9 de Julio de 2008 hacia el Bicentenario
La proximidad del Bicentenario de la Independencia argentina ha puesto a muchos sectores de la sociedad en acción, con el objetivo de que la fecha que acaecerá el 9 de Julio de 2016 no sólo resulte un hito del paso de este pueblo por el tiempo, sino que, sobre todo, sirva para la reflexión, el repaso de nuestra historia y el alumbramiento de ideas para la proyección de nuestra sociedad. Ideas que nos ayuden a marcar el rumbo por el que andaremos en nuestro tercer siglo de existencia.
Y, como la necesidad de pensar y repensarnos es intensa y demandante, la sociedad y fundamentalmente la Escuela tiene que llevar adelante una serie de actividades para compartir el intento de alumbrar el sendero que habremos de recorrer después de cumplir 200 años.
Es que, si queremos saludar a nuestro pasado, a nuestro porvenir y a las ganas de mirar el mundo desde esta ventana, si queremos entendernos, explicarnos, el Bicentenario nos da una oportunidad. Perdidos y hasta náufragos en el mar del presente, la historia es a veces una balsa y la esperanza de la orilla. Oigamos nuestras propias voces: todas. De eso se trata.
Hoy como ayer pareciera que la historia vuelve a repetirse. El Congreso de 1816, fue convocado cuando la Santa Alianza promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos. Comenzó en Tucumán, una ciudad del interior, por el creciente disgusto de los pueblos frente a Buenos Aires. Desde la supresión de la Junta Grande por el Primer Triunvirato en 1811 hasta el Directorio de Alvear, la conducción porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo las tendencias confederales de la mayoría de esos pueblos. Las provincias fueron convocadas para reunirse en Tucumán y enviaron sus diputados. Estuvieron incluidas algunas del Alto Perú, por entonces en manos realistas, pero se excluyeron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental, por diferencias políticas. Entre los congresistas, predominaba el sentimiento antiporteño. Las sesiones comenzaron el 24 de marzo de 1816.
También el País era otro El Distrito de Buenos Aires tenia alrededor de 130000 habitantes, Córdoba 220000 habitantes y el norte de Tucumán hasta el Alto Perú 590000 para que entendamos la importancia económica, poblacional y fundamentalmente política del Norte de nuestro País para esos años de lucha.
Mientras los Diputados Porteños traían instrucciones como la de soberanía popular o de la libertad de prensa, Córdoba, en cambio les instruía a sus diputados que declaran la Independencia y que se invitaran a la Provincia Oriental y al Paraguay a integrar el mismo, los de Cuyo a declarar la Independencia. Como vemos, una idea de integración y no de secesión como es la que se impuso desde el Centralismo Porteño.
No era momento para tibios. En el norte del continente, Bolívar había sido derrotado. Chile estaba nuevamente en manos de los realistas. Los españoles amenazaban Salta y Jujuy y serían contenidos por las guerrillas de Güemes. Para empeorarlo todo, Fernando VII había recuperado el trono de España y se preparaba una gran expedición cuyo destino sería el Río de la Plata. La Banda Oriental estaba virtualmente ocupada por los portugueses. En ese momento crítico los argentinos decidimos declararnos independientes. Fue un gran compromiso, el rechazo valiente de una realidad adversa. Era empezar la primera navegación de un país independiente, sin atender las borrascas ni los riesgos. “Un acto de coraje”. Y en contra de las fuertes corrientes Monárquicas que pretendían un Gobierno regido por un descendiente de un Inca o la Hermana del Rey de España la Regente Carlota de Borbón o de los sectores que pretendían que Inglaterra reemplazara a la Corona Española.
El máximo promotor de la idea de la declaración de la independencia fue sin dudas el padre de la Patria, José de San Martín. El se impuso militarmente a los españoles y políticamente a aquellos sectores vinculados a la elite de Buenos Aires que ya estaban negociando tanto con España como con Inglaterra.
Escribió San Martín a Tomás Godoy Cruz, diciendo lo siguiente:
"¿Hasta cuando esperamos declarar nuestra independencia?¿No le parece a Ud. una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cocarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos?
Así el 9 de Julio de 1816 el Congreso declarará: Nos, los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.
Y el 19 de Julio reúnen en sesión secreta y amplían un párrafo del Acta de la Independencia: donde dice “una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli”, agregan la frase “y de toda otra dominación extranjera”. La propuesta es del diputado Pedro Medrano, abogado nacido en Montevideo (Banda Oriental). El texto se jura 48 horas después. Es mas, se hacen traducciones en quechua y aymara, los idiomas aborígenes del Norte.
Luego la Historia ya no será la misma. El Norte resistirá 8 invasiones realistas desde el Alto Perú: la última será en el año de 1822. Allí los pueblos salteños, tucumanos, jujeños y de la actual Bolivia con nulo apoyo de Buenos Aires, dejarán 1/3 de la población asesinada por el invasor, enormes perdidas materiales, los pueblos de cuyo y Córdoba del Tucumán serán participes de la expedición San martiniana en la liberación de Chile y Perú. Miles de gauchos, negros, mulatos e indios serán de la epopeya, olvidados por “la historia oficial” como las mujeres que participaron peleando codo a codo con sus hombres y fueron milicianas. Doña Juana Arzurduy, o doña Magdalena (Macacha) Güemes de Tejada y el apenas recordado héroe nacional Martín Miguel de Güemes, que sin él, la revolución no se hubiera consolidado
Hoy a 8 años de celebrar el bicentenario, nosotros, el pueblo argentino, debemos, mirarnos en esos hombres y mujeres y prepararnos para transitar este siglo XXI en la idea de consolidar la identidad nacional y tener un nuevo proyecto que nos unifique dentro de la patria grande que es nuestra Sudamérica ante una globalización que nos intenta dominar, es la forma de dar continuidad a nuestro destino histórico.-
CORDOBA 9 DE JULIO DE 2008
Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele
licpereyramele@gmail.com
Este Blog fue creado con el objetivo de enriquecer un nuevo espacio político en la compleja realidad Suramericana. Realidad que se conforma no sólo por lo que es, sino también por lo que puede ser. Es la intención, entonces, trabajar tanto sobre lo que está en acto como lo que está en potencia. Desde este Blog estudiaremos, analizaremos y daremos nuestra opinión, sobre el fenómeno geoestratégico y geopolítico suramericano.
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1 comentario:
Te agradezco la posibilidad que me brindas a través de las lecturas de tus artículos de mantenerme informada en forma objetiva sobre la realidad de nuestro país y el panorama internacional. Ana Cristina Evans Burgess
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