les enseña a jugar en equipo, a ayudar al compañero y a ceder protagonismo cuando el equipo lo pide.
Villa El Libertador es una populosa barriada ubicada al suroeste de Córdoba, a unos pocos kilómetros del centro. Sus casi 300 mil habitantes lo convierten en una ciudad dentro de otra ciudad. El lugar es una tentación para los punteros políticos. Por ello adquiere aún más relevancia el desinteresado proyecto de Bigi.

Leonardo es socio fundador de la fundación CIVIS (Ciudadanos en Latín) cuyo lema s es: “Ciudadanos para mejorar la calidad de Vida” mas información en: http://www.fundacioncivis.org.ar/pueblorugby.html

Lic. Carlos Pereyra mele
Socio Fundador de CIVIS

12 de diciembre de 2009

Malvinas y Petróleo


Política Exterior Argentina errática


Hay quienes solo quieren ver lo que quieren y armar desde allí una realidad que no tiene nada que ver con lo que ocurre en nuestro Pais. América del Sur sigue en un proceso de transición que tiene varias aristas pero que en el fondo esta implícita la idea de una integración con muchos conflicto y dificultades, y ello se debe a que las clases dirigentes en general han sido formadas con paradigmas que no responden a la realidad continental y con una dependencia intelectual a viejos centros de poder que nos controlaron. Dos han sido los esquemas básicos, el control cultural y el control de la moneda y todo poder político que cuestione esos dos pilares del poder mundialista, recibirán la denotación, el silencio o la aniquilación como ya sufriéramos en varias ocasiones de nuestra historia.

América a pesar de todos los conflictos y los problemas que se arrastran intenta establecer un espacio geopolítico propio para salvaguardar sus intereses nacionales y regionales que en general son los mismos dentro de las fronteras que nos impuso la balcanización europea y que Brasil fue la única historia diferente de ese proceso de fragmentación.

La semana pasada, ocurrió dos acontecimientos importante y que por supuesto no se le a dado la trascendencia que tienen; uno, es la reelección de Evo Morales, que se impone no solamente en sus feudos sino que se fortalece en las regiones que en su momento planearon la “autonomía” como paso previo a secesión o “independencia” de la denomina Republica Camba o media luna boliviana, es un hecho geopolítico de gran significación. Pues Bolivia es el nudo de unión entre la región del plata, de la amazonia y de lo andino, una fractura allí desconecta a los países de la costa atlántica de los del pacifico. Por ello este éxito electoral frena los procesos separatistas por el momento, eso no quita que la realidad sociopolítica de Bolivia se puede modificar en 4 años sino que requiere varias generaciones que se mantengan en esta línea para salir del atraso a que fue sometida por sus oligarquías explotadoras.

El otro acontecimiento de importancia ha sido la aprobación por parte del Senado de Brasil, la incorporación de Venezuela como socio del Mercosur, este acontecimiento que tenia fuerte resistencia dentro de la estructura de sectores mas afines con la políticas estadounidenses en Brasil fue doblegada y con esto se da un paso importante de fortalecimiento del Mercosur, que se reunió en Montevideo y que procedió a limar las diferencias que se presentan en su seno, también sirvió esa Cumbre para la presentación del electo Presidente Uruguayo José Mújica ( es de esperarse que el futuro presidente sea mas flexible que su antecesor para profundizar la integración).

Mientas estos hechos positivos se pueden palpar. En Argentina “la Vulgata política” que nos gobierna sigue con sus actos de canibalismos político, si es esa misma clase que no trepido en hacer el ridículo para tener unos minutos en el aire televisivo al salir junto a dobles que los ridiculizaban. Si esos mismos ahora se presentan como el aire fresco de la política (¿?). Solo escapa de esa monserga política circense, una rara avis cual fue el caso de Fernando Pino Solanas que solo hizo campaña con temas que la nación necesita urgentemente plantear y solucionar y que demostró “que la gente SI quiere eso o sea ideas” y no lo que los asesores de marqueting político que ganan millones con las campañas de dudosas recaudaciones le comunican a sus asesorados: que a la gente no le interesan las ideas y que jugarse con principios y utopías no es necesario.

Mientras estos acontecimientos importantes se están desarrollando en nuestra región, la Argentina sigue su marcha errática y confusa en política exterior, (hoy todo es política exterior, la política interior tiene que asegurar el éxito de la anterior). Hace dos meses nos enteramos por un diario sensacionalista británico que la Real Fuerza Aérea (RAF) potenciaba la base militar en el archipiélago de Malvinas, la Argentina solo reclamo formalmente, cuando podía haber denuncia el acuerdo conocido como tratado de Madrid firmado por la dupla Menen Cavallo con Inglaterra, que solo ha beneficiado hasta ahora a Inglaterra. Y se debe destacar que solo pequeños grupos hicieron la denuncia de estos temas en el Pais: “la gran prensa argentina” estuvo ausente de esta información, y nuevamente un articulo aparecido en el Diario Ingles “The Sun” nos vuelve a la realidad, el 2 de diciembre expresa: los expertos creen que la plataforma marítima de las Malvinas contiene al menos 60.000 millones de barriles de petróleo. Los precios estratosféricos del petróleo hacen económicamente viable la extracción del oro negro y provocaron el mes pasado un aumento de 327 millones de libras esterlinas (unos 542 millones de dólares) en las inversiones de especuladores de la City financiera de Londres", destacó el Sun. Sin embargo, ahora áreas al norte y sur de las Malvinas están siendo exploradas por cuatro firmas petroleras británicas, Rockhopper Exploration, Desire Petroleum, Falkland Oil y Gas, y Borders & Southern Petroleum.David Hudd, presidente del Falkland Islands Holdings y vicepresidente del Falkland Oil and Gas, declaró al Sun que los beneficios "son potencialmente enormes para las compañías involucradas, para las Islas Malvinas (Falkland) como también para Gran Bretaña".

Simples números nos llevan hacer la siguiente conclusión a 70 dólares el barril, las reservas son más de 27 veces la deuda externa argentina, deuda que como dijimos es una de las dos ejes de control del poder mundial (uno el cultural) y el otro el del control de la moneda que condiciona cualquier política de estado que se quiera implementar y que tanto le gusta hablar a nuestros dirigentes políticos pero que sabemos que con esa dependencia no hay soberanía ni posibilidad de hacer políticas proactivas en el pais. Nuevamente la Argentina dejo pasar un magnifico marco como el de la Cumbre del Mercosur para que junto a nuestros socios continentales rechazaran este atropello y expolio a nuestros recursos naturales y fortalecer nuestra posición de reclamo.

Así también nos sucedió en la reciente Cumbre de países Iberoamericanos donde están presente dos miembros de la Unión Europea “España y Portugal” (signatarios del Tratado de Lisboa), para plantear junto con los países que tradicionalmente nos han acompañado en la defensa de nuestros derechos un párrafo en la declaración rechazando la pretensión inglesa de incorporar a las Malvinas como base militar de la OTAN, solo otra movida “diplomática” argentina de protesta, estéril que no tiene la fuerza que tendría si realizamos un trabajo diplomático de alianzas para fortalecer nuestra posición.

Y para ratificar esta falta de una política exterior seria, los británicos expertos en balcanización, han tentado a nuestro vecino trasandino a participar de la explotación y los “beneficios” de las reservas petroleras de Malvinas, nuevamente sale a luz la política de los que: solo quieren ver lo que quieren y armar desde allí una realidad que no tiene nada que ver con lo que ocurre.
La cancilleria argentina dejo trascender que Chile no participaría de esa invitación en especial la empresa estatal chilena ENAP. Pero se olvidaron que estábamos ante un proceso electoral en Chile y que las fuerzas pinochetistas están con amplia posibilidad de ganar estas elecciones el domingo 13 de diciembre, y fueron muy significativas las declaraciones del asesor de Sebastián Piñera: El candidato presidencial de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, estaría dispuesto a aceptar la propuesta que hizo la petrolera británica Falkland Oil and Gas Limited (FOGL) a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), para la exploración y explotación de cuencas petrolíferas en las islas Malvinas, si es que gana las elecciones este domingo 13 de diciembre. Así lo confirmó a Terra.cl el diputado de oposición Marcelo Forni, quien también es integrante de la Comisión de Minería y Energía de la cámara baja.

Como podemos concluir las relaciones exteriores de argentina sigue sin tener una política de “estado” solo actúa por espasmos, sin continuidad y herratica ante los hechos consumados a que nos tiene acostumbrados el ocupante ingles.

Lo que esta en juego es:

1 Ha ampliado hasta 200 millas su Zona Económica Exclusiva y hasta 350 millas su Plataforma Continental, que abarcan 3.500.000 km2.

2 Ha hecho reserva sobre su pretendido sector antártico (British Antartic Territory) que abarca otros 3 o 4.000.000 de km2.

3 En la zona en torno a Malvinas, las estimaciones oficiales británicas constatarían la existencia de 60.000 millones de barriles de petróleo. Si los multiplicamos por el valor actual de 70 dólares el barril, estamos hablando de la fabulosa cifra de 4,2 billones de dólares. Una cifra equivalente a 27 veces el monto de nuestra impagable deuda pública.

4 Informes científicos y comerciales más recientes producidos por la petrolera Desiré y la consultora internacional Sinergy consideran que 3.000 millones de barriles serían explotables y rentables en el corto plazo a un costo relativamente bajo teniendo en cuenta las tecnologías disponibles. La explotación de este segmento más accesible y redituable comenzará este verano 2009-2010, es decir dentro de un par de meses, para lo cual Inglaterra desplazará plataformas de explotación desde el mar del Norte , cuya cuenca se está agotando.

5 Ha logrado pescar con exclusividad en su autoproclamada Zona Económica Exclusiva de 1.600.000 km2, hecho que no sucedía hace dos décadas.
ü Ha logrado la incorporación de estos territorios, incluyendo Antártida, a la nueva Constitución Europea recientemente aprobada por Tratado de Lisboa y que entra en vigencia el 1 de diciembre del 2009.

6 Ha conseguido que la Argentina retirara el caso Malvinas de la Asamblea General de Naciones Unidas donde obtenía anualmente mayorías abrumadoras a su favor. Así la cuestión Malvinas quedó relegada bilateralmente al Comité de Descolonización, un comité secundario, y sin efecto político ni mediático. También obtuvo, inexplicablemente, el Reino Unido el status de observador permanente en la Organización de Estados Americanos.


7 Ha conseguido establecer la Fortaleza Militar Malvinas, con centro en Mont Pleasant, donde envió recientemente cuatro aviones TYPHOON de máxima tecnología de combate, y en donde realizó intensísimos ejercicios militares presididos por el Jefe de Estado Mayor Conjunto de las FFAA británicas. Además nombró como próximo gobernador de la Isla a un militar británico proveniente de Irak, experto en misiones en regiones de alta conflictividad como Líbano e Irlanda del Norte.

8 Ha presentado en Marzo pasado al Parlamento Europeo un plan agresivo de europeización de sus bases militares en especial la de Malvinas.

Es tiempo de dejarnos de improvisar y pensar en grande, ser conciente de nuestras fortalezas y debilidades y operar con constancia y planificación que es la única manera para que el pais salga de esta decadencia.-


Lic. Carlos A. Pereyra Mele
CeeS Córdoba
12/12/2009





Fuentes:
Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica Ed Biblos 2009
Portal COAPETROL (Corporación de Actividades petroleras)
Diario “The Sun”
http://proyectonacional.files.wordpress.com/2009/11/los_desafios_soberania_recursos_naturales.pdf
Portal Terra Chile

5 de diciembre de 2009

La guerra goza de muy buena salud II


Creemos oportuno acompañar a las brillantes definiciones que realizo el periodista cordobés Enrique Lacolla sobre “el premio novel de la guerra”, con dos artículos, uno del Italiano Tiberio Graziani director de la Revista EURASIA y una entrevista realizada en octubre de este año en Londres al novelista y ensayista Gore Vidal, que desenmascaran la Obamamania y los planes de poder mundialista que sigue llevando adelante los Estados Unidos de Norteamérica.
Carlos Pereyra Mele
CeeS Córdoba


1º-

AFGANISTÁN 1979- DESESTABILIZACIÓN DE ORIENTE PRÓXIMO Y DE ORIENTE MEDIO Y ORIGEN DEL COLAPSO SOVIÉTICO EN LA PRAXIS GEOPOLÍTICA ESTADOUNIDENSE

di Tiberio Graziani *

1979, el año de la desestabilización

Entre los distintos acontecimientos de política internacional de 1979, hay dos particularmente importantes por haber contribuido a la alteración del marco geopolítico global, por entonces basado en la contraposición entre los EE.UU. y la URSS. Nos referimos a la revolución islámica de Irán y a la aventura soviética en Afganistán.
La toma del poder por parte del ayatolá Jomeini, como se sabe, eliminó uno de los pilares fundamentales sobre el que se sustentaba la arquitectura geopolítica occidental guiada por los EE.UU.

El Irán de Reza Pahlavi constituía en las relaciones de fuerza entre los EE.UU. y la URSS una pieza importante, cuya desaparición indujo al Pentágono y a Washington a una profunda reconsideración del papel geoestratégico americano. Un Irán autónomo y fuera de control introducía en el tablero geopolítico regional una variable que potencialmente ponía en crisis todo el sistema bipolar.
Además, el nuevo Irán, como potencia regional antiestadounidense y antiisraelí, poseía las características (en particular, la extensión y la centralidad geopolítica y la homogeneidad político-religiosa) para competir por la hegemonía de al menos una parte del área meridional, en contraste abierto con los intereses semejantes de Ankara y Tel Aviv, los dos fieles aliados de Washington y de Islamabad.

Por tales consideraciones, los estrategas de Washington, en coherencia con su bicentenaria «geopolítica del caos», indujeron, en poco tiempo, al Irak de Saddam Hussein a desencadenar una guerra contra Irán. La desestabilización de toda la zona permitía a Washington y a Occidente ganar tiempo para proyectar una estrategia de larga duración y, con toda tranquilidad, desgastar al oso soviético.
Como puso de relieve hace once años Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, en el curso de una entrevista concedida al semanario francés Le Nouvel Observateur (15-21 de enero de 1998, p. 76), la CIA había penetrado en Afganistán con el fin de desestabilizar al gobierno de Kabul, ya en julio de 1979, cinco meses antes de la intervención soviética.

La primera directiva con la que Carter autorizaba la acción encubierta para ayudar secretamente a los opositores del gobierno filosoviético se remonta, de hecho, al 3 de julio. Ese mismo día el estratega estadounidense de origen polaco escribió una nota al presidente Carter en la que explicaba que su directiva llevaría a Moscú a intervenir militarmente. Lo que puntualmente se verificó a finales de diciembre del mismo año. Siempre Brzezinski, en la misma entrevista, recuerda que, cuando los soviéticos entraron en Afganistán, él escribió a Carter otra nota en la que expresó su opinión de que los EE.UU. por fin tenían la oportunidad de dar a la Unión Soviética su propia guerra de Vietnam. El conflicto, insostenible para Moscú, conduciría, según Brzezinski, al colapso del imperio soviético.
El largo compromiso militar soviético a favor del gobierno comunista de Kabul, de hecho, contribuyó ulteriormente a debilitar a la URSS, ya en avanzado estado de crisis interna, tanto en la vertiente político-burocrática como en la socio-económica.
Como bien sabemos hoy, el retiro de las tropas de Moscú del teatro afgano dejó toda la zona en una situación de extrema fragilidad política, económica y, sobre todo, geoestratégica. En la práctica, ni siquiera diez años después de la revolución de Teherán, toda la región había sido completamente desestabilizada en beneficio exclusivo del sistema occidental. El contemporáneo declive imparable de la Unión Soviética, acelerado por la aventura afgana y, sucesivamente, el desmembramiento de la Federación Yugoslava (una especie de estado tapón entre los bloques occidental y soviético) de los años noventa abrían las puertas a la expansión de los EE.UU., de la hyperpuissance, según la definición del ministro francés Hubert Védrin, en el espacio eurasiático.
Después del sistema bipolar, se abría una nueva fase geopolítica: la del “momento unipolar”.
El nuevo sistema unipolar, sin embargo, tendrá una vida breve, que terminará –al alba del siglo XXI –con la reafirmación de Rusia como actor global y el surgimiento concomitante de las potencias asiáticas, China e India.

Los ciclos geopolíticos de Afganistán

Afganistán por sus propias especificidades, referentes en primer lugar a su posición en relación con el espacio soviético (confines con las repúblicas, por aquella época soviéticas, del Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán), a las características físicas, y, además, a la falta de homogeneidad étnica, cultural y confesional, representaba, a ojos de Washington, una porción fundamental del llamado « arco de crisis », es decir, de la franja de territorio que se extiende desde los confines meridionales de la URSS hasta el Océano Índico. La elección como trampa para la URSS cayó sobre Afganistán, por tanto, por evidentes razones geopolíticas y geoestratégicas.
Desde el punto de vista del análisis geopolítico, de hecho, Afganistán constituye un claro ejemplo de un área crítica, donde las tensiones entre las grandes potencias se descargan desde tiempos inmemoriales.
El área en que se encuentra actualmente la República Islámica de Afganistán, donde el poder político siempre se ha estructurado sobre la dominación de las tribus pastunes sobre las otras etnias (tayikos, hazaras, uzbecos, turcomanos, baluchis) se forma precisamente en la frontera de tres grandes dispositivos geopolíticos: el imperio mongol, el janato uzbeco y el imperio persa. Las disputas entre las tres entidades geopolíticas limítrofes determinarán su historia posterior.
En los siglos XVIII y XIX, cuando el aparato estatal se consolidará como reino afgano, el área será objeto de las contiendas entre otras dos grandes entidades geopolíticas: el Imperio ruso y Gran Bretaña. En el ámbito del llamado “Gran Juego”, Rusia, potencia de tierra, en su impulso hacia los mares cálidos (Océano Índico), India y China choca con la potencia marítima británica que, a su vez, trata de cercar y penetrar la masa eurasiática en Oriente hacia Birmania, China, Tíbet y la cuenca del Yangtsé, pivotando sobre la India, y en Occidente en dirección a los actuales Pakistán, Afganistán e Irán, hasta el Cáucaso, el mar Negro, Mesopotamia y el Golfo Pérsico.
En el sistema bipolar, a finales del siglo XX, tal y como hemos descrito antes, Afganistán se convierte en un terreno en el que se miden una vez más una potencia de mar, los EE.UU., y una de tierra, la URSS.
Hoy, después de la invasión estadounidense de 2001, la que presuntuosamente Brzezinski definía como la trampa afgana de los soviéticos se ha convertido en la ciénaga y en la pesadilla de los Estados Unidos.


-  Director de Eurasia. Rivista di studi geopolitici – www.eurasia-rivista.org - direzione@eurasia-rivista.org


2º-

Gore Vidal cree que EEUU es "una casa de locos", que "supera" a Obama


7/10/2009 (EFE).- El novelista y ensayista estadounidense Gore Vidal cree que EEUU es "una casa de locos", que "supera" a su presidente, Barack Obama, como "superaría a cualquiera".

En una entrevista que publica hoy el diario "The Independent", Vidal, de 83 años, sostiene que el experimento de su país ha sido "un fracaso" y que pronto EEUU quedará relegado a "algún lugar entre Brasil y Argentina, al puesto que le corresponde".

Vidal confiesa que cuando Obama fue elegido presidente, él estaba ilusionado como todo el mundo, pero desde entonces ha llegado a la convicción de que "el primer presidente intelectual que hemos tenido en muchos años no está a la altura de la tarea".

"Es incompetente y le derrotarán en la re-elección", vaticina el escritor, tan provocador como siempre y que no oculta su enojo por el estado en que se encuentra su país.

Obama "quiere gustar a todo el mundo, y creía que para ello le bastaba hablar razonablemente. Pero el Partido Republicano no es un partido político. Es una mentalidad, como las juventudes hitlerianas. Rebosa de odio", agrega.

Según Vidal, "no hay forma de convencerlos para sumar esfuerzos. No merece la pena siquiera intentarlo. La única forma de tratar con ellos es aterrorizarlos, pero (Obama) es demasiado delicado para ello".

Obama es "el doble de intelectual" de lo que era el presidente John Kennedy, de quien Vidal era amigo, pero "Jack conocía el ancho mundo. Pasó mucho tiempo en la Armada perdiendo barcos mientras que este chico (Obama) no ha escuchado un solo tiro disparado con ira".

"Le pueden los generales, quienes le cuentan mentiras que él se cree", dice Vidal, según el cual el primer presidente negro de la historia de EEUU no estaba preparado para tanta exposición al "prime time" televisivo como está sufriendo ahora.

Puesto a hacer predicciones, Vidal pronostica que Afganistán será lo que "termine con el imperio estadounidense".

"Benjamin Franklin previó todo esto. Le cito porque la mayoría de los norteamericanos ni siquiera saben ya quién era", agrega el escritor.

"Cuando se elaboraba la Constitución en Filadelfia en 1781, Franklin se limitó al papel de observador. No quiso participar en ella", y lo explicó así a dos viejecitas que le preguntaron: "Van ustedes a tener una república si es que logran mantenerla".

Pero, recuerda Vidal, Franklin agregó: "Todas las constituciones como ésta han fracasado desde el comienzo de los tiempos por culpa de la corrupción de las personas"".

Según el autor de "La invención de una nación : Washington, Adams y Jefferson", Estados Unidos es un país que está amenazado sólo porque amenaza a otros.

"En geopolítica, como en la física, no hay acción sin reacción", dice Vidal, según el cual los ataques terroristas del 11 de septiembre contra EEUU eran previsibles.

"Nuestra política -dice- era tal que tenía necesariamente que haber en el mundo árabe muchos locos decididos a hacernos saltar por los aires como represalia por los crímenes que, en su opinión, habíamos cometido contra ellos. Hasta el más tonto podía verlo venir. Y yo soy lo suficientemente tonto como para haberlo visto".

4 de diciembre de 2009

La Guerra goza de muy buena salud



Un Nóbel de la Guerra


Barack Obama no tiene otro camino que continuar el curso marcado por el gobierno en las sombras que controla Estados Unidos, el complejo militar-industrial. Los bombardeos indiscriminados en Afganistán servirán de telón de fondo a la ceremonia en Oslo.
por Enrique Lacolla




Como “paradojas del presente e ironías de la Historia” debería denominarse cualquier aproximación a la actualidad mundial. Acabamos de ver como el flamante premio Nóbel de la Paz no ha podido aguardar hasta después de la entrega de ese galardón y ha firmado el decreto que supone el envío de 30.000 soldados más que irán engrosar a las tropas de ocupación en Afganistán. A esta paradoja se suma la ironía que resulta de la incapacidad de aprender las lecciones del pasado: con una consecuencia digna de mejor causa Estados Unidos está reeditando en Afganistán una experiencia militar proyectada a un fracaso ilustrado por experiencias recientes, mediatas o remotas en ese u otros lugares. La guerra de Vietnam, la experiencia soviética en el mismo Afganistán, la ciénaga iraquí, las guerras partisanas contra la ocupación alemana en Europa oriental y sudoriental, la guerrilla española contra las tropas napoleónicas, son algunos, entre muchos, de los ejemplos referidos a la dificultad de asentarse con un cierto grado de seguridad en unos territorios irrevocablemente hostiles.

Desde luego, la retórica propagandística al uso nos habla de “garantizar la democracia para el pueblo afgano”, de resistir a las fuerzas bárbaras que se empeñan en seguir oprimiendo a las mujeres con la ley de la sharia y de ganar a ese país para la modernidad. Pero todos sabemos que esas son generalidades dirigidas a ocultar el núcleo del problema, que no es otro que el posicionamiento de Estados Unidos en una de las áreas geoestratégicas más importantes del globo. El imperio sigue por las vías que le marca su proyecto hegemónico y no parece que vaya a querer apartarse de ellas sin experimentar antes un revés (económico, militar, político) mayúsculo, que aleje a la opinión norteamericana del conformismo que ostenta respecto del estado de las cosas, por nítidos que los aspectos irracionales de este resulten para el resto del mundo.

La primacía que, en el aparato de poder norteamericano, sigue ejerciendo el complejo militar-industrial, es evidente. El mismo Obama, detrás de su discurso en torno de la retirada de Irak (que está muy lejos de haberse cumplido), durante su campaña electoral ya demostraba su acuerdo con las líneas de acción patrocinadas por el susodicho complejo, al subrayar que su intención era desplazar el eje del esfuerzo bélico estadounidense de Irak a Afganistán. Como todo está ligado –Irak proporciona petróleo, Afganistán el control de las vías de acceso para el recorrido del crudo proveniente de la cuenca petrolera del Mar Caspio- las líneas del discurso neoconservador en la política exterior norteamericana siguen predominando: contención y vigilancia en el Medio Oriente, e instalación en fuerza en un área geoestratégica, Afganistán, decisiva para el control de los movimientos de un enemigo genérico que englobaría a China y Rusia, y eventual plataforma para descargar desde ahí todo el poderío contra este.

Para la mentalidad norteamericana, pragmática y técnica por excelencia, el combate contra las adversidades debe terminar siempre en el aplastamiento de los obstáculos que se le oponen. Una historia sin reveses, una historia triunfante, ha contribuido a confirmarlos en esta peligrosa creencia. Allí donde otros han fracasado en empresas imperiales de cuño clásico, ellos entienden que, en tanto representantes de una modernidad sin límites, pueden resolver el problema a través de la aplicación de un poder de fuego abrumador, asentado sobre una tecnología cuya complejidad y exigencia financiera la hace inaccesible para los contrincantes más o menos elementales a los que se enfrentan. Una distribución de dádivas a las poblaciones locales y la apertura de un espacio político en el cual se presume han de surgir autoridades autóctonas vinculadas a las normas del libre mercado, les parecen fenómenos realizables en el curso de poco tiempo, si cuentan en el ínterin con una panoplia como la que despliegan en Afganistán y el Medio Oriente, con visos de película de ciencia ficción.

Ocurre sin embargo que esas aproximaciones programáticas a realidades sociales muy diferentes tropiezan con grandes problemas. Y ello no tanto porque esos ámbitos pueden participar de nociones culturales muy diferentes de las occidentales, sino porque no han dispuesto de la posibilidad de forjarse su propia identidad moderna, pues han estado sometidos al imperio de fuerzas que, muy lejos de interesarse en las posibilidades de un desarrollo social autóctono, se han abroquelado en sus propios intereses y han dejado actuar a fuerzas externas que, como en el caso al que nos estamos refiriendo, bajo la pátina de la “civilización”, a lo que fundamentalmente se han dedicado ha sido al saqueo y el esquilme de los pobres diablos sometidos a su férula. Si la rebelión contra estas condiciones se conjuga con apoyos externos, la situación del ocupante puede convertirse en un infierno.

La obstinación norteamericana en el sentido de creer que con dólares se arregla o se compra todo, se vincula a lo logrado con las “burguesías compradoras” de los puertos francos de China o de los similares emplazados en América latina y, por cierto, al indudable éxito obtenido con la recuperación europea posterior al segundo conflicto mundial. Pero, en este último caso, notabilísimo en sí mismo, hay que observar que Alemania, Francia, Italia, etcétera, contaban con legiones de burócratas probos formados en una tradición estatal de rigor administrativo y que operaban sobre sociedades políticamente muy maduras. La solidez de la identidad nacional de esos países y en especial la amenaza que venía del Este forzaba asimismo a la Unión a no exigir contraprestaciones abusivas respecto de la ayuda que les daba, aceitando así los engranajes sobre los cuales se iba a montar el “milagro económico europeo”.

En los países del Tercer Mundo las cosas acaecieron de muy distinta manera. Para esos pueblos no había posibilidad de componenda con el poder dominante. Sólo restaba la sumisión o la insurgencia. La burguesía compradora china fue desalojada de su sitial por la revolución maoísta y, en cuanto a India, operó su ruptura con el Imperio británico gracias a la existencia de una clase política forjada en la lucha por la liberación y que había sabido adaptar su identificación con los parámetros constitucionales de la potencia dominante, Inglaterra, a la naturaleza esencial del pueblo indio. En otros lugares la conmoción derivada del período poscolonial transcurrió de manera parecida, aunque la inmadurez de las condiciones locales y la presión imperial terminaron deformando a muchas de esas experiencias.

La tierra del Gran Juego

El caso afgano es indisociable del caso paquistaní y esta a su vez es vinculable al juego de poder en torno del gran tablero mundial que tiene al Asia central como eje de una disputa que viene desde el siglo XIX, cuando Rusia y Gran Bretaña peleaban en sordina por el control de la zona. En el presente, Estados Unidos ha tomado el relevo de esta en condiciones potencialmente mucho más explosivas que las que existían en el pasado. La militarización de la zona se ha transformado en el motor del dinamismo estratégico de Estados Unidos. Bien está hablar de “retiradas”, pero nada predispone a suponer que dicho repliegue vaya a tener lugar a menos que la Unión renuncie a sus objetivos de máxima. La posibilidad de formar una fuerza local, de composición afgana, que sea capaz de limpiar el área de los elementos fundamentalistas que insurgen tanto contra el ocupante como contra el gobierno instalado en Kabul, es remota. En el caso de Pakistán, la infiltración del ISI, los servicios de inteligencia paquistaníes, por elementos de orientación integrista, aparenta ser un fenómeno imposible de revertir.

Lo paradójico e irónico de esta situación deriva del hecho de que los fenómenos que los norteamericanos deben combatir en este momento son monstruos creados por ellos mismos. Trabajando como doctores Frankenstein, en los años 70 nutrieron a las guerrillas mujaidines (ultraconservadoras en su mayor parte) abocadas a combatir la influencia soviética en Afganistán, influencia que se manifestaba a través del gobierno Partido Democrático del Pueblo. Este había lanzado una efectiva reforma agraria e instaurando cambios sociales y constitucionales de carácter progresivo. Luego, producida la invasión soviética destinada a estabilizar la situación apoyando al gobierno del PDP, esa injerencia estadounidense se reforzó hasta tornar ingobernable al país. Más tarde, la retirada rusa abandonó al PDP a su suerte y dejó librado a Afganistán a luchas intestinas de las cuales emergieron los talibanes, una fuerza nacida al calor de las madrasas o escuelas religiosas y que habían contado también con el apoyo de la CIA. Estos avanzaron rápidamente hasta conquistar el conjunto del país e instalaron un régimen implacable que pretendía imponer la ley islámica comprendida en su sentido más intransigente. Junto a las prácticas del más estricto rigorismo religioso y social, las mujeres fueron excluidas de la vida pública, se reestableció la amputación de las manos a los ladrones, se persiguieron las manifestaciones políticas y, lo cortés no quita lo valiente, se terminó con el cultivo del opio que generaba el grueso de la provisión de heroína al mercado mundial.

Los atentados del 11/S precipitaron una intervención directa norteamericana en ese país de topografía fragorosa. Con el pretexto de capturar o matar al Osama bin Laden, el cabecilla de la organización terrorista Al Qaeda, presunta responsable de los atentados a las Torres, la operación Enduring Freedom empezó a instalar importantes efectivos en ese país y a construir bases aéreas desde las cuales es posible amenazar a Rusia y China y controlar toda el Asia central y sus inmensos reservorios energéticos. Se trata de un diseño muy meditado y elaborado mucho antes del ataque a las Torres Gemelas. A la vuelta de unos pocos años, sin embargo, los talibanes erradicados por la campaña lanzada a finales del 2001 controlan el grueso de las áreas rurales y su actividad desborda la frontera con Pakistán.

Revertir esta situación parece ser el motivo de la decisión de Barack Obama en el sentido de enviar nuevos refuerzos al escenario del conflicto. Pero Obama es irrelevante. No está en condiciones de oponerse (en caso de que quiera hacerlo) a las fuerzas que realmente controlan las riendas de la estrategia estadounidense y su discurso justificando el refuerzo del contingente norteamericano en ese país asiático sigue, línea por línea, los argumentos expuestos por el ex presidente George W. Bush cuando hablaba del “revólver humeante” que Saddam Hussein sostenía en su mano y de la necesidad de un rediseño democrático para el Medio Oriente. Con una desfachatez apabullante Obama nos sirve frases como queaunque el actual gobierno afgano está manchado por el fraude…, la reciente elección produjo un gobierno que es consistente y coincidente con las leyes y la Constitución de Afganistán”… Cómo un gobierno elegido en forma fraudulenta puede ser coincidente con las leyes y la Constitución de su país, fue un punto que Obama no se molestó en explicar.

También es insoportable escuchar al presidente norteamericano sosteniendo el socorrido argumento de que “al revés de lo que acontecía con las grandes potencias del pasado, Estados Unidos no busca la dominación del mundo”. Que estas palabras llenas de viento tengan curso y puedan ser aceptadas al menos por una considerable parte del pueblo norteamericano, a pesar de los numerosos intelectuales y de las corrientes de opinión que atacan y desnudan esta verborragia hipócrita, es indicativo de la necedad de ese público habituado a vivir en una cápsula gigante, alimentado con mentiras y fábulas, y repantigado en su autosatisfacción.
Tan solo el estallido de un sopapo monumental podrá despertarlo de esa beatería autocomplaciente

3 de diciembre de 2009

Integración o Muerte II


MANUEL UGARTE, EL PROFETA OLVIDADO
por Roberto Bardini

Es uno de los grandes personajes de Argentina y posiblemente de Iberoamérica en la primera mitad del siglo XX. En su época influyó en dirigentes de todo el continente, pero continúa siendo un gran desconocido en su patria. Nacido el 27 de febrero de 1875 en el barrio porteño de Flores, en las siguientes siete décadas su nombre se menciona poco en las noticias a pesar de su permanente actividad literaria y política. Fallece el 2 de diciembre de 1951 en Niza (Francia) y desaparece de los comentarios bibliográficos, las antologías y las librerías.

Ugarte pertenece a una familia tradicional. Estudia en el Colegio Nacional de Buenos Aires, asiste al Jockey Club, practica esgrima, lee y escribe poesía. El escritor Pedro Orgambide recordó en 2003 que en últimos años del siglo XIX Manuel vive en París, “como correspondía a un rico, joven y culto caballero argentino, aficionado a las mujeres, al teatro y la poesía galante”. Lo describe como un bon viveur y dice que “nada hacía sospechar a los parientes y amigos el giro que tomaría su vida apenas se iniciara en la política”.

Entre los amigos de Ugarte se cuentan Alfonsina Storni, Alfredo Palacios, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, Manuel Gálvez y Ernesto Palacio. También trata con la chilena Gabriela Mistral, el uruguayo José Enrique Rodó, el peruano José Santos Chocano, el nicaragüense Rubén Darío, los mexicanos Amado Nervo y José Vasconcelos, los españoles Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Pío Baroja, los franceses Henri Barbuse y Jean Jaurés; es decir, con los más destacados intelectuales de principios del siglo XX. Rubén Darío, Unamuno y Baroja le prologan sus primeros libros. Barbuse, director de la revista Monde, lo incluye en el comité editorial junto con Albert Einstein, Máximo Gorki y Upton Sinclair.

Autor de treinta libros, la mayoría publicados fuera del país, Manuel Ugarte es un socialista criollo de la generación del 900 que impulsa la unidad hispanoamericana. Denuncia al imperialismo yanqui desde 1901 –por sus intervenciones en América Central y el Caribe– hasta el año de su muerte, por la guerra de Corea. A principios del siglo XX escribe: “Actualmente los grandes diarios nos dan, día a día, detalles a menudo insignificantes de lo que pasa en París, Londres o Viena y nos dejan, casi siempre, ignorar las evoluciones del espíritu en Quito, Bogotá o Méjico. Entre una noticia sobre la salud del emperador de Austria y otra sobre la renovación del ministerio del Ecuador, nuestro interés real reside naturalmente en la última. Estamos al cabo de la política europea, pero ignoramos el nombre del presidente de Guatemala”.

Hombre de barricadas

En 1904, Ugarte asiste como delegado al Congreso de la Internacional Socialista en Amsterdam. Tres años después, participa en Stuttgart de otro Congreso de la IS, en el que participan Vladimir Ilich Lenín, Rosa Luxembugo, Jean Jaurés, Karl Kautsky y Gueorgui Plejánov.

De 1910 a 1913, Ugarte recorre toda la América hispana, da conferencias y es aclamado en 20 capitales. Ya no predica el internacionalismo proletario sino la construcción de la Patria Grande, la gran nación iberoamericana. Es un socialista que rechaza trasplantar experiencias europeas: “El socialismo debe ser nacional”, dice en 1911. Al año siguiente escribe: “Bajo ningún pretexto podemos aceptar la hipótesis de quedar en nuestros propios lares en calidad de raza sometida. ¡Somos indios, somos españoles, somos latinos, somos negros, pero somos lo que somos y no queremos ser otra cosa!”.

Agentes secretos de las distintas embajadas de Estados Unidos le siguen los pasos en Cuba, Santo Domingo, México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Funcionarios diplomáticos norteamericanos le piden a las autoridades locales que impidan su participación en actos públicos. A pesar de todo, llena teatros y plazas, participa en manifestaciones callejeras, es orador de barricada y reúne a multitudes.

Ugarte continúa su gira y llega a Bolivia. Pronuncia un discurso en La Paz, interrumpido por las ovaciones de un público entusiasta. El embajador estadounidense lo critica duramente y el escritor lo desafía a batirse a duelo. Debe intervenir el representante diplomático para evitar el enfrentamiento.

La Patria y los ferrocarriles ingleses

En noviembre de 1915, con su propio dinero, Manuel Ugarte funda en Buenos Aires el diario La Patria. Comienza una cruzada que hasta entonces nadie se había atrevido a encarar en Argentina: la denuncia del imperialismo inglés. El país es prácticamente una semicolonia británica, pero nadie parece percibirlo. A principios de 1916, el escritor analiza tempranamente uno de los factores que permitían la penetración económica de Gran Bretaña: los ferrocarriles.

Uno de los problemas que más nos interesa, fuera de toda duda, es el de la explotación de nuestros ferrocarriles por empresas de capital foráneo, cuyos intereses, de conveniencias motivadas por su misma falta de arraigo y su origen, son fundamentalmente opuestos a los intereses de la república”, escribe Ugarte. “Las empresas ferroviarias son todas extranjeras: capital inglés, sindicatos ingleses, empleados ingleses […]. Lleva la empresa noventa y ocho probabilidades de obtener pingües ganancias contra dos de obtenerlas… regulares; de perder, ninguna. […] Y este dato merece ser tenido en cuenta al ocuparse de los ferrocarriles como origen de nuestra atrofia industrial”.

Asfixiado económicamente, el 15 de febrero de 1916 La Patria publica su último número. Ante la primera gran guerra europea del siglo XX, que muchos insisten todavía en denominar “mundial”, Ugarte propone la neutralidad. El diario dura menos tres meses en medio del boicot que le hacen los nacionalistas –que lo consideran socialista– y los socialistas, que lo ven como nacionalista. Más tarde, durante la segunda gran guerra europea, el escritor afirmará que mucho se habla en Iberoamérica acerca de las presuntas amenazas alemana y japonesa, pero nada se dice sobre el real saqueo británico y estadounidense.

En abril de 1918, cuando se funda en Córdoba la Federación Universitaria Argentina (FUA), Ugarte es el principal orador del encuentro. Ese año se autoexilia en España y luego pasa a Francia. Retorna 17 años más tarde.

En la década del 20, los principales líderes de la Revolución Mexicana le escriben a Ugarte y le agradecen su apoyo. Augusto César Sandino, el “general de hombres libres”, también le envía una carta desde Nicaragua, reconoce su respaldo a la lucha contra los marines yanquis y dice que lo ve como una de las figuras más importantes del patriotismo latinoamericano. Dos grandes dirigentes peruanos lo alaban: Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), lo considera el precursor de esta organización; José Carlos Mariátegui afirma que el escritor argentino es uno de las más prestigiosos personajes de América hispana.

El apóstol vencido

En mayo de 1935, en plena Década Infame, Ugarte regresa a Argentina. El semanario Señales, del grupo FORJA, es el único periódico que informa sobre su llegada; la gran prensa lo ignora. En 1937, el escritor se va nuevamente del país.

El patriota iberoamericano regresa a Buenos Aires en marzo de 1946, después del triunfo electoral del entonces coronel Juan Domingo Perón. “Más democracia que la que ha traído Perón, nunca la vimos en nuestra tierra. Con él estamos los demócratas que no tenemos tendencia a preservar a los grandes capitalistas y a los restos de la oligarquía”, declara. Y luego escribe: “Todos los presentimientos y las esperanzas dispersas de nuestra juventud, volcada un instante en el socialismo, han sido concretadas definitivamente en la carne viva del peronismo, que ha dado fuerza al argentinismo todavía inexpresado de la Nación. Ahora sabemos lo que somos y a dónde vamos. Tenemos nacionalidad, programa, derrotero”.

El 31 de mayo, el historiador Ernesto Palacio lo acompaña a la Casa Rosada y le presenta al nuevo presidente, quien le ofrece el puesto de embajador en México. A los 71 años, es la primera y única vez que Ugarte recibe un reconocimiento oficial en su país. Pero los diplomáticos “de carrera” lo boicotean. Desinteligencias con el personal de la propia embajada lo obligan a regresar a Argentina en junio de 1948. Lo envían a Nicaragua, donde no se encuentra muy a gusto. A principios de 1949 lo trasladan a la representación en Cuba, donde persisten las intrigas de algunos funcionarios, y en enero de 1950 presenta su renuncia. Por problemas de salud, regresa a su casa alquilada en Niza.

El poeta peruano Alberto Hidalgo, quien trata a Ugarte en los años 40, lo describe viviendo humildemente, como un proscrito: “Yo quiero llamar la atención de un país sobre este hombre, al que no puede dejarse perecer en la pobreza o en el olvido, aunque fuese, si no tuviera otros méritos, sólo por esto: por haber sido el apóstol de los ideales americanistas, por haber gastado su fortuna recorriendo nuestras repúblicas a fin de despertarlas y hacerles ver el peligro que las acecha. Y es por ello que, aunque la Argentina lo tenga olvidado, el nombre de Manuel Ugarte no morirá nunca en la conciencia de América”.

En noviembre de 1951, Ugarte vuelve a Buenos Aires. Él mismo explica la razón del viaje: “No he pertenecido nunca al bando de los adulones y si hago ahora esta afirmación, si he vuelto especialmente de Europa a votar por Perón, es porque tengo la certidumbre absoluta de que alrededor de él debemos agruparnos, en momentos difíciles que atraviesa el mundo, todos los buenos argentinos”.

Poco después regresa a Niza. El 2 de diciembre de 1951 lo encuentran muerto en su casa. Aunque oficialmente se considera que la muerte fue “accidental”, en los medios literarios y políticos se presume que él mismo decidió poner punto final a su vida. Los suicidios de Horacio Quiroga en 1937, Alfonsina Storni y Leopoldo Lugones en 1938, y de Lisandro de la Torre en 1939 habían conmovido a Ugarte, quien afirmó que la suya era una generación vencida. La historiadora Liliana Barela no descarta que “exiliado, solitario, excluido y desilusionado, pudiera sentirse vencido y tentado a adoptar el camino que eligieron tantos compañeros que integraron su malograda generación”.

La conspiración del silencio

Entre la obra poética de Manuel Ugarte se destacan Palabras (1893), Poemas grotescos (1893), Versos (1894) y Vendimias juveniles (1907). También es autor de narraciones cortas: Cuentos de la Pampa (1903) y Cuentos argentinos (1908). Dentro de sus relatos de viaje figuran Paisajes parisienses (1901), Crónicas de boulevard (1902) y Visiones de España (1904). Sus ensayos literarios incluyen El arte y la democracia (1905) y La joven literatura hispanoamericana (1906). Los textos sociopolíticos abarcan El Porvenir de América Española (1910), La Patria Grande (1922), El destino de un continente (1923) y La Reconstrucción de Hispanoamérica (1951).

¿Cuál fue el trato que recibió Ugarte en Argentina? A este auténtico polígrafo –autor de novelas, cuentos, poesías y ensayos– las autoridades universitarias le niegan una cátedra de Literatura. Los representantes de la cultura oficial también rechazan la propuesta de Gabriela Mistral –quien lo denomina “el maestro de América Latina”– para considerarlo candidato al Premio Nacional de Literatura.

El Partido Socialista, de orientación liberal conservadora, lo expulsa dos veces, a causa de sus “desviaciones nacionalistas”. En 1910 se realiza un nuevo congreso de la Internacional Socialista en Copenhague, pero esta vez viaja el dirigente Juan B. Justo desde Buenos Aires, en lugar de designar a Ugarte que se encontraba en París. El diario La Nación comienza a rechazarle artículos. Sus libros El Porvenir de América Española, La Patria Grande, El destino de un continente y La Reconstrucción de Hispanoamérica, se editan en el país recién dos años después de su muerte, por iniciativa de Jorge Abelardo Ramos en la pequeña editorial Coyoacán. Ugarte muere enfermo y sin un centavo, lejos de Argentina. Poco antes, comenta: “En otras partes se fusila, es más noble”.

¿A qué se debe esta conspiración del silencio? En el prólogo a La nación latinoamericana, editado en Venezuela, Norberto Galasso da algunas claves: los representantes de la generación del 900, “a pesar de las enormes presiones, los silencios y los acorralamientos, han logrado hacerse conocer en la Argentina y en América Latina desde hace años. De un modo u otro, esterilizándolos o deformándolos, tomando sus aspectos más baladíes o resaltando sus obras menos valiosas, han sido incorporados a los libros de enseñanza, los suplementos literarios, las antologías, las bibliotecas públicas, las sociedades de escritores, las aburridas conferencias de los sábados, los anaqueles de cualquier biblioteca con pretensiones”.

Galasso señala que Ugarte, en cambio, “ha corrido un destino diverso: un silencio total ha rodeado su vida y su obra durante décadas convirtiéndolo en un verdadero «maldito», en alguien absolutamente desconocido para el argentino medianamente culto que ambula por los pasillos de las Facultades. No es casualidad, por supuesto. La causa reside en que, de aquel brillante núcleo intelectual, sólo Ugarte consiguió dar respuesta al enigma con que los desafiaba la historia y fue luego leal a esa verdad hasta su muerte. Sólo él recogió la influencia nacional-latinoamericanista que venía del pasado inmediato y la ensambló con las nuevas ideas socialistas que llegaban de Europa, articulando los dos problemas políticos centrales de la semicolonia Argentina y de toda la América Latina: cuestión social y cuestión nacional. […] De ahí la singular actualidad del pensamiento de Ugarte y por ende su condena por parte de los grandes poderes defensores del viejo orden”.

Muerto en vida


En “Redescubrimiento de Ugarte”, publicado en febrero de 1985, Jorge Abelardo Ramos escribe: “[…] en la irresistible Argentina del Centenario, orgullosa y rica, el emporio triguero del mundo, no había lugar para él. No solamente porque, como decía Miguel Cané, escribir una página desinteresada en Buenos Aires equivalía a recitar un soneto de Petrarca en la Bolsa de Comercio, sino a causa de que Ugarte iría a desenvolver su vida contra la lógica de la factoría euro-porteña: era socialista, aunque criollo y católico; argentino, pero hispanoamericanista. Si bien es cierto que lucharía por la neutralidad en las dos guerras inter-colonialistas del siglo, debería hacerlo contra la opinión dominante del rupturismo demo-izquierdista favorable a las potencias democráticas; más tarde, asumiría la defensa de la industria nacional y de la clase obrera en un país agropecuario, librecambista y antiobrero”.

El luchador social se había convertido en “un muerto civil” mucho tiempo antes de fallecer, apunta Ramos. “Sin el respaldo de un partido, de una capilla, de los grandes diarios o del orden vigente, ningún editor manifestó nunca el menor interés por publicar algún libro de Ugarte. Semejante maravilla se explica porque la formación del gusto público, en 1914 o en la actualidad, corría por cuenta de los intereses creados por la oligarquía anglófila y su dócil clientela de la clase media urbana, en suma, el cipayo ilustrado, que se cultiva a la orilla de los grandes puertos de la América Latina”.

Ramos recuerda: “En noviembre de 1954, organicé una Comisión de Homenaje. Recibimos los restos de Ugarte en el puerto de Buenos Aires […]. Un silencio sepulcral reinaba sobre la República, en cuyo subsuelo toda la reacción conspiraba. Pugnaban por derribar a Perón tanto la agónica partidocracia democrática, como la izquierda cosmopolita y el nacionalismo puramente retórico de ciertos grupos de la derecha antiobrera. […] Enseguida organizamos en el salón Príncipe George un Funeral Cívico en su homenaje. Hablaron en el acto Carlos María Bravo, Rodolfo Puiggrós, John William Cooke y yo. […] A pesar de la tensión reinante, congregamos unas cuatrocientas personas. Salvo el presidente Perón, que envió un telegrama de adhesión, ni el gobierno ni el peronismo oficial se hicieron presentes. Y, va de suyo, nadie de la «inteligentzia» llamada argentina. Soplaba un viento gélido y en el espíritu colectivo palpitaban sórdidos presagios. La contrarrevolución democrática estaba en marcha”.

En el capítulo XII de Historia de la nación latinoamericana, Ramos dedica varias páginas al trágico destino de este luchador visionario y el silenciamiento sistemático de su vida y obra. Se transcriben sólo dos párrafos:

“El irritado silencio que ha rodeado siempre a la figura de Ugarte no sólo es necesario atribuirlo al papel de «emigrado interior» del intelectual del 900 en las semicolonias, sino al «leprosario político» en el que la oligarquía y sus amigos de la izquierda cipaya recluyen a los hombres de pensamiento nacional independiente. A principios de siglo al escritor latinoamericano no le quedaba otro recurso que enmudecer o emigrar. Las pequeñas capitales de la nación «balcanizada», aún la más presuntuosa, como Buenos Aires, habían sustituido la función social del escritor con el libro español o francés.

“[…] En 1945, cuando en la Argentina el país estaba polarizado entre Braden y Perón, Ugarte regresó después de muchos años de ausencia y estuvo contra el embajador Braden, al mismo tiempo que la inmensa mayoría de la intelligentzia argentina y latinoamericana se pronunciaba contra Perón. El coraje moral de estar contra los mandarines, ese coraje no le faltó jamás a Ugarte y esa es la razón del silencio profundo que envuelve su persona y su obra”.

El artículo sobre Ugarte de Pedro Orgambide –el último que escribió antes de morir el 19 de enero de 2003– sostiene: “No fue profeta en su tierra. Es, aún, el gran olvidado del pensamiento político argentino. En cambio, sus ideas impulsaron la acción de hombres como el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre o el nicaragüense Augusto César Sandino. Su nombre es citado con frecuencia en otros países de América latina; pocas veces en la Argentina. […] No gana plata con la política. Al contrario: por ella, pierde su fortuna. Y por su heterodoxia, se le cierran las puertas de la cultura oficial. […] Su figura disgusta a algunos sectores clericales y políticos por lo que cansado de pelear renuncia. […] Más retaceada es su influencia aquí, en el llamado «pensamiento nacional», y poco reconocida su incidencia en el origen de la «tercera posición» de nuestro país, en tiempos de la guerra fría”.



Textos consultados

Liliana Barela, Vigencia del pensamiento de Manuel Ugarte, Leviatán, Buenos Aires, 1999.

Norberto Galasso, Manuel Ugarte, EUDEBA, Buenos Aires, 1973.

Jorge Abelardo Ramos, Historia de la nación latinoamericana, A. Peña Lillo Editor, Buenos Aires, abril de 1968.

Pedro Orgambide, “El largo viaje de Manuel Ugarte por América Latina”, Clarín, Buenos Aires, 26 de enero de 2003.

Manuel Ugarte, La nación latinoamericana (compilación, prólogo, notas y cronología de Norberto Galasso), Biblioteca Ayacucho, Caracas, noviembre de 1978.