Nos mudamos a Dossier Geopolítico

19 de junio de 2007

I Cena de la Peña "La Imprenta"

Peña de la Imprenta
(Andonaegui 3148 –Buenos Aires)

Extracto de la Primera Peña- 7 de junio de 2007
Charla a cargo del Lic. Carlos "Chino" Fernández



El sistema electoral-parlamentario se constituye cada vez más en un obstáculo para la verdadera representación popular. Este es uno de los grandes problemas políticos que debe guiar la producción de conocimiento crítico en el campo de las ciencias sociales, ya que el desarrollo del proceso histórico, ha hecho de este engendro algo natural.

En realidad el sistema de representación indirecto se ha convertido en una barrera aprovechada por unos pocos para sostener la lógica del régimen de dominio, que subyace debajo de los diferentes gobiernos.
El problema se ve con mayor claridad en el ahondamiento de la brecha que separa los intereses del pueblo de sus representantes que habitan en el/los Congresos y Concejos Deliberantes a lo largo y a lo ancho del país.

Por otra parte, el Estado-Nación que supimos conseguir presenta un déficit enorme en la producción de pensamiento e inteligencia estratégicos, cuya marcada ausencia se transforma en una de los principales instrumentos de sometimiento por parte de otros centros de gravedad de mayor poder.

La redefinición de nuestra identidad particular y la caracterización del estado de situación del contexto con sus peligros de agresión hacia nosotros y también con las potenciales coincidencias, se hace imprescindible a la hora de reafirmar nuestra identidad como Nación-Pueblo y a la hora de hacer observable las diversas contradicciones que debemos resolver en el largo camino hacia nuestra soberanía definitiva.

Esa naturalidad con la que vemos el sistema de representación electoral, ha acompañado la consolidación de los intereses financieros transnacionales, que son los que mantienen los privilegios, mientras fomentan las relaciones políticas virtuales, mediáticas y espurias, gracias a la alianza estratégica conformada con la pequeña burguesía progresista e ilustrada y con las capas de burócratas que monopolizan gran parte de los medios de comunicación y centros de educación y cultura.

Esta suerte de bloque histórico ha socavado las bases de los partidos políticos tradicionales y de las organizaciones sindicales, y especialmente la estructura territorial de los militantes políticos de base, reemplazándolos por las consultoras y los candidatos seleccionados en los escritorios y escribanías privadas del marketing político.

La ciencia busca la verdad, pero la política el poder, aunque no siempre estos dos propósitos van de la mano es oportuno encontrar su unidad esencial.
En el marco de un proyecto nacional con proyección suramericana, es necesario profundizar la ruptura con el pensamiento políticamente correcto, de la misma manera que debemos desnaturalizar el sistema electoral parlamentario para resolver nuestros principales problemas sociales.

El conocimiento debe ponerse al servicio del desarrollo soberano del pueblo y para ello más que tomar todo el tiempo encuestas de opinión o de imagen, es necesario analizar con rigurosidad las diferentes manifestaciones del pueblo, que lo hace a través de sus luchas sociales y políticas.
Es imprescindible construir un nuevo o renovado sistema de ideas autónomas e independientes, al mismo tiempo que deberemos contar con un nuevo tipo de sistema de representación política.
Es el pueblo en tanto poder colectivo que debe expresarse en el Gobierno, y no una suma de individuos aislados entre sí (ciudadanos) que no forman un colectivo orgánico a la hora de definir una comunidad organizada.
Es la Nación- Pueblo, más que el Estado de Derecho el eje para una convocatoria nacional