Nos mudamos a Dossier Geopolítico

26 de abril de 2008

Exposición de Helio Juagaribe del 20 de Nov. de 2003

Presentación: El trabajo que se expone a continuación es la síntesis de la conferencia que dictara el Prof. Dr. Helio Jaguaribe el día 20 de Noviembre de 2003 en el "Encuentro de Pensamiento Estratégico y Político Internacional" organizado por el Centro de Estudios Estratégicos Suramericano CEES.
Lic. Carlos Alberto Pereyra Mele

LOS RETOS FUTUROS DEL MERCOSUR

Argentina y Brasil: equilibrios en la cornisa de la historia

Helio Jaguaribe, el brillante pensador brasileño, disertó sobre los desafíos regionales.
SOCIOLOGO Y ABOGADO.

¿Qué pueden hacer países como Argentina y Brasil en las condiciones actuales del mundo?
Lo primero es tratar de comprender lo que está pasando en esta tercera ola globalizadora. La primera fue en el siglo XV como resultado de los descubrimientos marítimos y la revolución mercantil que modificó las formas de producción de la Edad Media. La segunda ola ocurrió con la Revolución Industrial y las transformaciones que produjeron, en los modos de producción, la electrificación y otras energías alternativas. Y ahora estamos viviendo la tercera, producto de los descubrimientos científicos de la primera mitad del siglo XX y de las innovaciones tecnológicas de la última década.

El brillante economista chileno Osvaldo Sunkel observó que las globalizaciones, inversamente de lo que pregona el neoliberalismo, acentúan enormemente las asimetrías. India y China, demuestra Sunkel, sufrieron con la primera globalización, y la relación entre Europa y Asia, que era de 1 a 1, pasó a ser de 2 a 1 a favor de los europeos. Después, la Revolución Industrial agredió las relaciones entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado llevando esa diferencia de 10 a 1. Ahora, si uno mide los ingresos per cápita de los países ricos y los pobres, esa brecha es de 60 a 1. Entonces es mentira que la globalización es buena para todos, ya que para algunos es pésima.

Hoy, con una globalización severamente agravada por el unilateralismo de Estados Unidos, el mundo se está dividiendo en cuatro niveles diferentes.

1. Nivel supremo. Supremacía absoluta (o casi) de EE.UU.

2. Nivel de elevada autodeterminación. Allí se encuentran sólo la Unión Europea y Japón.

3. Nivel que yo llamaría de resistencia. Ahí están China, India y Rusia, que tienen capacidad de limitar la interferencia de la globalización en su propio territorio. O sea tienen autodeterminación interna y muy limitada autodeterminación externa.

4. Nivel de dependencia. El resto de los países.

Argentina, Brasil y sus socios Uruguay y Paraguay, desde la construcción del MERCOSUR, tiene observables condiciones para subir del nivel de dependencia al de resistencia... siempre que se hagan las cosas apropiadamente. Es una oportunidad única que todavía nos ofrece la historia.

Veamos primero, brevemente, qué características tiene este imperio americano. A diferencia de los tradicionales, como el romano o el británico, el norteamericano no ocupa el territorio de los países dominados ni ejerce su hegemonía formalmente.

Tal vez la mejor analogía para comprender cómo funciona el sistema de dominación norteamericano sea la del campo gravitacional o campo magnético. A partir de poderosos mecanismos (de tipo económico, financiero, tecnológico), la metrópoli ejerce presiones tan poderosas sobre las áreas sometidas que éstas no pueden hacer otra cosa más que cumplir con lo que el imperio determina. ¿Para qué EE.UU. estaría interesado en meterse en la administración de las zonas dominadas si tiene la capacidad de condicionar poderosamente y estratégicamente sus conductas?

El imperio norteamericano aprendió algo de la última fase del colonialismo europeo: la administración directa de las provincias es cara. Y comprueba que, cuando está obligado a hacerlo, como ahora en Irak, paga un precio alto: es probable que a George W. Bush le cueste la reelección (para bien de EE.UU.).

En este escenario la convergencia de Argentina y Brasil es fundamental. ¿Por qué? A mi juicio hay dos alternativas.

a) El imperio se consolida y universaliza, o sea, se abre un período de larga duración de pax americana que no será eterno pero cuyo fin no vamos a ver ni nosotros ni nuestros descendientes

b) Otros centros de poder —China, Rusia— adquieren capacidad de equipolaridad en el siglo XXI. Yo preveo que lo segundo es altamente probable si China mantiene su extraordinaria tasa de desarrollo anual y si Rusia, un país con un nivel de educación y de cultura superior al promedio norteamericano, se recupera como pareciera que lo está haciendo. Su arsenal nuclear es un poco obsoleto pero todavía mata.

En este escenario multipolar, fascinante y extremadamente peligroso, Europa (convertida en la de los 25 y, quizás, en una Europa de los 30) no va a tener ninguna posibilidad de una fuerza política propia, porque las diferencias internas son demasiado grandes.
En la Unión Europea se formarán subsistemas políticos con marcadas diferenciaciones. Hoy ya existen dos: el subsistema atlántico, comandado por Inglaterra, y el subsistema europeísta, de la alianza franco-alemana, que tiene muchas chances de atraer a la Italia post Berlusconi y a la España post Aznar.

Pero volvamos a nuestros países y a intentar situarlos frente a este presente y a ese futuro. En el actual proceso de globalización y unilateralismo, ni Argentina ni Brasil están en condiciones de resistirse, aisladamente, a ser absorbidos por el sistema imperial norteamericano.

Si se consolida una alianza estratégica —y no sólo retórica— primero a nivel Mercosur y luego a nivel de Sudamérica para la formación de un poder económico, tecnológico y cultural (no un poder militar) podemos elevarnos del nivel de dependencia al de resistencia.

En el primer escenario, el de la pax americana, el haber logrado esta integración nos permitirá entrar en el imperio como una provincia de primera clase, detrás de los europeos, y no como las provincias africanas.

En el segundo, si hay un nuevo multilateralismo, la formación de un sistema sudamericano de cooperación basado en el núcleo duro del Mercosur, nos permitirá un nivel de interlocución internacional muy importante.

Esta semana en Miami, gracias a la coordinación argentino-brasileña, EE.UU. debió aceptar el llamado ALCA Light, que, en el fondo, es un Alka-Seltzer.

Pero ¡cuidado! hay puntos ineludibles. Primero: la única manera de que el ALCA Light sea tolerable es que a la hora de firmar quede garantizado un plazo razonable de permanencia de la tarifa externa común del Mercosur.

Segundo: hay que desterrar la idea de que "el país se va a ir desarrollando más adelante". Nuestro futuro depende de las condiciones internacionales que nos permitan hacer. Mientras tengamos espacios de permisibilidad internacional o actuamos rápidamente o ese espacio se cierra. Y se está cerrando por la globalización, por el unilateralismo. ¿Qué plazo nos reserva todavía la historia? ¿De qué plazo mínimo disponemos y necesitamos para lograr un tipo de desarrollo satisfactorio? Probablemente 20 años.

¿Cuáles son las condiciones necesarias? Por un lado una alianza argentino-brasileña seria. Con el neoliberalismo de los últimos años se convirtió en un sistema de intercambio de mercancías y eso es bueno, pero está lejos de ser lo que necesitamos.

Necesitamos una política industrial común que asigne una parte de la producción a Paraguay y a Uruguay, que nosotros compraremos.

Necesitamos una concepción macroeconómica competente para administrar los crecientes microconflictos que van a surgir en la región porque a mayor integración mayor número de conflictos a nivel micro. Necesitamos un sistema jurisdiccional. Hasta ahora cuando una firma brasileña entraba en conflicto con una argentina ¡tenían que resolver el problema los presidentes de las repúblicas! Tenemos que tener tribunales y una legislación transnacionales mercosuristas y someter nuestras firmas a esa jurisdicción. Establecer claramente a nivel constitucional la supremacía de la legislación mercosurista sobre la nacional.

Otro aspecto importantísimo es la relación entre el Mercosur y la comunidad andina. Tenemos que crear condiciones atractivas para que ellos quieran venir.

Ultima cosa: el neoliberalismo nos inmovilizó, de manera trágica a la Argentina y esterilizante a Brasil. Y la historia corre. Para conseguir estos objetivos necesitamos elevar significativamente nuestra tasa de ahorro. Tenemos que sustituir un modelo de equilibrio estático por un modelo de equilibrio dinámico.

Termino diciendo que estas cosas son posibilidades, no necesidades. Si seguimos con los conflictos internos, las antiguas rivalidades argentino-brasileñas, las peleas entre partidos, estamos perdidos. Si Argentina y Brasil no se unen y retoman el crecimiento social, la historia no nos dará ninguna chance. Si lo hacemos, tendremos un futuro extraordinario. Si no, vamos a convertirnos en segmentos indiferenciados del mercado internacional bajo control de multinacionales. Vamos a convertirnos en la basura de la historia.

Análisis:

La Inteligencia Estratégica de Brasil

Hemos tenido la grata experiencia de escuchar al sociólogo Helio Jaguaribe el 20.Nov.03 en Buenos Aires. Más que conferencia fue un Informe de Inteligencia Estratégica brindado por uno de los mejores cerebros de ese país, pero al mismo tiempo nos dé una idea del nivel con que trabaja Itamaraty y a su vez es respaldado por su Estado Mayor Conjunto. Escucharlo es la mejor prueba de que Argentina carece de clase dirigente.

Jaguaribe comenzó haciendo una reseña de cómo se llegó a la globalización y luego dividió a los grados de Poder Mundial en 4 categorías:

1er. Nivel: La Superpotencia Unipolar de EEUU.

2do. Nivel: El Bloque de Apoyo conformado por Europa Occidental y Japón, los países que componen el resto de la Trilateral Commission.

3er. Nivel: El Bloque de Resistencia conformado por China, India y Rusia.

4to. Nivel: El Bloque de los Inviables (a menos que cambien sus Estrategias). Argentina y Brasil se encuentran dentro del 4to. Bloque y solo unidos pueden ingresar al 3er. Bloque. Pero de quedarse en el 4to. Bloque, ambos perecerán como será el destino de cada nación del Tercer Mundo que no pueda acceder al Bloque de Resistencia.

Hoy el Imperio no funciona como lo hizo Roma, ni siquiera como el Imperio británico en India, en el sentido de construir sus colonias con un cierto grado de progreso en la infraestructura. Por el contrario, actúa más como un 'campo magnético' que perturba el funcionamiento interno de los Estados y no contribuye a su desarrollo. Es la forma más barata de colonizar y la razón por la cual los imperios europeos, luego de la 2da.. Guerra Mundial, pasaron del colonialismo al neo-colonialismo.

Un aporte de Helio Jaguaribe es el estudio de la combinación entre Economía y Cultura en los procesos de desarrollo nacional. Si bien es evidente su conocimiento del marxismo, también es indudable su rechazo a un marxismo vulgar que todo lo mide en términos económicos y, por otro lado como ejemplo, cita

Para ingresar a ese Bloque de Resistencia es necesario que se logre una determinada 'Velocidad de Despegue', (como los misiles que salen al Espacio). Esa Velocidad de Despegue se basa en dos factores: tasa de desarrollo y capacidad de ahorro interno.

Los países asiáticos, hace décadas que tienen una tasa superior mínima del 8% anual. China está cerca del 10%. De seguir así, aunque nadie puede asegurar cuanto tiempo seguirá en esta tasa, China alcanzará a EEUU en unas décadas.

A la competitividad China se le suma la pérdida de desarrollo industrial de EEUU. Con una economía de estas características, la salida del decadente es la política bélica y el arrasamiento de otras economías 'a punta de pistola'.

El otro factor que complementa la "Capacidad de Despegue" es la capacidad de ahorro interno. Pero acá nos encontramos con la resistencia de las élites que van a defender su capacidad de consumo a costa del desarrollo nacional. El caso más dramático quizás sea el de Africa con una capacidad de ahorro equivalente a Cero. No podrá salir adelante. En el otro extremo está China y muchos de los países de Lejano Oriente que le siguen. En China la capacidad de ahorro es del 30%.

En Brasil la capacidad de ahorro es del 8% y en Argentina del 6%. La capacidad mínima de ahorro requerida es del 25%. Aunque Jaguaribe no lo diga, es indudable que de implementarse una política tendiente a restringir el ahorro interno, habrá una dura lucha contra las élites que ahora disfrutan una capacidad de consumo similar a las de sus pares de Europa.

Resumiendo, esa "Capacidad de Despegue" es que Argentina y Brasil, luego el Mercosur ampliado, logre un crecimiento mínimo del 8% sostenido y una capacidad de ahorro del 25% para volcarla en desarrollo.

Otros dos elementos de la Capacidad de Despegue son el Nivel de Igualdad Social y la Masa Crítica de Industrias.

El piso mínimo a lograr es el nivel de igualdad social de España, a mitad de camino entre Alemania y Portugal, y la capacidad tecnológica de Italia, algo más bajo que Alemania-Francia.

El Desarrollo requiere una Masa Crítica de técnicos y científicos que provienen de una Clase Media, y cuando nos referimos a esta no es en el sentido de capacidad de consumo, como se mide en EEUU, sino en todo el entorno laboral y cultural necesario para el estudio, la investigación y desarrollo. La Desigualdad Social, producto de una estructura oligárquica que polariza entre una mínima elite consumidora y una masa en la miseria, asegura el estancamiento en un círculo vicioso que se retro-alimenta a sí mismo.

Al comenzar la Revolución Industrial, Inglaterra tenía una Masa Crítica de Clase Media, con sus técnicos, muy por encima de Francia y el resto del Continente. EEUU se cuidó de tener una clase media durante 90 años desde la revolución, hasta que pudo ingresar de lleno a la revolución industrial. La URSS y China dedicaron todos sus esfuerzos desde el comienzo para desarrollar esas Capas Medias de científicos y técnicos. A esa Capa Social de Científicos y Técnicos se puede llegar desde el capitalismo con contenido nacional o desde el socialismo.

Brasil tiene una Masa Crítica importante de Industria pero un alto nivel de Desigualdad Social. Por el contrario, Argentina tiene más Igualdad Social aunque en este momento se esté herrumbrando su Masa Crítica de Industria. Lo importante de Argentina es que de esa Capa Social, la generación que construyó la industria aún está con vida.

Un concepto que dejó en claro es que ya sería inviable tomar como objetivo a América Latina por los recientes Tratados de Libre Comercio, el NAFTA, el Plan Pueblo Panamá, etc. En ese sentido mucho del control de EEUU sobre los países de Centroamérica y el Caribe se ha vuelto irreversible. Lo factible es avanzar hacia la unión de América del Sur.

El factor Cultura es otro pilar sobre el que se asienta la Unidad. Jaguaribe dio como ejemplo a Gran Bretaña que económicamente está en Europa pero culturalmente en EEUU.

En el caso del choque cultural, la cultura anglo-americana es muy fuerte en valores pragmáticos, pero la cultura latina es más fuerte en valores principistas. De esta forma la cultura anglo-americana es como una lanza, que es fuerte cuando propone negocios, pero la cultura latina es como un escudo que es útil para salvar a los principios de los negocios. De todas las culturas latinas de América, la de Méjico es la más fuerte porque, estando al lado del gigante y luchando por sobrevivir, es la que más desarrolló su sentido de Identidad y lo ha logrado: no pudo ser absorbida e incluso se desarrolla dentro de EEUU.

El Frente Cultural en América del Sur se convertirá en los próximos años en un campo de lucha más importante que el económico.

Podríamos agregar algo a la advertencia que nos hizo al mencionar de pasada tanto al Conde Duque de Olivares como al Cardenal Richelieu: "Lo que Olivares supo y no pudo, y lo que Richelieu pudo".

Ambos fueron coetáneos hace ya casi 4 siglos. Ambos vivieron la encrucijada de reformar o no su reino, siendo la monarquía unificada de España-Portugal más fuerte que Francia. Pero las mezquindades internas de España, bien aprovechadas por Inglaterra, Holanda y Venecia, las que determinaron la osificación conservadora del Estado-Nación y su posterior decadencia. Por el contrario, Richelieu no vaciló y logró las reformas necesarias para que el Estado Nación de Francia se convirtiera en el Poder más fuerte de Europa a fines del siglo XVII.

Conde Duque de Olivares: en Argentina y Brasil se deben encarar las consecuencias de su fracaso.


Pese a los ingresos de ultramar, el Estado Nación de España estaba muy endeudado con los bancos de Génova y Venecia, en una guerra de desgaste en Flandes, con Inglaterra al acecho en sus rutas navales, y con fuertes compromisos en la Guerra de Alemania.

Era necesaria una fuerte reforma en lo bancario, lo impositivo, frenar el consumo suntuario, crear una 'capacidad de despegue del ahorro interno', del desarrollo de las manufacturas locales, la reforma militar destinada a lograr una milicia nacional. Todo eso fue frenado por la miopía de las oligarquías locales, España entró en la decadencia y Portugal logró su Secesión, para intentar salvar sus colonias de los holandeses, pero quedando como sub-imperio de Inglaterra.

Hoy Argentina y Brasil heredan los problemas que datan del Conde Duque de Olivares. Necesitan aumentar el ahorro interno, la capacidad tecnológica, el crecimiento económico, superar la deuda externa, la desigualdad social, la capacidad militar para defender sus recursos naturales. O se unen o desaparecen.

Jaguaribe advirtió contra el Plan Colombia como cabeza de playa de los anglo-americanos en América del Sur. Una vez posesionados de Colombia avanzarán al sur por los Andes y al Este por el Amazonas. La misión del Mercosur es reforzar al Estado colombiano para que se mantenga y pueda controlar la situación sin caer en manos de EEUU.

Esto se complementa con las declaraciones de Dirceu respecto a la defensa de Amazonia. Se necesita un Mercosur militar.

También explicó el ALCA 'light' firmado en Miami. Había dos posiciones: a) Argentina quería el choque frontal aunque ello nos alejase del Pacto Andino. b) Brasil quería la 'Aproximación indirecta', firmar de acuerdo en lo Secundario y de Forma, negando la firma en lo Principal y de Fondo. Al mismo tiempo mantener la relación con el Pacto Andino. El canciller Armiño es un hombre de guante de seda pero mano de hierro. En la próxima reunión del Mercosur en Montevideo vendrán todos los países del Pacto Andino, el resto de Sudamérica, pero no estará EEUU.