Nos mudamos a Dossier Geopolítico

18 de diciembre de 2006

Bolivia y Los Separatismos

articulo que analiza la importancia de los hechos que están ocurriendo en nuestra frontera norte, con las movilizaciones por las "autonomías" de la "media luna Boliviana", creo que por su trascendencia e influencia en nuestra política regional debemos tomar conocimiento y urgentes medidas par evitar la balcanización de ese País, y así salvar el proceso de integración del Cono Sur, hoy en grave riesgo.-


Bolivia y los Separatismos

El heartland o corazón del continente suramericano esta en conflicto, las noticias que no llega desde la Republica de Bolivia no pueden ser mas desalentadoras, ya que en los últimos días se están desarrollando acontecimientos que tienden progresivamente a una crisis que no sabemos cuales serán las consecuencias finales.

Hace ya mas de un año en un articulo que publicamos como parte de los conflictos regionales alertábamos sobre: los separatismos, (1) una nueva tendencia que se basaba en antiguos conflictos irresolutos e incentivar las diferencia entre pueblos ya sea por origen, por raza o por riqueza que debemos reconocerlo son apoyado por factores externos interesados en los recursos.Creo que hemos sido mas que insistente en demostrar que el mundo esta en un proceso de reacomodamiento en grandes bloques por lo menos en los países centrales esa tendencia se profundiza en lo que los hemos definido como “Bloques Continentales Económicos(2), y como consecuencia de ese reacomodamiento se libra una lucha por el “Control de los Recursos Naturales(3), por ello la acción de profundizar nuestra alianza estratégica tomando como base el núcleo fuerte de Argentina y Brasil como base para una conformación ampliada en un nuevo Espacio “Continental Económico” Suramericano.

Hoy esta posibilidad esta en riesgo, el Gobierno Boliviano puede tener “buenas intenciones”, pero “una buena política se mide por su eficacia y no por su intenciones”, y la realidad que nos esta planteando el panorama político de Bolivia es que Evo Morales no gobierna a la totalidad de Bolivia, que se profundiza el conflicto Oriente vs. Occidente, que se estigmatiza, a unos como blancos y otros como indios, y déjemelo bien en claro a esta altura de la historia del Continente todos somos criollos.
Que todos estos falsos paradigmas solo sirven a los diferentes sectores económicos políticos para sacar la mejor tajada posible de los conflictos que fogonean y que lanzan a la lucha callejera a la gente a ser sacrificados por intereses que no entienden y ni los favorece.Bolivia como bien lo expresara el filosofo Alberto Buela: “…..Bolivia necesita una constitución federal que contemple además de la representación partidocrática una representación estamental que defienda su diversidad cultural. Pero claro, esto es demasiado pedirle a la dirigencia boliviana ganada por el discurso multiculturalista norteamericano (García Linera), el discurso marxista-indigenista de Evo y el discurso liberal-burgués de la oposición”.

La Argentina no puede hacerse la desentendida, y debe operar con su socio estratégico Brasil, para lograr hacer un pívot que desde Santa Cruz de la Sierra, fortalezca un centro para la construcción de la una Geopolítica auténticamente Suramericana y no dejarla librada a elementos que desde Europa o EEUU fogonean los conflictos para sacar gigantescas ventajas económicas incentivando los rencores. Ya en esa Ciudad se instalo la Confederación Internacional por la Libertad y Autonomía Regional (CONFILAR), ONG que nuclea a los autonomistas de la Provincia de Zulia en Venezuela y Guayaquil del Ecuador y que lo preside un dirigente de Santa Cruz de la Sierra. Estos tienen el apoyo de los sectores liberales económicos y de las grandes empresas afectadas por la ola de renacionalización que circula por América del Sur después del fracaso Neoliberal.

Digámoslo con todas las letras un crisis grave en Bolivia nos afectara a los Argentinos y no solo en el suministro del Gas o Petróleo, sino por las consecuencia de que rompe y desconecta el norte Argentino de toda una región donde tenemos intereses e inversiones, además del drama social que conllevaría si se producen enfrentamientos armados, que por el momento están controlados, (el Ejercito Boliviano denuncio el robo de armas a unidades militares por elementos autonomistas), no podemos olvidar que por causas similares se inicio el conflicto en la ex Yugoslavia que termino en una guerra que disolvió a ese País y no tenia las riquezas que tiene la media luna Boliviana .

También, es tema de permanente preocupación para nuestro futuro mediato todo lo que ocurre en el otro extremo de nuestra frontera Norte la llamada Triple frontera, donde recientes denuncias del Departamento del Tesoro de EEUU indicaron que financistas de los grupos terroristas internacionales operan desde Ciudad del Este, denuncia que fue rechazada tanto por Argentina, Brasil y Paraguay, pero la administración Bush sigue con su política de militarizar todo conflicto, no olvidemos que tenemos la Base de mariscal Estigarribia desde donde monitorean la Triple Frontera y están cerca de Santa Cruz de la Sierra, que dicha base aérea permite el traslado de tropas y equipo pesado para intervenir en cualquiera de los dos lugares referenciados anteriormente en el caso de que ocurriera conflictos graves (4).

Esta Argentina, debe sacudirse su aletargamiento y conocer este cuadro de situación (por lo menos en sus cuadros dirigenciales), y comprender estos factores que nos afectaran a todos los habitantes del País, mas si se desmadra la situación antes mencionada, a lo cual debemos sumar el conflicto internacional con Uruguay por las pasteras que todos en su conjunto ponen en juego las relaciones de los Países del Cono Sur. Como vemos el camino de la integración esta lleno de dificultades y nos debe llevar a pensar en sacrificios para logra el objetivo mayor que es impedir la balcanización y fortalecer nuestro “Espacio continental Económico” propio, y para ello debemos defender nuestro heartland o corazón del continente suramericano.

16 de Diciembre de 2006.
Lic. Carlos A. Pereyra Mele

Fuentes
1.- Cuidado con los eparatismos:http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article468
2.-Nuevos Escenarios Mundiales en el Siglo XXI.http://www.tinku.org/news_item.asp?NewsID=1429
3.- La Lucha por los Recursos naturales: http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article2342
4.- Base Militar en el Corazón de Suraméricahttp://www.espacioseuropeos.com/hmvisor.aspx?NewsID=94

© (2006) Lic. Carlos A. Pereyra Mele
Todos los derechos reservados.
Para reproducir citar la fuente.

13 de diciembre de 2006

Humanismo Económico y Plan Esperanza

Exponemos en este artículo los principios del Humanismo Económico y el Plan Esperanza, que desde hace varios años viene promoviendo el Dr. Luís E. Di Marco, desde su Fundación CIEC y la Cátedra Universitaria en la Facultad de Ciencia Económica de la Universidad Nacional de Córdoba, para que con este aporte intelectual se profundice la discusión sobre la posibilidad de un cambio real en lo económico en el Continente Suramericano fuera de los parámetros que nos dictara el Neoliberalismo de los últimos años en la región como única alternativa económica posible.-Córdoba, Diciembre 2006Lic. Carlos A. Pereyra Mele

Desde el CIEC hacia A. Latina
EL HUMANISMO ECONÓMICO COMO UNA OPCIÓN REALISTA

Luis Eugenio Di Marco*
Fundación CIEC,
y Universidad de Córdoba

Sumario
I. Breve Introducción
II. Qué es el Humanismo Económico
III. El Plan Esperanza como estrategia viable
IV. Observaciones finales
A modo de Apéndice
Referencias básicas


I. Breve Introducción
En esta nota se presenta al Humanismo Económico, nacido en el Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba hacia 1975, como una estrategia válida para transformar la economía hacia una sociedad para todos, participativa, donde se respete al hombre como persona y como comunidad. En la consecución de su objetivo, el ensayo define qué es el Humanismo Económico tanto desde una perspectiva principista como desde los fundamentos del análisis económico. Enseguida se presenta el Plan Esperanza como la estrategia macro creada en la Argentina para la solución de los problemas socioeconómicos desde semejante perspectiva. Finalmente, se incluyen las observaciones finales y ellas tienen que ver con la expansión de los ideales del Humanismo Económico tras las importantes Jornadas realizadas por el CIEC y su Red de Centros en la Universidad Nacional de Córdoba (Agosto de 2006). Cierran el informe un breve informe sobre la Declaración CIEC en las recientes Jornadas Internacionales de Estrategias Macro y las referencias básicas utilizadas.

II. Qué es el Humanismo Económico
Hacia 1975, se comenzaba a trabajar, desde el modelo de la ciencia económica, esto es, utilizando el instrumental científico del análisis ortodoxo en la dirección apuntada por el CIEC—desde los principios—fundar una sociedad de, para y por el hombre, eso busca el Humanismo Económico como objetivo básico. Desde el análisis económico, privilegia temas tales como la distribución del ingreso, la pobreza, la marginalidad, el gasto social en educación, salud y vivienda, la presencia del territorio en la formulación de la política, el federalismo económico y fiscal para disminuir las diferencias históricas de las regiones dentro de un país como la Argentina, y ahora también en todos los países de América Latina.

III. El Plan Esperanza como estrategia viable
Hacia el mes de Mayo de 2002 se iniciaba, en el CIESSL, Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de San Luis, el camino. Se planteaban las bases metodológicas de una realidad cada vez más asequible. Y los resultados fueron llegando. Tras esas I Jornadas Nacionales del Plan Esperanza, hechas por el centro puntano, vinieron las cordobesas organizadas por el CIEC, Octubre del 2002. Fueron las II Jornadas Nacionales con la presencia de muchos CIES de todo el país, donde se elaboraron microemprendimientos, pensados como “disparadores” de desarrollo sustentable con equidad social.
Luego, más especificas, fueron las III Jornadas del Plan Esperanza, en las Universidades Nacional del Litoral y Católica de Santa Fe, donde se aprobó el I documento. Quedaron las bases para las IV Jornadas Nacionales, Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Paraná. Se contó con el auspicio de sus autoridades que en gesto fraterno, recibieron a los miembros de los distintos CIES de la Red del Humanismo Económico—docentes investigadores de 12 Universidades argentinas—, 17 y 18 de diciembre de 2003.
Del acto de cierre se destacan las palabras tanto del decano de la FCE-UNER, Profesor Eduardo Muani—“…esfuerzos como este merecen el apoyo irrestricto de la Universidad, y ello porque ofrecen una estrategia de desarrollo alternativo, donde priva lo humano, lo social, sin dejar los aspectos tecnocientíficos”—y de nosotros mismos—“….el Humanismo Económico se terminará imponiendo por el peso de su propia fortaleza, y ella no es otra que de creer en el hombre, en todos los hombres, que forjan la Patria de nosotros, los Argentinos”.
En las III Jornadas Nacionales (Santa Fe, Marzo 2003) se analizaron y aprobaron tres aspectos (I Documento del Plan Esperanza): a) La solución del Humanismo Económico al problema de la deuda internacional (se condensa en un modelo de óptimo condicionado, donde junto a las restricciones económicas, se incluye la brecha social). Existe una monografía ocasional CIEC de su Director, “El ajuste estructural como óptimo condicionado: una solución alternativa a la ortodoxia clásica”, 2003.
b) Políticas económicas y sociales desde el Humanismo Económico: compendiadas en 12 puntos. La persona, principio y fin. Las políticas sociales. Priorizar la educación. La deuda externa. La economía solidaria. Instrumentos fiscales, monetarios y cambiarios. El papel de la banca. Empleo, ingresos, tarifas. La integración social y económica. El equilibrio territorial. Los valores del Humanismo Económico y la Administración Kirchner. Responsabilidad social de los intelectuales.
c) Análisis Regional: lineamientos básicos de la política económica y social.
(Este documento puede consultarse en la revista del Centro, Informe Económico CIEC, Año XXIV-93, Marzo de 2003).

El II Documento incluye 10 capítulos que comprenden las 24 jurisdicciones políticas argentinas ordenadas en 10 regiones, según definiciones acordadas por el CIEC y la Red de Centros. Estas son:
- Región Norte (Jujuy y Salta)
- Región Noroeste (Tucumán y Santiago del Estero)
- Región Andina (Catamarca y La Rioja)
- Región Noroeste (Corrientes, Formosa, Chaco y Misiones)
- Región Centro ( Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos), creación analítica del CIEC.
- Región Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luís)
- Región Comahue ( La Pampa, Neuquén y Rio Negro)
- Región Metropolitana (Capital Federal)
- Región Bonaerense (Buenos Aires)
- Región Patagónica ( Chubut, Santa cruz y Tierra del Fuego)
El contenido de los capítulos indica que en cada región se hace “una visión global”. Ella condensa el estudio de las provincias involucradas, con algún anticipo ya sea de los aspectos salientes de la realidad, o de recomendaciones de política. Enseguida viene el informe de cada uno de los Estados argentinos, bajo una armonización de lenguaje y contenido.
Del estudio regional se reconocen tres aspectos. la economía pública: fuerte crisis en lo financiero que debilita la capacidad de absorción del Estado; ello impide, desde una perspectiva institucional, la formación de capital en las regiones; la economía de mercado: así, en las Regiones Cuyo, Centro y Sur se detectan avances en términos de la calidad productiva, y también en función de nuevas inversiones, cosa que no sucede en la Región del Noa; se ha detectado un asociativismo débil en los emprendimientos, y una incorporación de tecnologías intensivas en capital en todas las regiones que comportan el Plan Esperanza; la economía social: se observa un fuerte incremento de los actores involucrados. Las estadísticas presentadas en las IV Jornadas permiten reconocer una significativa reducción del desempleo y de la pobreza, sin que ello signifique que haya sustentabilidad económica en el circuito productivo (en el medio se halla la actividad turística, capaz de integrar las economías pública, de mercado y social).
(Los aspectos básicos del II Documento pueden consultarse en Informe Económico CIEC, Año XXIV-96/97, Dicbre. 2003 y Marzo 2004).
Finalmente, el III Documento quiere ser un aporte concreto desde las bases mismas de la economía. Se aprobó en las V Jornadas Nacionales—Santa Fe, 1-2 de Octubre de 2004, UNL y UCSF—y se refiere a “El Humanismo Económico crece desde los Emprendimientos Conjuntos para afianzar la Territorialidad patria” (cfr., en Informe Económico CIEC, Año XXV-98-99, Noviembre de 2004). A modo de síntesis, y como se lee en el propio III Documento, se busca lograr una integración económica de las distintas regiones que conforman la Argentina vía los emprendimientos conjuntos. La idea es lograr que distintas formas empresariales—y ello incluye la economía solidaria de cooperativas y mutuales—puedan hacer “aventuras conjuntas” entre distintos lugares de la geografía nacional para compartir tecnologías (“saber cómo”), intercambiar bienes y servicios (“desarrollar el flujo de bienes doméstico”, o sea, entre argentinos), compartir habilidades administrativas (“manejo empresarial”), etc. Los CIES ofician de “puente” para que los interesados trabajen en forma conjunta, y mientras ellos logran los lógicos nuevos ingresos de la actividad económica, el Humanismo Económico tiene lo suyo: la consolidación de una economía integrada en términos solidarios, la remuneración digna tanto de empresarios como de trabajadores, etc., principios básicos de una sociedad con el rostro del hombre.

IV. Observaciones finales
El siglo XX tuvo 2 modelos que fueron practicados desde la política económica. Más allá de ciertos aspectos rescatables, se observa que tanto el capitalismo neoliberal como el socialismo de estado—en particular, desde una perspectiva de los valores humanos—han fracasado (cfr., L. E. Di Marco, 2006b, pp. 23-31). Veamos algunos aspectos para el cambio desde la óptica del Humanismo Económico.
Así, tanto en los antiguos países socialistas y en muchos de América Latina se han realizado corruptos procesos de privatización capitalista que son no sólo impopulares sino alejados de todo perfil eficientista, y con ganancias elevadas (por no decir muy exageradas: superan largamente las obtenidas por los “inversores” en el país de origen). Una política transparente desde el Humanismo Económico buscaría renacionalizar todos los activos privatizados ilegalmente, tal vez con la forma de sociedades mixtas de los sectores privado y público, bajo estrictos estándares empresariales.
En lo relativo a lo macro, se estima que la planificación descentralizada, con un papel razonable y necesario del Estado, debe hacerse bajo una agenda equilibrada de medidas de política económica, directas e indirectas. Ellas deben privilegiar un sistema tributario progresivo—que no castigue al consumo de las mayorías, y dibuje una equitativa distribución de la renta nacional. Estos son ingredientes—que hacen a una economía de la Justicia—de un Humanismo Económico activo que los funcionarios no deben soslayar.
En lo relativo al gasto, tanto público como privado, se deben privilegiar las erogaciones sociales en educación, salud y vivienda que, con la federalización del gasto en infraestructura (caminos, comunicaciones, servicios financieros y previsionales, etc.), sirvan para construir una economía para todos. Tal sociedad participativa es un baluarte del Humanismo Económico.
La defensa de la forma republicana y democrática en su más pura expresión, es un requisito institucional para lograr una economía ordenada al bien común de la sociedad (en su no adopción estriba el fracaso tanto del capitalismo neoliberal como del socialismo soviético). No hay porcentajes poblacionales a salvar, sino que todos los ciudadanos de una Nación tienen derecho a una vida digna, y ello significa un razonable poder de compra para todos los que trabajan, y el acceso al empleo debe ser un derecho consagrado formalmente. Así lo pregona el Humanismo Económico—cfr., I Documento aprobado en las III Jornadas Nacionales del Plan Esperanza, Universidades Nacional del Litoral y Católica de Santa Fe, Santa Fe, Marzo de 2003).
Hoy lo ecológico está en peligro a resultas de las graves crisis que dominan al neoliberalismo y al socialismo histórico: ambas, en su disputa por el poderío militar, tecnológico, científico y económico, no sólo destruyeron el habitat sino que lo descuidaron. Por eso, una preocupación básica de la política del Humanismo Económico será la de construir instrumentos que tiendan a la preservación del medio ambiente, y ello incluye la defensa de toda clase de recursos naturales (los acuíferos, los minerales, etc.) de los pueblos de América Latina.
Alguna vez Jan Tinbergen, Premio Nobel, nos escribió una carta (hacia 1995) hablándonos de la conveniencia de un gobierno mundial. Tal vez, ante el fracaso de las Naciones Unidas (el “caso Iraq” es el más flagrante), pueda pensarse en tal ente colegiado. Más allá de su estructura formal, hay que diseñar un organismo que sea capaz no sólo de ordenar la distribución justa del excedente productivo, sino de garantizar la paz mundial, el imperio de la justicia en todos los países del mundo, una ecología limpia para la humanidad entera. Sólo así se habrán superado los modelos del neoliberalismo y del socialismo histórico.
En suma, el Humanismo Económico pretende sentar las bases para que tal sea: emplear lo bueno de los viejos esquemas pero privilegiar los valores permanentes del hombre como individuo y como sociedad. Tales bases van a permitir construir la sociedad nueva, la civilización solidaria, entre todos los pueblos del mundo, un globo terráqueo donde quepan todos. He ahí, pues, los ideales del Humanismo Económico que, desde la perspectiva científica de la Economía, apunta a contribuir a un mundo humano, y cada vez más humanizable.

A modo de apéndice
Declaración CIEC: Aspectos esenciales
Como una forma de mostrar cómo el Humanismo Económico se va convirtiendo en una expresión continental, se transcriben partes de la Declaración CIEC en las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macro desde el Humanismo Económico (cfr., L. E. Di Marco, ed., 2006a). Como se sabe, uno de los objetivos plasmados en las JORNADAS es que los intelectuales de América Latina elaboren estrategias como el Plan Esperanza de la Argentina.
Desde Chile (el CIES local y la UTEM en Santiago), Bárbara Valenzuela Klagges señala lo siguiente. La historia de América Latina está marcada por la búsqueda constante de respuestas y alternativas de solución a los conflictos sociales en un marco de crisis política, económica, social, ambiental. Mientras tanto, setenta y dos millones de hermanos latinoamericanos viven en pobreza extrema y sufren las secuelas del hambre, el analfabetismo funcional sigue siendo un problema relevante, aún no superado... Cada vez más la educación es un negocio y no un derecho básico para los niños y jóvenes de nuestra región, y se sigue obligando a las comunidades indígenas a desplazarse de sus territorios de origen. El neoliberalismo ha sido marginal al beneficiar sólo a ciertas “élites”, con el consiguiente despojo a la mayoría de los ciudadanos; ha generado un proceso de cambio sin solucionar problemas como la pobreza critica, la mala distribución del ingreso, los abusos laborales y el exterminio de los pueblos indígenas; se han generado graves problemas ecológicos.
Desde el Brasil, Adayr da Silva Ilha señala. Este “paper” apresenta, com base na literatura e nas concepções do Humanismo Econômico (expresión acuñada por el maestro J.H.G. Olivera para identificar las tareas que realiza el CIEC y su Red Argentina de Centros), uma estratégia de crescimento com desenvolvimento humano. Essa estratégia está embasada em duas hipóteses. A primeira é de que o crescimento econômico é condição básica para o desenvolvimento social. Não há como se conseguir mobilidade social, distribuição de renda e redução da pobreza em uma economia estagnada. A segunda é que o Brasil terá de planejar seu desenvolvimento levando em conta a estrutura econômica do país e não em receitas propostas para países pobres e ricos, indiscriminadamente, como é o caso das do Consenso de Washington.
Em síntese, o Continente latino-americano, que possui mais de l/3 de sua população vivendo abaixo da linha de pobreza, precisa de uma política de desenvolvimento adaptada à região conforme propõe o Humanismo Econômico consubstanciado no Plano Esperança. Que economista e demais cientistas sociais associem-se a essa rede coordenada por Luis Eugênio Di Marco, do Centro de Investigações Econômicas de Córdoba, visando alcançar uma América Latina com prosperidade e igualdade.
Desde Cuba, Fabio Grobart Sunshine hacen estas reflexiones. Se estima que la crisis generalizada del llamado “consenso de Washington” y el surgimiento de gobiernos de fuerte origen popular—dirigidos a rescatar la soberanía nacional, las riquezas naturales, el patrimonio étnico-cultural, las funciones políticas, sociales y económicas de los Estados—marcan una era con definidos sesgos sociales que apuntan al desarrollo sostenible de América Latina. Se trata de privilegiar al ser humano en equidad, a una reinserción internacional, donde priven los ideales del Humanismo Económico tan claramente expuestos en estas Jornadas vía los ensayos expuestos. La reciente concreción de la Cumbre presidencial del Mercosur en Córdoba (Julio de 2006), y proyectos como el Alba, “Alternativa Bolivariana para las Américas” impulsado desde Venezuela, Bolivia y Cuba, señalan el camino nuevo del Hemisferio Occidental. Justamente, el ALBA busca proyectos concretos que conduzcan a una integración alternativa por su ética, principios, objetivos y métodos, centrados en el ser humano—sujeto y objeto del desarrollo sostenible. Y ello, vía la inserción participativa con equidad, conducen realmente a la segura liberación de la dependencia en temas clave como la salud, la educación, la vivienda, la energía, el petróleo, el agua, el medio ambiente. Hay, pues, razones para el optimismo: estas I Jornadas Internacionales organizadas por el Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba con la presencia de tan destacados pensadores del Continente latinoamericano son el claro signo de un cambio estructural perdurable. Mejor todavía, lejos de los coqueteos políticos, la reflexión intelectual de las Jornadas permite señalar que los Humanismos Económico y Tecnológico quedarán definitivamente afianzados: prueba de ello, es la consecución de las Jornadas en los años 2008 (Brasil), 2010 (México), 2012 (Venezuela), 2014 (Estados Unidos), 2016 (Chile) y 2018 (Colombia). Como vaticinara un grande de América, José Martí, lo haremos “con todos y para el bien de todos”.
Desde Guatemala, Edgar Durini Cárdenas, hace la siguiente semblanza. El país se caracteriza por la gran diversidad lingüística, étnica y cultural en una sociedad con muchos contrastes. Existen marcadas diferencias socioeconómicas: hay una extrema concentración de la propiedad. La desigualdad del ingreso, producto también de la concentración del poder, se manifiesta en los elevados índices de pobreza. Hay, en Guatemala, elevada indigencia que se manifiesta en un ostensible déficit de consumo, altos índices de desnutrición, deficiencias en salud y asistencia médica. En lo sociocultural, se observan bajos niveles de alfabetización y escolaridad, altos déficit de vivienda, deficientes condiciones ambientales, etc. A ello se suman la baja cobertura y las deficiencias en la prestación de servicios sociales básicos en diversas áreas. De acuerdo con los principales indicadores, Guatemala se encuentra, en suma, entre los países de mayor desigualdad socioeconómica y de más bajo desarrollo humano en la región; ello afecta en mayor medida a la población rural del país, a los pueblos indígenas y a las mujeres. Todo se mantiene por la persistencia de estructuras de exclusión, por las insuficientes tasas de crecimiento económico, por la bajísima carga tributaria, por la ausencia de políticas públicas redistributivas, acompañadas de la falta de voluntad política de los gobiernos y la corrupción generalizada (hay élites sociales con enormes ventajas económicas en detrimento de las mayorías marginadas). Tal realidad es el resultado de directrices neoliberales en la conducción de la economía y la sociedad. En este contexto, los ideales e instrumentos del Humanismo Económico constituyen referentes básicos para la transformación de la realidad histórico-estructural, y la construcción de una nueva sociedad en Guatemala.
Desde México (el CIES local y las Universidades de Guadalajara, Cristina Aparicio Ávila, y Puebla, Aurora Furlong), llegan estas reflexiones. El proceso de mundialización ha impactado vía formas económicas, sociales, políticas y culturales: los modelos de integración son apenas imágenes de dominación. Así, acentúan la pobreza, la competitividad, la migración y nuevas enfermedades, ahondando los desequilibrios ecológicos. Pero existen propuestas novedosas surgidas de la esencia popular en búsqueda de la identidad latinoamericana enmarcada en el sueño de Bolívar y San Martín. Y ello impone que la competencia, por ejemplo, se traduzca en oportunidades reales de desarrollo, y que el avance sea cierto en la consecución del Humanismo Económico. Y en esto el CIEC, Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba, con sus Centros hermanos en la Argentina y en América Latina toda, no están solos. Desde el alma profunda de las naciones, acompañan el “Movimiento de Campesinos sin Tierra” de Brasil; los “Mineros y campesinos” y la “Guerra del Agua” de Bolivia; el “Ejército Zapatista de Liberación” de México; y muchos otros.

A modo de conclusión
Existe, pues, un gran empuje para generar un crecimiento sostenido—protagonizado por hombres y mujeres de pensamiento reunidos en las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macro desde el Humanismo Económico—basado en una distribución igualitaria del ingreso, esto es, una sociedad de iguales. América Latina es la Región más injusta a resultas de las políticas neoliberales (según el Banco Mundial, la décima parte de los más ricos percibe el 48% del ingreso total de la Región, mientras el 10% más pobre recibe apenas el 1,6%). Por ello, se busca una integración dentro de la identidad latinoamericana en la construcción del Humanismo Económico. Esto es necesario porque el neoliberalismo ha aniquilado a los más pobres, y a sus esperanzas, pero jamás podrá eliminar la conciencia y el imaginario de una sociedad nueva, solidaria, con equidad social, sin excluidos. Específicamente, crear “Planes Esperanza” en todos los países de América Latina es el comienzo de un capitalismo social que reemplace al esquema existente que, por su olvido del hombre, camina inexorablemente hacia su fin.
Precisamente, los que ya trabajaron en el Plan Esperanza, dieron su testimonio en las Jornadas Internacionales. Estuvieron presentes la economía solidaria y los disparadores de crecimiento con equidad social—baluartes del Humanismo Económico—que vienen de los CIES (Centros de Investigaciones Económicas y Sociales) de Buenos Aires, del Chaco, de Entre Ríos, de Córdoba, de Corrientes, del Comahue, de La Plata, de la Patagonia, de Río Cuarto, de Salta, de San Juan, de Santiago del Estero, de Tucumán. Y con enorme satisfacción se deben mencionar los esfuerzos en la misma dirección desde Alemania, Brasil—CIESBra, Chile—CiesChi, Colombia—CIESCol, Dinamarca, Estados Unidos, Guatemala—CiesGuat; Inglaterra; México—CIESMex., Puerto Rico, y Venezuela—CIESVen., con una diversidad temática formidable, pero siempre en la búsqueda de la nueva civilización, aquella que convocara a los participantes del V Encuentro Internacional de Economía del CIEC, en la Universidad de Buenos Aires, Agosto de 2005. Tal vez, como se ha sugerido, puede denominarse “socialcapitalismo” al nuevo sistema, pero nosotros preferimos llamarlo Humanismo Económico. Y es así porque, junto a lo estrictamente intelectual, está definitivamente comprometido con el hombre, individuo y sociedad, teniendo también las herramientas para lograrlo (aquellos instrumentos de política elaborados en las 6 Jornadas Nacionales del Plan Esperanza en la Argentina—San Luis, 2001; Córdoba 2002; Santa Fe, 2003; Paraná y Santa Fe, 2004, Córdoba, 2006).
Córdoba, Argentina
Setiembre de 2006.
Referencias básicas
Los documentos del CIEC—entre ellos, los libros de los Encuentros Internacionales de Economía, los 3 documentos finales del Plan Esperanza, la revista Informe Económico CIEC, 102 ediciones trimestrales desde 1980, y la pág. web, www.fundacionciec.org.ar
P. E. Baquero Lazcano, “Desde el Humanismo Económico hacia la Nueva Sociedad”, en L. E. Di Marco, editor, Hacia la Nueva Civilización: Córdoba: Ediciones CIEC, 2005 (Tomo I, del V Encuentro Internacional de Economía, organizado por el CIEC, Universidad de Buenos Aires, Agosto de 2005).
Declaración CIEC, “Los Humanismos Económico y Tecnológico como aportes desde las Ideas para recrear la Patria latinoamericana”, en L. E. Di Marco, ed., América Latina y la construcción del Humanismo Económico (el Plan Esperanza para todo el Hemisferio), Córdoba: Ediciones CIEC, 2006a.
L. E. Di Marco, “El Humanismo Económico, una sociedad para todos: revisión crítica y una propuesta realista”, en L. E. Di Marco, ed., América Latina y la construcción del Humanismo Económico (el Plan Esperanza para todo el Hemisferio), Córdoba: Ediciones CIEC, 2006b.

A. Sen, Development as Freedom. Oxford: Oxford University Press, 1999.
UN., Human Development Report, Cambridge: Oxford University Press, 2000 y 2002.
H. Veltmeyer, Globalization unmasked, Londres y Nueva York: Zed Books, 2001.
I. Wallerstein, Capitalism with capitalist civilization, Londres: Verso, 1995.
­­­­­­­­­­­­_________________________
*L. E. Di Marco es Dr. en Economía por la Universidad de Córdoba, Ph. D. por la University of California, Berkeley, 1974; profesor titular de Economía de la Universidad de Córdoba, 1970-2005, entre otras asignaturas, Econometría, Economía Matemática e Historia del Análisis y del Pensamiento Económicos; autor de 40 libros publicados en la Argentina y en los Estados Unidos; miembro del Consejo Asesor del CONICET, 1998-2000; par evaluador de la CONEAU; profesor visitante de universidades argentinas y extranjeras—v.gr., Universidad de Rosario, Universidad del Sur, Universidad de Paris y Vanderbilt University; ha realizado publicaciones, entre otras revistas, en El Trimestre Económico, Revista de Estadística y Economía, The Journal of Economic Literature; Director fundador del CIEC, Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba; coordinador académico de 7 congresos mundiales, entre ellos, los 5 Encuentros Internacionales de Economía organizados por el CIEC; Director-fundador de la revista trimestral Informe Económico CIEC; Coordinador general del Plan Esperanza, y de las 5 Jornadas Nacionales que lo hicieron posible; coordinador de las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macroeconómicas desde el Humanismo Económico, Agosto de 2006, que organizadas por la Fundación CIEC, se realizaron en la Universidad Nacional de Córdoba.

30 de noviembre de 2006

ARGENTINA: Pueblo y Ejercito III

Defensa Nacional e Integración Regional

Por Lic. Carlos A. Pereyra Mele (*)

Creemos que las brevas ya están maduras y que la situación Geopolítica mundial exige a la clase dirigente Argentina, en su más amplio espectro, a repensar el tema Defensa Nacional y fuerzas Armadas, desde el CeeS, los integrantes Dr. Alberto Buela y el Lic. Carlos Fernández desarrollaron desde las siguientes ópticas: “Ejército y Pueblo” y “Conocimiento y Poder” esta temática, justamente iniciamos una tarea de plantear el tema que tras la terrible experiencia de la última dictadura militar dejó este tema inconcluso, pero ya es hora de replantearlo en el marco del Siglo XXI y en el mundo Uní o Multipolar que se esta gestando. Es ante esta situación que los argentinos debemos resolver y para ello debemos “Volver a Pensar en Grande.”

Por ello mi aporte a esta discusión es tratar la temática desde la Defensa Nacional y la Integración Regional.

Uno de los debates que se vienen dilatando es el de un sistema de Defensa de los intereses nacionales, luego del retorno de la Democracia en el ‘83, que básicamente esta dictadura fue funcional al sistema de Seguridad Nacional de EEUU durante la Guerra Fría y fundamentalmente a los intereses de las grandes corporaciones económicas financieras mundiales que nos terminó de desmantelar todo un País integrado y desguazar a los sectores intelectuales y de trabajadores capacitados para impedir la creación de las condiciones básicas para la construcción de una Nación con fuerte presencia en su región e internacionalmente y fundamentalmente integrada para defender su heartland de las ambiciones de los grupos depredadores multinacionales.

Fue tan grande la derrota de la Nación, que el proceso de destrucción que tiene fecha 2 de abril de 1976 por los ideólogos del monetarismo y sus Chicago’s Boys, (hoy seriamente cuestionados por la mayoría de los pensadores económicos clásicos) los cuales pusieron en marcha la estructura económica que en general hasta el día de la fecha nos sigue condicionando y que transformó a la población en un rehén de deudas y desmantelamiento industriales.

Pero para poder aplicar estos planes les hizo falta un Pretor que impusiera a sangre y fuego esta teoría y esa fue la función de las Fuerzas Armadas Argentinas y en general de los regimenes militares en Suramérica surgidos en la denominada década del ‘70 que con el eufemismo de los excesos procedieron a arrasar con los derechos humanos de sus pueblos. Y esta trágica experiencia nos congelo la idea de reconstruir un proceso de reorganización de las Fuerzas Armadas necesario dentro de un Proyecto nuevo de Nación.

No debemos olvidar que el proceso militar aquí y en los Países del Cono Sur se basó en aplicar las teorías de la Escuela Francesa de la lucha antiguerrillera, y que esta fue la base de la teoría de Seguridad Nacional que EE.UU. implemento a los militares de Suramérica a través de la denominada Escuela de las Américas, institución educativa que homogenizó a los militares del subcontinente y que los minimizó a ser prácticamente Ejércitos de Ocupación dentro de su propio territorio, además es claro que al fenómeno terrorista o guerrillero siguiendo estas escuela Francés-Norteamericana se las combatió militarmente y no políticamente, pero que políticamente la perdieron. Esto no ocurrió sólo en Argentina. (La Guerra es la continuidad de la Política por otros medios), por ello en la región vemos el desfile de militares por los tribunales de sus respectivos Países, para declarar por crímenes de lesa humanidad, pero también destaquemos que esta teoría de la lucha antiterrorista, llevó a la derrota a sus generadores, la Escuela Francesa fue derrotada en Argelia, mientras que la Escuela Norteamericana fue derrotada en los arrozales de Vietnam.

Y lo que no comprendieron los militares egresados en estas promociones de la Escuela de las Américas es que nos les estaba permitido tener ideas propias o enfrentar a los intereses del imperio que habían decidió apoyar en su lucha contra el marxismo internacional y lo aprendieron los militares argentinos cuando fuera de libreto se embarcaron en una guerra con el principal aliado de EE.UU. o sea El Reino Unido de la Gran Bretaña, por nuestras Islas de Malvinas e Islas del Atlántico Sur. En este conflicto armado no sólo se falló en el plano Estratégico sino también en el de la Inteligencia pero todo ello es el producto fundamentalmente de la no preparación de unas fuerzas armadas para un conflicto militar clásico entre un Ejercito de Primer Mundo y otro de un País Dependiente, por esa formación de sólo ser pretores internos, más allá de toda la valentía y arrojo que demostraran los hombres intervinientes en la lucha armada, porque la Guerra estaba perdida desde el primer día.

En este conflicto debemos destacar que la Argentina tenía un arma que podría haber causado mayores daños que sus todos sus armamentos y con ello cambiar el curso de la historia y ese arma era el default o sea el no pago de la deuda al sistema financiero Británico, el periodista Enrique Oliva tiene un trabajo donde aclara que el terror que conmovía a la City Londinense esos días, no era si argentina poseía armas sofisticadas o una gran capacidad militar, sino el no pago de los bonos que tenían en garantía de la deuda externa los bancos Ingleses, pero aquí surgen de nuevo los quinta columnas (que son la continuidad del Plan del 2 de abril de Martínez de Hoz), y es el caso de Roberto Alemann el Ministro de Economía de la dictadura de Galtieri que sale presuroso a Suiza y EE.UU. y en pleno conflicto, garantiza a la banca mundial que Argentina cumpliría con sus acuerdos económicos, es más, pagaría los intereses a los Ingleses aun cuando estos invadieran a Malvinas. La Guerra estaba perdida de ante mano como exprese anteriormente por las causas anteriores planteadas.

Creo que es conveniente reflexionar en estas causas de la introducción para platear al tema Defensa Nacional y Fuerzas Armadas, para entender estos nuevos tiempos y darnos el espacio para redefinir y madurar una nueva política, que bien lo planteo recientemente el Presidente de la Nación en la Nueva Escuela Naval donde, dirigiéndose a sus subordinados, les expreso claramente que son las nuevas promociones que no tiene que cargar con la mochila de los errores de conducciones militares pasadas, y que deben prepararse para defender a la Nación, en este marco es necesario replantear el tema de capital importancia para el destino de Argentina y la región suramericana que es el de la Defensa y la Integración regional.

Ahora bien esto de poner este tema a la discusión viene a cuento por dos iniciativas que están por ponerse en marcha y por la cual los argentinos y América del Sur tendremos que optar:

A) la de Estados Unidos para la Región, USA volverá a entrenar militares en Latinoamérica, Aparentemente para prevenir el avance de las izquierdas en la región, USA habría adoptado la medida de entrenar militares en Latinoamérica, según informó el USA Today. La medida fue adoptada por Condoleeza Rice antes de las elecciones legislativas en USA, que ganaron los demócratas. Una interpretación es que la decisión fue tomada bajo la presión del Comando Sur, cuyos jerarcas dijeron que EE.UU. había abandonado a los militares aliados de la región y que el vacío fue llenado por países como China. Durante una audiencia, en marzo del año pasado, el entonces jefe del Comando Sur del Ejército norteamericano, Bantz Craddock, dijo que "Otras naciones como China están tomando ventaja y vamos a perder contacto con una generación de líderes (latinoamericanos), algo que nos perjudicará en el futuro" (se vuelve al viejo esquema de la Escuela de las Américas, en que la Defensa sólo es para asegurar los temas que les preocupa fundamentalmente a EEUU en estos momentos, Terrorismo internacional, Narcoterrorismo, Control de Procesos Sociales que pongan en peligro los intereses de los grupos financieros establecidos en Suramérica y controlar la provisión de los Recursos Estratégicos a la Economía Norteamericana desde el Continente).

B) La Opción Suramericana que básicamente encabeza Brasil que tras la reelección de Lula da Silva, el tanque de Ideas que lo asesora, conocido como el Núcleo de Asuntos Estratégicos NAE, estaría elaborando una propuesta para la creación de una fuerza militar unificada para el continente copiando el modelo de la OTAN que tiene la Unión Europea, esta idea es más abarcativa que la que lanzo el presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías quien planteó en sus últimos encuentros del MERCOSUR de organizar unas Fuerzas Armadas de los Países integrantes del Mercado Común Suramericano. El Coronel Oswaldo Oliva Neto coordinador del NEA expreso en el Seminario Brasil Unión Europea que esta OTAN, básicamente se conformaría para “Impedir una aventura Militar o la presión de algún País sobre la Región o sobre una Nación Suramericana. Esta tesis es mas abarcativa y permite incluir países extra MERCOSUR con lo cual se desarma cualquier alternativa de la potencia hegemónica hoy en día de tentar algún país excluido de dicha Organización

De cualquier manera, a la vastedad del MERCOSUR, debemos considera a Suramérica como la “isla continente” con 330 millones de habitantes, 50.000 km. de vías navegables, el 30% de las reservas de agua dulce del planeta, que posee todos los minerales estratégicos del siglo XXI con un área de 18 millones de km. cuadrados que es el doble de Europa y el doble de los Estados Unidos. Es por ello que la América de Sur tiene que repensarse como una unidad geopolítica con sentido propio y así dar un paso importante para eliminar la actual fragmentación del Continente. De manera que hacer extensiva la propuesta a la totalidad del Sudamérica es un acto de prudencia, a la vez que de percepción estratégica.

Ya en un reciente trabajo expuse que el siglo XXI se caracterizaría por “Lucha por los Recursos Naturales”, y la defensa de los mismos exige una política de defensa común, con estudios y planes de equipamiento coordinados entre los Estados integrantes y básicamente la búsqueda de metas Estratégicas , que serán el factor disuasor ante el apetito desmedido y controlador de los recursos naturales no renovables por parte de la Potencia Hegemónica, Los Planes Estratégicos deben asegurar el control del Petróleo, Gas, Cuencas Acuíferas y la Biodiversidad especialmente del Sistema Amazónico como elementos de reserva del subcontinente. Para garantizarnos de esta forma que pasemos del Estadio de la Dependencia al de Resistencia con control dentro de nuestro territorio con capacidad de limitar la interferencia de la globalización en nuestros propios territorios y además tener una limitada pero importante acción internacional ante la actual dinámica de la globalización económico-financiera, que no quiere saber de ningún control o regulación social y política, que exige campo abierto para hacer la guerra de los mercados.

Estamos ante un momento mundial de fuertes cambios, la dinámica de lucha internacional geopolítica esta dando muestras de debilitar los planes globales de USA, el pantano de Irak y Afganistán así lo demuestra, esto también es observado por sus Estrategas y analistas políticos más importantes como Henry Kissinger y Zbigniew Brezinski, que ya dan por perdida la Guerra en Irak y dicen que deben preparar la salida ordenada de ese País y Afganistán. Esto nos pone en más peligro para la región, ya que es muy posible un replanteo de la estrategia globalizadora de USA y que reduzca los alcance de su política global a mantener objetivos más cercanos a su territorio y más fáciles de controlar e influenciar a lo que ello despectivamente consideran su patio trasero.

Por ello hablar de Defensa Nacional, Ejército y Pueblo, hoy en dia, deben ser un tema en la agenda de las políticas a tratar por los sectores no solo involucrados directamente sino también a los cuadros dirigentes sociales para integrarlos en un Proyecto de Nación integral, ya que como lo expresara perfectamente en su conferencia sobre defensa nacional que dictara Juan Perón : Las dos palabras, “Defensa Nacional", pueden hacer pensar a algunos espíritus que se trata de un problema cuyo planteo y solución incumbe únicamente a las FFAA de una nación. La realidad es bien distinta: en su solución entran en juego todos sus habitantes, todas sus energías, todas sus riquezas, todas sus industrias y producciones más diversas, todos sus medios de transporte y vías de comunicación, etc., siendo sus FFAA únicamente como luego veremos en el curso de la exposición, el instrumento de lucha de ese gran conjunto que constituye "la nación en armas".

“Un país en lucha puede representarse como un arco con su correspondiente flecha, tendido al máximo que permite la resistencia de su cuerda y la elasticidad de su madero y apuntando a un solo objetivo, ganar la guerra. Sus FFAA están representadas por la piedra o el metal que constituye la punta de la flecha, pero el resto de esta, la cuerda y el arco, son la nación toda hasta la ultima expresión de su energía y poderío”.

Esta teoría de la Nación en Armas fue suplantada en las grandes potencia por un sueño de que la tecnología y las armas de destrucción masivas con militares profesionales al mando serian invencibles en los conflictos a enfrentar, la realidad fue que pequeños grupos armados han derrotado a estos ejércitos sofisticados, el caso de Vietnam, Irak, Afganistán y el reciente conflicto Israelí versus Hezbola, demostró que el factor humano y la voluntad de lucha con apoyo popular se trasforman en un enemigo difícil de aniquilar y Pueblos y Naciones difícil de conquistar.

Todo esto nos debe llevar a pensar que la idea del proyecto de Brasil nos pone en el camino de una discusión a cara de nuestro futuro cercano o como miembro de una unidad integral mayor bioceánica con grandes recursos y la posibilidad de entrar en el estadio de Resistencia que nos permita tener márgenes de maniobra importante ante este nuevo mundo que hoy se esta dibujando, con todo lo que ello representa. O repetir la historia que nos llevo a casi la disolución como País por el aplicar tesis y proyectos diseñados en la Potencia Hegemónica. Ya es tiempo de “Volver a pensar en Grande”.


Noviembre 2006

(*) Politólogo Especialista en Geopolítica Suramericana
CEES
LicPereyraMele@Argentina.com

Fuentes:
Alberto Buela: Ejercito y Pueblo
http://licpereyramele.blogspot.com/2006/11/argentina-pueblo-y-ejercito.html
Carlos A. Pereyra Mele: Nuevos escenarios mundiales en el siglo XXI
http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article2352
Carlos A. Pereyra Mele: La Lucha por los Recursos Naturales
http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article2342
Cnel. Juan Domingo Perón: Conferencia Dictada en la Universidad de la Plata sobre Defensa Nacional 10/6/1944 http://www.peronvencealtiempo.com.ar/
Carlos Chino Fernández: Conocimiento y Poder
http://licpereyramele.blogspot.com/2006/11/argentina-pueblo-y-ejercito-ii.html
Beba C. Balvé: Imperialismo- Dinero-Guerra
http://www.cicso-arg.org/publicaciones.aspx
Enrique Oliva: Malvinas y la Deuda Externa Argentina
http://www.peronvencealtiempo.com.ar/

29 de noviembre de 2006

ARGENTINA: Pueblo y Ejercito II

Conocimiento y Poder:

Carlos Chino Fernández
CEES


En otras oportunidades desde el CEES hemos abordado el tema de la relación entre el conocimiento crítico, científico y el movimiento obrero, y hemos también analizado la importancia del conocimiento como insumo indirecto en el proceso de constitución de una alianza social en donde confluyen varias fracciones de clase y sectores de la comunidad, afín a un proyecto nacional y autónomo.

Para estas reflexiones partimos de un problema, que al ser planteado como tal y por la envergadura que ha adquirido tiene un mandato ético y exige su resolución, de lo contrario nunca podremos retomar el camino de la soberanía nacional y del desarrollo integral de nuestra sociedad. Nos referimos a la ausencia manifiesta del desarrollo de la “Inteligencia” (conocimiento estratégico) que existe desde el campo del pueblo en general y desde el movimiento obrero organizado en particular, de manera sistemática y centralizada.
Queremos remarcar la debilidad en la producción de conocimiento necesario que trascienda el ámbito de las discusiones salariales y de las condiciones de trabajo, así como aquel conocimiento que supere la mirada ocasional y coyuntural, para que nuestra sociedad pueda reconstruir su identidad en aras de su proyección hacia el futuro.

La revuelta social de finales del 2001, abre una oportunidad en el país que es acompañada por una serie de acontecimientos similares en países vecinos para retomar el camino de un proyecto productivo y nacional, que si tomamos conciencia no es más que el retorno al camino de nuestra liberación definitiva como apéndices del imperialismo anglo-norteamericano.

Esta nueva situación histórica no resuelve automáticamente en nuestros países de América del Sur la situación de opresión y dependencia estructural. Si verdaderamente queremos desarrollar un proyecto nacional y soberano la deberemos resolver definitivamente.

Desde la perspectiva del conocimiento, la dependencia no es solamente económica o financiera, sino que la Argentina padece de un déficit enorme en el desarrollo de pensamiento estratégico, de “Inteligencia”.
Este déficit se ve esencialmente en la facilidad con que nos conducen desde los medios de comunicación, alimentando falsas antinomias, tomando los hechos de manera parcializada, mostrando los acontecimientos de forma sesgada y subrayando solamente los aspectos que son significativos para transmitir un mensaje con una intencionalidad previamente pensada, que generalmente no coincide con la realización de los intereses populares.

Desde la Educación
Por los circuitos y recorridos de la educación formal, pasa gran parte del secreto para traducir la reserva moral de nuestro pueblo en conocimiento esencial para la reproducción independiente de la sociedad.
En este ámbito nos pasamos discutiendo reforma tras reforma educativa, en donde discutimos leyes sin el tiempo necesario para trabajar los contenidos, lo sustancial.
Mientras sostenemos desde el discurso la necesidad de una educación pública gratuita y libre, en donde el Estado recupere su función normalizadota y garantizadora de la igualdad para toda la población, dejamos en libertad de acción al sector privado para que amplíe deliberadamente su espacio, sus ofertas y los tiempos educativos.
La única manera de atacar la mercantilización de la educación es acotando, reglando y reduciendo sensiblemente el espacio del sector privado. Y aquello que se le permite tendría que subordinarse a un planteo nacional público cuya planificación sería un atributo indelegable del Estado Nacional.


Vaciamiento de la Ciencia y de la Tecnología y separación del sistema educativo público
Es conocida la situación de una profunda segmentación del sistema educativo nacional, con alrededor de 50 subsistemas educativos. En cuanto a la ciencia y el desarrollo tecnológico nacional a excepción e algunas áreas que han sobrevivido, gran parte del sistema ha sufrido un pronunciado deterioro, separándose aún más de las necesidades productivas nacionales y del sistema educativo formal.
Pero lo que queremos recalcar aquí es el riesgo que se corre en seguir alimentando un sistema paralelo de producción científica con financiamiento de los centros multilaterales de crédito u organismos internacionales que no son controlados o lo son formalmente por el Estado. (Agencias)(Observatorios)
El problema aquí no es solamente financiero, sino de contenido y de sentido, ya que el que financia lo hace no por una razón filantrópica, sino que juega con intereses concretos, a demás de darse una política de cooptación de científicos y técnicos que son desvalorizados en su propio país.

Descomposición de la dirigencia política
Cuadros políticos sin formación ni actitud para establecer las mediaciones necesaria que se requieren en esta época. Deben ser removidos y dar paso a las nuevas generaciones con ideas nuevas y con compromiso nacional y popular. El aparato del Estado está taponado por varias capas de funcionarios y burócratas sin formación ni sentido de sus tareas. Han quedado enquistados en la estructura institucional y deberán ser suplantados. No producen conocimiento estratégico y a demás obstruyen la circulación de nuevos sentidos que las nuevas generaciones de argentinos tienen en potencia.

La falta de conocimiento verdaderamente estratégico dificulta la capacidad de anticipación para abordar o prevenir los acontecimientos futuros que necesariamente se sucederán. Para caracterizar la situación nacional e internacional, para diagnosticar se requiere de un conocimiento científico, de una metodología y de una base de información lo más completa posible.
Es imperioso liberarnos de la dependencia pedagógica en que estamos metidos, elaborar nuestra propia agenda de problemas y el abordaje de los temas que son vitales para el Movimiento Obrero y para el país.
Los medios de comunicación y las usinas de pensamiento del establishment nos presentan una realidad tergiversada, y en función de esa falsa realidad nos alineamos equivocadamente. El conocimiento debe servir para tomar conciencia de tal situación para ubicarnos en el lugar correcto en el momento preciso.

En el año electoral que se avecina se potenciarán las iniciativas del enemigo por confundirnos y distraernos de los temas que son verdaderamente esenciales para la supervivencia de nuestro sistema de vida. Las agresiones del entorno irán en aumento a medida que crezca la resistencia a ser devorados por el enemigo externo y los cómplices internos.

Saber y poder:
Para construir un poder diferente necesitamos un saber diferente
¿Qué debemos saber?, ¿Quiénes deben saber?

Las Universidades y los centros de investigación y Fundaciones que se acercan al Movimiento Obrero o a las organizaciones populares, que lo hacen honestamente, lo hacen muchas veces como un servicio social. Desde nuestra perspectiva los trabajadores son la única clase social que junto a otras en estrecha alianza, puede llevar a cabo una transformación de la sociedad desde sus cimientos. El resto de los intentos son superficiales y lo único que cambia es el status de las facciones que se turnan en el ejercicio del poder, que saber gestionar los subsidios del estado o del exterior en beneficio propio

Es el momento de tomar la iniciativa, de ver y tratar a la clase trabajadora como activa, protagonista de la historia y no como sector que merece ser ayudado ante la pobreza que padece.
El tratamiento de temas que refieren directamente a las cuestiones del poder es deliberadamente soslayado en la gran mayoría de los medios de comunicación y en los programas académicos de la Universidades Públicas. Se habilita discutir acerca de la gobernabilidad pero se intenta boicotear encuentros en donde la discusión refiere directamente a cuestiones del poder, como lo fuera días atrás en el ámbito de la CGT bajo la convocatoria de “Pueblo y Ejército”.[1]

A propósito de este último aspecto:
En la realidad objetiva en la historia reciente argentina.
Los hechos de la última dictadura militar; su tratamiento, han tapado el tratamiento del largo proceso histórico de relación entre el pueblo argentino y su ejército.

Existe una política deliberada especialmente a través de la teoría de los Derechos Humanos (DDHH) (que sigue a la doctrina de seguridad nacional pero de signo contrario) en disociar el nacimiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) del seno del pueblo, que son los elementos constitutivos de la Nación Argentina.
La política de los DDHH que surge en tanto política de Estado del departamento de Estado de los EEUU, logra mantener permanentemente en acto a través de la justicia (crímenes de lesa humanidad, entre otras normativas), la herida abierta en la sociedad argentina para impedir una nueva articulación entre FFAA y Pueblo.
La memoria histórica debe contemplar todo el proceso y todo el complejo entramado de variables intervinientes en cada situación histórica.
Se analizan las invasiones inglesas/la etapa de la independencia/el centenario/el período 1943-55, el llamado Proceso de reorganización nacional, como compartimentos estancos

El enemigo imperialista a mediados de los ´70 aceleró la tarea de disociación entre el Pueblo y FFAA y entre Pueblo y Ejército en especial (tarea que había comenzado más claramente mucho antes, que es la base estratégica del Estado-Nacional). Primero fue la desarticulación del movimiento social usando a las FFAA como instrumento.
Después de la derrota en la guerra de Malvinas con el campo nacional desarticulado, la doctrina de los DDHH terminó de desprestigiar a los uniformados frente al pueblo argentino, llegando a los años ´90 en condiciones objetivas para la entrega casi total de las empresas estatales, el vaciamiento de las funciones económicas de las FFAA, la destrucción de la industria y el ataque a las organizaciones de los trabajadores.”Hoy es el tiempo de la reforma de los Institutos de formación de los cuadros, la educación, de la vinculación con la civilidad, etc”

El objetivo estratégico de los mentores de la doctrina de los DDHH no es la cárcel para los genocidas, sino que es mantener permanentemente el vilo a la población a través del miedo a revivir aquella situación traumática. Para ello, el uso del poder judicial y los medios de comunicación a discreción que vuelven todo el tiempo sobre el pasado reciente sin intención de resolverlo, sino de mantenerlo vivo en la opinión pública.

A su vez incorporan al sistema educativo materias sin criterio científico ni disciplinares que refieren a los DDHH, someten a los cuadros de los Servicios Penitenciarios, fuerzas policiales y de las FFAA, y a empleados públicos a cursos sobre los DDHH descontextualizados sin lectura crítica, mediocres y limitados a la lecturas de leyes o proyección de películas que golpean los sentidos y obstruyen el pensamiento.
Perón decía en uno de sus trabajos en relación al copamiento que habían sufrido las FFAA después del ´55:…”Normalmente esta operación se realiza con el pretexto de la Defensa Continental. Se procede primero al conveniente “ablandamiento”, luego a la captación de sus comandos, para terminar luego con un “lavado de cerebros”, mediante varios procedimientos”.[2]

El problema más importante es que nuestra sociedad se ha quedado sin capacidad de respuesta, sin energía para darse una respuesta independiente ante semejante avanzada de idiotización colectiva.

Se requiere de una gran transformación en esta etapa de integración suramericana, hoy como ayer………..“………….Transformación que por otra parte no es más que la materialización del deseo manifestado por el pueblo argentino, de eliminar definitivamente las formas de opresión de distinta naturaleza que durante decenios ejerció el imperialismo para detener en beneficio propio, el propio desarrollo nacional…….”[3]

El corazón de un verdadero proyecto nacional, no pasa por realizar buenos negocios con otros países, pasa por recrear la antigua alianza estratégica entre Pueblo y FFAA, con una nueva doctrina, pero con el mismo afán del 43/45 en donde desarrollo productivo, defensa nacional confluían en un Estado autónomo.

“La doctrina nacional de Perón, en su aspecto más positivo, consistía en emplear al Ejército como cerebro de la industria pesada, a los bancos estatales como financieros de esa rama económica, y a la clase obrera como sostenedora popular de esa política.”[4]
Y como esto último expresa la materialización del momento más alto en nuestra historia del poder de un Estado nacional independiente, el interrogante es si es posible recrear en este presente aquellos elementos que lo hicieron posible. Si esto es posible el conocimiento estratégico debe servir para la realización del proyecto nacional. Podemos empezar desde el movimiento obrero con el desarrollo de una nueva idea, de una cosmovisión de la realidad interna y externa elaborada desde nosotros mismos.


Noviembre de 2006


[1] Nota: 21/11/06 Jornadas organizadas por el CEES con el auspicio de la Embajada de Venezuela, en la CGT
[2] Juan Perón: La Hora de los Pueblos, ED Norte, Madrid, 1968
[3] Juan Perón: El Proyecto Nacional. EL CID, 1982
[4] Ver: Historia del Ejército de Jorge Abelardo Ramos

23 de noviembre de 2006

ARGENTINA: Pueblo y Ejercito

Adjunto la Conferencia que dictara el Dr. Alberto Buela Lamas, Vice Presidente del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos CeeS, en la sede de la CGT Nacional en el día 21/11/2006, sobre la problemática Pueblo y Ejercito. Tema este que trasciende los maniqueísmos que nos hemos planteados después de la ultima dictadura militar en la Sociedad Argentina, y que ya es tiempo que la misma asuma este tema dado el estado actual de un mundo en permanente estado de conflicto y que esta sociedad y la Nación, debe tener también una política desde el encuadre de la Defensa nacional y que consideramos que el mismo se debe desarrollar dentro de un espacio mayor como es dentro del MERCOSUR que estamos logrando consolidar, a pesar de las tesis agoreras.
En principio estaba organizado dicho evento con otro participante el Gral. Alberto Müller Rojas, a cargo de la reserva de las fuerzas armadas bolivarianas, integrada por las milicias populares que creó Chávez en Venezuela, pero no pudo ser así lamentablemente, ante la ausencia con aviso del orador invitado.
Igualmente el acto se desarrollo con gran presencia de dirigentes sindicales y sociales, y publico en gral., destacamos que esta temática de la Defensa Nacional y de la integración: Pueblo y Ejercito es en estos momentos de importancia capital para defender elementos estratégicos, como son los Recursos Nacionales e integrar esta Defensa con nuestros vecinos como recientemente lo planteara el equipo asesor del Presidente Lula da Silva, el Núcleo de Asuntos Estratégicos (NAE), con la idea de organizar una OTAN Suramericana. Ya es hora que los Argentinos nos sentemos a hablar de estos temas estratégicos decisorios para nuestro futuro. El aporte del trabajo del Dr. Buela Lamas es de gran trascendencia para iniciar esta discusión que nos debemos los Argentinos.-
Lic. Carlos A. Pereyra Mele

Pueblo y Ejército

Alberto Buela
Al hablar de la relación entre pueblo y ejército tenemos que comenzar a hacerlo a partir del origen popular de nuestro ejército, de esa vinculación íntima entre estas dos realidades, que desde el punto de vista del pensamiento nacional, son indivisibles.
No olvidemos que la partida de nacimiento del ejercito argentino es cuando el pueblo criollo se alza en armas y se constituye en milicias contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Posteriormente en 1812 el general San Martín es quien crea el programa político del primer ejercito patrio. De modo tal que el ejército surgió por imperativo de la guerra antes que como institución militar.

Así tanto los soldados, suboficiales y oficiales de los ejércitos libertadores, como los de las milicias montoneras provincianas y hasta el ejército ya rentado de Roca eran hombres del pueblo. Con la caída de Rosas en 1852 pero sobre todo después de Pavón donde se extinguió el viejo ejército de la Confederación con Mitre y su sucesor Sarmiento, cuando las leyes del libre cambio permitieron la penetración de la industria europea y la destrucción de la nacional, una multitud de trabajadores criollos quedaron sin ocupación y al no poder realizar sus oficios ingresaron en el ejército a sueldo del Estado.

Esa imbricación entre pueblo y ejército la podemos pintar en una anécdota relatada por Juan Agustín García (1862-1923): En uno de los primeros actos de egresados del Colegio Militar, fundado por Sarmiento, un joven oficial observa a un colega mayor a quienes todos llaman “coronel” pero que no tiene ese empaque castrense de los nuevos egresados, por lo que lo interroga: ¿de qué arma es Ud. coronel? . A lo que el viejo soldado responde: ¿Arma yo?. De la que raye. Hasta las boleadoras no pare de contar.
Esta es la relación intrínseca originaria entre pueblo y ejército, y cuando se rompió esta relación se produjeron los grandes descalabros sociales y políticos que vivió la Argentina durante el siglo XX. Es que el gravísimo error del nacionalismo golpista en el siglo recién terminado fue que olvidó la lección de la historia según la cual el orden militar no ha sido, no es, ni será nunca, sino una parte del orden civil o político. Y este orden político está signado en Nuestra América por la voluntad de los pueblos, a pesar de la utilización o instrumentación que de ese mismo pueblo hacen muchas veces los poderes indirectos, masmediáticos y financieros. Así, los vicios de la política no radican en el pueblo, sino en los dirigentes políticos por defecto de su formación cultural e ideológica. Se aplica aquí el dicho: La culpa no la tiene el chancho sino quien le da de comer.
Vemos como los conceptos de pueblo y ejército son relativos uno al otro.
En filosofía cuando se habla de términos relativos se quiere significar que uno depende del otro para existir, para tener sentido. Así padre e hijo o derecha e izquierda o alto y bajo son términos relativos, pues el padre siempre lo es de un hijo y un hijo de un padre. De igual manera pasa con los conceptos de pueblo y ejército. De ahí que Perón con ese saber militar y popular que lo caracterizaba sostuviera al final de su último gran trabajo El Modelo Argentino: “Las fuerzas armadas deben integrarse estrecha y realmente con el pueblo del cual se nutren y a quien se deben”.[1]
Es indudable y no podemos obviar la historia política reciente de Argentina y la función espuria que le cupo al ejercito como opresor en la última dictadura militar del 76 al 83, pero ello no invalida la tesis de esta ponencia: No puede haber auténtica y duradera liberación de los pueblos hispanoamericanos sin un ejército comprometido en la misma. La liberación civil no alcanza sino se cuenta con el apoyo y la participación del ejército que, a esta altura de la historia de Iberoamérica, ha pasado a ser un órgano del Estado. En otros palabras, la liberación política es condición necesaria pero no suficiente para la consolidación de la verdadera liberación nacional de nuestros pueblos de Suramérica, se necesita el ejercito participando.

Es que la relación entre pueblo y ejercito en nuestros países dependientes no es una relación cultural, sobre la que se puede hablar y discutir al modo de las sociedades satisfechas al estilo de la izquierda caviar o los campus universitarios norteamericanos. No. Es una relación de poder, que funda poder y que trata sobre el poder. Por eso este tipo de temáticas son inmediatamente demonizadas por izquierda y por derecha.
¿Y cómo se alcanza hoy día esa liberación? ¿cuál debería ser la función prioritaria del ejercito?.
Hace ya muchos años ese gran pensador nacional que fue Arturo Jauretche sostenía en su libro Ejército y Política, que la misión del ejército es pensar en términos de grandeza y no ser arrastrado por la política de las instituciones de los doctores de unitarismo, que pone el acento en la institucionalidad, en las formas. (Cfr. pág. 30 y 53).
Cuento un ejemplo que viví en estos últimos días. Viajé a Jujuy a dictar unas conferencias a la juventud peronista y me llevé las pilchas de paisano para desfilar en Bolivia el 7 de noviembre por la batalla de Suipacha. En ese mismo acto el Comandante argentino hizo entrega de material rodante por parte de nuestro ejército a su par boliviano. Y habló del compromiso visceral de nuestro ejercito en la construcción de la Patria Grande suramericana. Esto es pensar en términos de grandeza como proponía Jaruretche. El grave inconveniente de este tipo de acciones es que no deben quedar limitadas al hecho filantrprópico de ayuda al necesitado sino responder a una estrategia militar surcontinental.

La política de patria chica, la política institucional del ejército argentino permitió las disgregaciones oriental, altoperuana y paraguaya. Por el contrario, la política de patria grande, de grandeza, debe buscar la reintegración de las mismas. Teniendo en claro que no es cuestión de anexar sino de intentar la reintegración natural dentro de la común Confederación de las provincias unidas de América del sur.
En un segundo momento podemos pensar al ejército en términos de grandeza como gestor de desarrollo y progreso ante la inexistencia de una industria nacional como sucedió con los generales Manuel Savio, Enrique Mosconi y Alonso Baldrich, tal como lo relata José Yelpo en su libro Ejército, política, quien citando al capitán Diego E. Perkins(1941) afirma: “El progreso y el porvenir de la patria se asientan en la perfecta armonía de las dos grandes entidades que lo constituyen: Ejército y Pueblo....El ejército no es otra cosa, ni representa otra cosa, que la potencia visible de su propio pueblo” (pág. 89 y 90). Y en esta imbricación se funda la tarea nacionalizadora que el ejército cumplió con creces en el Chaco, Formosa, La Pampa, los Andes y que hoy debe continuar en los grandes espacios despoblados como nuestra Patagonia y la Antártida.

Finalmente, en tercer lugar, en términos de grandeza el ejército se piensa como instrumento para la liberación nacional como ocurrió durante las presidencias de Juan Domingo Perón, y como ocurre hoy en la república hermana de Venezuela.
Esta liberación nacional hoy no se puede pensar limitada a la Argentina, Bolivia o Venezuela, a “paisitos aislados”, hoy no queda otra posibilidad ante el debilitamiento paulatino pero creciente de los Estado-nación de pensar la liberación en términos regionales, continentales decía Perón, y así nuestros ejércitos respectivos tienen que pensar ya en unas fuerzas armadas de carácter suramericano.
Esta “isla continente” con 330 millones de habitantes, 50.000 km. de vías navegables, el 30% de las reservas de agua dulce del planeta, que posee todos los minerales estratégicos del siglo XIX, con un área de 18 millones de km. cuadrados que es el doble de Europa y el doble de los Estados Unidos. Es que la América de Sur tiene que pensarse como una unidad geopolítica con sentido propio. Y esto que afirmamos hoy nosotros y que venimos sosteniendo desde el movimiento obrero de la época de “la CGT que lucha”(2000) a través de la “Teoría del Rombo”, ya lo vislumbró hace un siglo en la Real Sociedad Geográfica de Londres, Halford Mackinder, el más influyente impulsor de la geopolítica en Gran Bretaña y EE.UU, cuando dijo: “El desarrollo de las vastas posibilidades de Suramérica podría tener una influencia decisiva en el sistema de la geopolítica mundial”.

Está en los ejércitos y en las fuerzas armadas suramericanas avanzar en la consolidación de este gran espacio.
En estos días[2] Brasil, a través del El Núcleo de Asuntos Estratégicos (NAE), que asesora al presidente brasileño Lula da Silva, elabora una propuesta de creación de una fuerza militar única para Suramérica, al estilo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), según anunció el coordinador del organismo, coronel Oswaldo Oliva Neto.
“ Los objetivos de esta OTAN sudamericana serían tres. En primertérmino, defender los vastos recursos naturales que dispone la zona. En segundo término, disuadir cualquier intento foráneo por intervenir en forma directa en el Cono Sur. Y en tercer término, distender las relaciones entre las propias naciones de nuestra región”.
Por su parte el presidente Chávez en julio(2006) pasado propuso crear unas fuerzas amadas comunes pero limitadas a los cinco miembros del Mercosur. La diferencia con el proyecto brasileño es que habló de “fuerzas armadas comunes y fusionadas” y no de fuerzas armadas al estilo de la OTAN, tal como propone el Brasil.
Esta distinción es sumamente importante pues las fuerzas armadas fusionadas y comunes a todos los miembros( algo imposible de lograr sino es sobre la base de una Comunidad o Confederación de naciones) evitarían el manejo político ideológico, desde los centros mundiales de poder, tal como ocurrió con las fuerzas de la OTAN en los casos recientes de la ex Yugoslavia y de la primera guerra de Irak.
En cuanto a la estrategia suramericana se tornaría forzosamente común y cada uno de nuestros diez países jugaría la función para la que geopolíticamente está más dispuesto y donde tiene ventajas comparativas sobre el resto. Así Venezuela jugaría su función de “engranaje” como sostiene el presidente Chávez, Brasil con su proyección africana, Colombia su “bioceaneidad”, Perú. Ecuador, Bolivia y Paraguay su protección del “heartland” o corazón continental; Argentina, Chile y Uruguay su tendencia natural tanto al Atlántico y el Pacífico sur, como así también, a la Antártida que no puede ser otra cosa mas que una Antártida Suramericana que es la que corresponde casi exactamente al cuadrante homónimo.
Esto es brevemente lo que quisimos decir desde acá, desde la casa de los trabajadores. Más no queremos ni podemos decir, porque estos son temas muy delicados y reservados. No olvidemos que detrás de toda gran política siempre hay un arcano y no es nuestra función revelarlo a nuestros enemigos históricos. Aquellos que aún ocupan nuestro territorio americano como en Belice, Malvinas, Aruba, Martinica y tantos otros enclaves estratégicos; que manejan nuestras instituciones políticas y financieras a través de los poderes indirectos, aquellos, en definitiva, para quienes todo lo que proviene de la ecúmene indoibérica es algo menor, mostrenco e incompleto. Nada más y muchas gracias.


Bibliografía

JAURETCHE, Arturo: Ejercito y política, Peña Lillo, Buenos Aires, 1958
YELPO, José: Ejercito, política, proyecto alternativo: 1920-1943, Guardia Nacional, Buenos Aires, 1987
RAMOS, Jorge Aberardo: Historia política del ejercito argentino, La Siringa, Buenos, La Siringa, 1959
SANCHEZ SORONDO, Marcelo: La argentina por dentro (cap. 29 al 33), Sudamericana, Buenos Aires, 1987
[1] Perón, Juan: Modelo Argentino para el proyecto nacional, B.C.N., Buenos Aires, 2005, p. 371.-
[2]Es el especialista en geopolítica suramericana y miembro del CEES, el investigador Carlos Pereyra Mele, quien nos provee de tan valiosa y actual información.

16 de noviembre de 2006

El Orden Criollo

Hace pocos dias con motivo de un nuevo aniversario de la batalla de Suipacha (en lo que es hoy el territorio de la Republica de Bolivia antes de la disgregacion del Virreinato del Rio de la Plata), e invitado por nuestro común amigo de Salta, Miguel Martin Guemes, se realizo una marcha hasta los terrenos donde se desarrollo la Victoria de las Armas de la Patria ingresando por la Quiaca, y pasando por Tupiza para llegar a Suipacha, en una marcha en la que descollaron los Gauchos a caballo, por ello el Dr. Alberto Buela uno de los miembros de este Foro creado para discutir una Nueva Estratégia Suramericana, realizo el presente escrito sobre el Orden Criollo para vuestro analisis y discusion.
Lic. carlos A. Pereyra Mele


El orden criollo
A los amigos de la Quiaca y sur de Bolivia

Alberto Buela (*)

Lo primero que plantea tan arduo tema es responder a la pregunta ¿desde dónde vamos a hablar del orden criollo? Y respondemos, desde la tradición nacional argentina e hispanoamericana.

a) Y esta tradición tiene un origen fáctico, de hecho, en los setenta y dos yegüerizos que trae Pedro de Mendoza a Buenos Aires en 1536, donde los pocos que quedaron, algunos murieron y otros se los comieron durante esa terrible hambruna porteña de cinco años que duró la aventura mendozina. Ordenada la despoblación de la primer Buenos Aires por Irala y desobedeciendo sus órdenes de degüello fueron largados a campo y se reprodujeron libremente durante cuarenta años, llegando a la cifra estimada de setecientos mil.
De modo tal que la base fáctica, el hecho bruto y concreto del orden criollo es la cultura del caballo y todo aquello que la rodea.

b) La tradición política del orden criollo la hallamos primero en Juan de Garay, hombre ejemplar si los hubo, más americano que español pues llegó a América a los trece años, fundó Buenos Aires y cofundó Santa Cruz de la Sierra junto a Ñuflo de Chávez y gobernó Asunción del Paraguay, luego en Hernandarias, después en el letrado del siglo XVII Juan Solórzano Pereira, gobernador de Huancavelica, nuestros próceres y gobernadores criollos del período de la Independencia como San Martín y Güemes, Rosas luego, y ya en el siglo XX Roque Sáenz Peña, algo en Irigoyen y finalmente Perón, con sus luces y sombras. (Estos gobiernos de corte criollo y nacional se reproducen en mayor o menor medida en toda Nuestra América. No es acá el lugar para enumerarlos).

c) La tradición cultural del orden criollo se funda en el poema épico por excelencia de la ecúmene hispanoamericana: el Martín Fierro, que tiene un antecedente ilustre en la primera parte del Facundo, como primer estudio sociológico descriptivo de la realidad argentina a mediados del siglo XIX, y tiene sus consecuentes en trabajos como La Tradición Nacional de Joaquín V. González, quien incorpora la cultura montañesa. En torno al criollismo de Ernesto Quesada, que se completa con El Payador de Lugones, serie de conferencias en el teatro Odeón a las que asiste el entonces presidente Roque Sáenz Peña y su ministro del interior Indalecio Gómez.

Vista a vuelo de pájaro la tradición nacional en sus tres dimensiones: fáctica, política y cultural, cabe ahora preguntarse ¿qué es una tradición y una tradición nacional?

La tradición debe entenderse no como el traspaso de cosas de una generación a otra, de padres a hijos o de abuelos a nietos. No. La tradición es sólo y exclusivamente, la transmisión de las cosas valiosas de una generación a otra. Es decir, aquellas cosas que tienen insertas un valor que por ello se pasan de denominarse bienes. Así, un bien es una cosa que lleva inserta un valor. Esto es lo que constituye el meollo de una tradición: la transmisión de valores encarnados en las cosas y no simplemente “la declamación de los valores” al modo libresco o pedagógico.


En cuanto a lo nacional, concepto que viene de nación y cuya raíz es el verbo latino nasco que significa nacer, es un proyecto político-cultural que un pueblo determinado busca darse en la historia del mundo. Lo nacional significa primero el lugar donde se nace, es algo vinculado a la tierra, de allí proviene el término nación, que en esta primera aproximación se limita al país, que viene del paisaje, lugar donde habitan los paisanos, quiere indicar el genius loci que nos rodea al caer a la existencia en este mundo cada uno de nosotros. Pero no acaba allí la idea de nación y nacional sino que se extiende a aquello que pretendemos ser y hacer los paisanos como pueblo en la historia de mundo.

De modo tal que la tradición nacional reclama para existir, alternativamente, estos dos elementos: país y proyecto, historia y futuro.

Plateadas así las cosas podemos entrar ahora en el tema de esta meditación, el del orden criollo.

Este fue el orden que se dio fácticamente con la cultura del caballo, que se dio políticamente con los gobiernos que privilegiaron y defendieron lo nuestro y que se dio culturalmente cuando pensamos con cabeza propia.
Antes que nada debemos prevenirnos y afirmar que, el Don Segundo y toda su comercialización arequera, (el gaucho visto con los ojos del hijo del patrón, Doll dixit), el Santos Vega, leyenda mitómana para profesores de literatura, el Fausto formado por palabras gauchas y conceptos vacíos (criollada de gringo fanfarrón, que anda jineteando la yegua de su jardinera, Lugones dixit) y el floklorismo de gauchos de tienda nada tiene que ver con lo criollo. Todo ello es un remedo, una mala copia.

El orden criollo implica la existencia de una cosmovisión, es decir, una visión totalizadora, hoy se dice holística, del hombre el mundo y sus problemas expresada en el estilo de nuestros hombres de campo o del hombre de ciudad que siente el campo.
Y acá viene y hay que hacer una distinción fundamental entre lo gaucho y lo criollo. Distinción que hiciera Juan Carlos Neyra en un impecable, breve y profundo ensayo. El gaucho y lo gaucho término peyorativo hasta que lo recuperan San Martín y Güemes y es bueno que se recuerde y se lo recuerde desde acá, desde la Quiaca, implica una forma de vivir que necesariamente se da en el campo, en donde el gaucho muestra todas sus habilidades camperas, todas sus pilchas como en esta fiesta, todas sus destrezas en juegos como el pato, la taba, la sortija y en danzas como el triunfo, el gato, la zamba, la cueca, la chacarera o el chamamé. En donde los silencios tienen sus sonidos y los trabajos sus tiempos en un madurar con las cosas, tan propio del tiempo americano.

¿Y lo criollo entonces? Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por eso que lo gaucho es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo digan de vos.
Así, se pudo acertadamente escribir: Si gaucho es una forma de vivir, criollo es una forma de sentir”

Y esta distinción se ve claramente en la estrofa del poema nacional que dice:
Tiene el gaucho que aguantar
Hasta que lo trague el hoyo,
O hasta que venga un criollo
En esta tierra a mandar.


Estrofa que muestra en forma evidente como el gaucho es quien sufre, quien padece un modo de vida, en este caso en la época posterior a Rosas, de explotación e injusticias, y las esperanzas están puestas en un criollo, el aquel que siente lo gaucho, que interpreta cabalmente lo gaucho y que pueda llegar a mandar, a gobernar.

De modo tal que el orden criollo nace de la interpretación más acabada de aquello que la Argentina dio al mundo de más genuino: el gaucho. Y que en Nuestra América se llamó hueso en Chile, montubio en Ecuador, cholo en Perú, camba en Santa Cruz, coya en La Paz, gaúcho en el sur de Brasil, borinqueño en Puerto Rico, ladino en Guatemala, llanero en Colombia y Venezuela, charro en México.

Pero avancemos un poco más y pasemos con nuestro aporte del plano descriptivo al plano metafísico. Y así afirmamos que si bien es indudable que se ha producido paulatinamente con el surgimiento de la sociedad industrial y de consumo la desaparición de lo criollo bajo la forma del gaucho, el llanero, el montubio, el charro, o el huaso, ello no nos permite, de ninguna manera, afirmar la desaparición de los valores que alentaron a este tipo de hombre. Lo gaucho es la forma en donde se plasmó de mejor manera lo criollo, pero lo criollo es el fondo, es el núcleo aglutinado de valores que le da sentido a lo gaucho. En una palabra, que desaparezca la forma, en tanto que apariencia,(hoy los centros tradicionalistas son solo apariencia de lo gaucho) no nos autoriza a colegir que murió su contenido; esto es, el alma gaucha, o sea, la expresión más propia de lo criollo. Muy por el contrario, lo que se tiene que intentar es plasmar bajo nuevas apariencias o empaques los valores que sustentaron a este arquetipo de hombre, como lo son:
a) el sentido de la libertad, b) el valor de la palabra empeñada, c) el sentido de jerarquía y d) la preferencia de sí mismo. No existe ningún pensador nacional iberoamericano, más allá de las disímiles posiciones políticas, que no sostenga estos cuatro principios fundamentales del alma hispanoamericana.

Así el orden criollo nace a partir de allí y es expresión política y cultural de esa esencia propia y específicamente nuestra, esto es, de la ecúmene, de esta gran casa que es América, que como lo hóspito nos recibe, nos hospeda a todos nosotros (aborígenes, gauchos y gringos) que desde lo inhóspito hemos llegado a América buscando la posibilidad de ser plenamente hombres.

Acá la primacía no se obtiene por la antigüedad, como nos quieren hacer creer hoy en día las voces publicitadas del indigenismo, acá la primacía la tiene aquel que llevó a su mayor perfección la forma de ser americano y este fue el criollo como producto de ese abrazo fenomenal, tanto en la lucha como en el lecho, que se produjo a partir de 1492. En donde Europa y América dejaron de ser lo que eran y habían sido hasta entonces para ser otra cosa distinta, diferente, nueva y no vista nunca antes: Y aquí en América surgimos nosotros, “ni tan español ni tan indio”, el mundo criollo y su orden, que llegó a su plenitud cuando cuajó un arquetipo humano que en Argentina fue el gaucho.
Y que fue descrito acabadamente por texto por el Facundo, el Martín Fierro, La Tradición Nacional, el Payador o Romances de Río Seco. Y que llegó a su plenitud política cuando fue bien interpretado por hombres como San Martín, Güemes, Rosas, Sáenz Peña, Yrigoyen y Perón.

(*)
Filosofo

6 de noviembre de 2006

La Enseñanza de la Historia

Dentro de pocos dias se recordara el "20 de Noviembre" Día de la Soberania Nacional, por ello es importante hacer este aporte historico a unos de los forjardores de la Identidad Nacional y defensor de la Soberania El Brigradier Gral. Juan Manuel de Rosas.

La Enseñanza de la Historia
El gran instrumento para desargentinizar la Argentinay hacer de la Patria de la Independencia y laRestauración la colonia felíz del 80 había sido lafalsificación de la Historia. No bastaba con la caída de Rosas ni con las masacresque siguieron a Pavón. Era necesario dotar a la nuevaArgentina de una conciencia compatible con el dominiode una clase y el tutelaje foráneo. La patria ya no sería la tierra, o los hombres, o la tradición sinolas instituciones copiadas, la libertad restringida,la civilización ajena. Pero nuestra historia era el relato del nacimiento,formación y defensa de una nacionalidad. Había en ella-como en toda historia nacional- emoción de pueblo,gestos de conductores, coraje de auténticos patricios. Por eso la preocupación primera de los hombres de Caseros, aun antes de la Constitución a copiar y los extranjeros para poblar, fue la falsificación del pasado: dotar a los argentinos de una historia"arreglada" (la palabra es de Alberdi), de "mentiras a designio" (la frase es de Sarmiento) que enaltecierala civilización ajena en perjuicio de la barbarie nativa.
Se amañó el pasado. Se adaptó (como en toda América)la leyenda negra de la conquista española: Juan María Gutiérrez, el rector de la universidad de BuenosAires, hablaría de los crueles conquistadores y lujuriosos frailes que España nos mandó para nuestro mal. Se mostró a la Revolución de Mayo como un complot de doctores ansiosos de libertad de comercio yconstituciones escritas; para llevar sus beneficiosfueron Belgrano al Paraguay y San Martín a Chile y el Perú. No había tierra ni tradiciones; nada de eclosión turbulenta y magnífica de un pueblo que brega por su independencia; todo pasaba en una sola clase social; todo ocurría por móviles extranacionales.
Don Bernardino Rivadavia, de vinculaciones con empresas británicas, que gobernó de espaldas a la realidad, dislocó el antiguo virreinato en cuatro porciones insoldables, e hizo dictar en horas de guerra internacional una constitución que levantó contra su gobierno a todo el país, fue presentado como el GrandePrócer de la Argentina. El arreglo resultó fácil hasta los tiempos de Rivadavia, porque la "leyenda negra" había sido preparada por los enemigos de España retaceando y tergiversando auténticos materiales españoles, y la concepción minoritaria y extranjerizante de la Revolución existió realmente, sino en los patricios de1810, en los mayos de 1838. Era cuestión entonces de ocultar la presencia del pueblo en las jornadas de1810, en el grito de Asencia, en la noche del 5 al 6de abril, y negarlo como montonera cuando irrumpió enel litoral llegando a la plaza de la Victoria enfebrero de 1820. Se llamó anarquistas a los conductores de ese pueblo con Artigas a la cabeza, y se calificó de próceres a quienes buscaban por Europa el dominio extranjero que asegurase el dominio de suclase. San Martín y Belgrano no fueron como hombres depensamiento político definido, ni expuestas sus opiniones sobre las cosas y la gente de la tierra,sino como héroes de alto, pero único, valor militar.
Con esos materiales se podía fabricar la historia dela primera década independiente, y avanzar en la segunda hasta el fracaso de Rivadavia en 1827 "por las ambiciones y barbarie de los caudillos". Fue lo que hicieron Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López. Aquél en la Historia de Belgrano y la independencia argentina con alcance a la muerte del héroe epónimo en 1820; y éste en la Historia de la revolución argentina que llegaba hasta los tiempos de Dorrego en 1828.No se podía avanzar más allá. Porque más allá estaba Rosas.
Y la época de Rosas era un problema. Había una nacionalidad enfrentando las fuerzas poderosas de ultramar, un pueblo patriota imponiendose a una minoría extranjerizada, un jefe de extraordinarias condiciones políticas venciendo a los interventores extranjeros y sus auxiliares nativos. Debía pasarse por alto la creación de la Confederación Argentina, el entusiasmo y participación populares y sobre todo la defensa de la soberanía contra las apetencias foráneas. No se podían separar los"ejércitos libertadores" ni las "asociaciones de Mayo"de las intervenciones foráneas y su fondo de reptiles, ni disimular el cañón de Obligado, ni la victoria de los tratados de Southern y Lepredour, ni la derrotapor Brasil cuando el Imperio adquirió al general (y con el general, el ejército) encargado de llevarle la guerra. No. A la época de Rosas debía borrarsela de la historia argentina, negarla en bloque, condenarla sinjuicio: tiranía y nada más.
Lo dijeron en claras palabras los legisladores que condenaron a Rosas como reo de lesa Patria. No lohicieron porque así lo sintieran. Lo hicieron con la esperanza de que un fallo solemne impidiera una posterior investigación de carácter histórico por el argumento curial de la cosa juzgada. Lo dijo el diputado Emilio Agrelo. ("No podemos dejar el juiciode Rosas a la historia ¿qué dirán las generacionesvenideras cuando sepan que el almirante Brown losirvió? ¿que el general San Martín le hizo donación desu espada? ¿que grandes y poderosas naciones seinclinaron ante su voluntad? No, señores diputados.Debemos condenar a Rosas, y condenarlo con términostales que nadie quiera intentar mañana su defensa"). Absurdo, pero así fue.
Para la enseñanza primaria y secundaria bastaba rellenar los años posteriores a 1829 con los cargos contra Rosas de los escritores unitarios al serviciode los interventores europeos.Pues como Aberdeen, Guizot y Thiers necesitaran presentar su empresa colonial como una cruzada de la Civilización contra la Barbarie (como se presentan entodos los tiempos, todas las empresas coloniales detodos los imperialismos), existía una abundante literatura de horrores cometidos por Rosas, que iban desde el incesto con su hija a la venta de cabezas de unitarios como duraznos por las calles de Buenos Aires, pasando por rostros adobados con vinagre yorejas ensartadas en alambres que adornaban su salón de Palermo.La presentación del monstruo, que tanto había impresionado a la clientela burguesa de Leconstitutionelle de Thiers, hasta arrancarle un apoyo a las intervenciones que llevarían la civilización a los sauvages sudamericains (no ocurrió lo mismo en Inglaterra, pese al Manchester Guardían y a los discursos de Peel, tal vez por el mayor sentido común de los británicos) serviría ahora para adoctrinar a los niños argentinos en el horror al "tirano" y el repudio a sus "secuaces". Todo lo que pudo servir contra Rosas (Tablas de sangre, novelas como Amalia,poesías condenatorias, alegatos de resentidos, chismesde comadres) fue vertido en dosis educativas en los libros de texto como definición de la "tiranía". Contra ella los auxiliares del imperialismo lucharonveinte años con patriótico desinterés, pues el Catecismo de la Nueva Argentina presentaba un gran demonio rojo -Rosas- perseguido sin tregua por unos ángeles celestes.
Finalmente el Bien se imponía sobre el Mal como debe ocurrir en todos los relatos morales. En la Universidad el cuadro variaba. Rosas seguía siendo el monstruo y sus enemigos los hombres de bien; pero su mayor crimen había sido postergar con argumentos fútiles por veinte años la ansiada constitución -objeto exclusivo de la revolución de Mayo- hasta caer por uno de sus tenientes (Urquiza) convertido oportunamente al constitucionalismo y lalibertad. Llegó entonces la Constitución de 1853; pero como Urquiza tenía resabios federales debió esperarse hasta su derrota en Pavón para que los goces de la libertad se extendieran por toda la Argentina. El 12 de octubre de 1862, con la asunción de la presidenciapor Mitre, se detenía "la historia".
Más allá no había nada importante (fuera del corto epílogo del Paraguay para abatir a otro "tirano" monstruoso en beneficio de su pueblo oprimido) y solamente se registraba una galería de presidentes con fechas de su ingreso y egreso y alguna frase final sobre "los grandes destinos". Era cierto, certísimo que más allá de Caseros no había historia: las colonias felices, como las mujeres honestas, carecen de historia.
José María Rosa (José María Rosa, Historia Argentina, t. VIII, BuenosAires, Editorial Oriente, 1977)