Nos mudamos a Dossier Geopolítico

2 de julio de 2008

Para reflexionar el momento

El conflicto entre el gobierno y el campo

Cien días y algo más del conflicto entre el gobierno y el “campo”, han hecho de este fenómeno un hecho social de envergadura.
El conflicto lejos de ser un problema sectorial, se ha transformado en un hecho que involucra al conjunto de nuestra sociedad.
La especulación financiera y el aumento de la demanda de alimentos de nuevos mercados elevaron por encima del precio estimado, las principales oleaginosas. Por su parte, la variación del monto de las retenciones a las exportaciones, expresan que juntamente a la disputa por la renta diferencial agropecuaria, está en juego nuevas configuraciones políticas que dan cuenta de una transformación social que ya existía.

El nuevo reparto de áreas de influencia por parte de las grandes empresas transnacionales, la incorporación de nuevas tecnologías a la producción agropecuaria, la reorientación de los tipos de cultivos según los tipos de suelo, genera nuevos sujetos sociales o redimensionan los existentes. Desde el rentista, los pooles de siembre, los fondos de inversión, los contratistas, los grandes productores de soja, los pequeños y medianos productores diversificados, etc, etc.

El desarrollo económico está signado en esta hora por una nueva fase en la concentración de la producción y el control centralizado del capital. Este desafío para el sistema económico, no pasa solo por la necesidad de concentrar la tierra en unas pocas manos, sino por el control de la producción de semillas, las patentes, los fertilizantes, el trasporte, acopio y venta al mercado internacional de granos y productos industrializados (aceites, carnes, etc.)

Ahora bien, entendemos que la modificación del valor de las retenciones al agro, marcan una ruptura en las reglas del juego político y de las alianzas del gobierno con los grandes grupos concentrados exportadores
No es como se piensa vulgarmente, sino que la modificación de las retenciones se llevó a cabo a los efectos de sostener la alianza con las multinacionales exportadoras. Esta falacia, genera espurios alineamientos y una gran manipulación de los diferentes actores sociales que obliga a la gran mayoría de la población a estar de un lado y del otro, cuando el problema por resolver es otro.

El gobierno en lugar de hacerse cargo del problema, le transfiere el problema a la sociedad, incrementando la escala del conflicto y permitiendo la incorporación a la disputa de otros protagonistas.

Desde el 23 de junio, el gobierno acorralado lleva el problema al Congreso, gana tiempo y no resuelve la situación de base
Si las retenciones móviles generaron una lectura falaz de la realidad, los alineamientos políticos en función del conflicto son antinómicos, por tanto las soluciones no serán equitativas. No habrá solución
La realidad exige en primer lugar conocerla, exige nuevos registros empíricos que den cuenta de los cambios en la base económica y social de nuestro país, de lo contrario estaremos discutiendo según la imagen que nos presentan los medios de comunicación o los funcionarios con intenciones menores.

Si tomamos por ejemplo un informe del Ateneo Arturo Jauretche: del total de la explotaciones agropecuarias el 9,8% tiene más de 1 000 Ha, concentrando el 78% de la superficie agropecuaria
El resto de las explotaciones, 90,2% tienen una superficie menor a 1 000 Ha, concentrando el 22% de la superficie. De este conjunto el 58% tiene menos de 100 Ha (2%) de la superficie.
Esta información si bien nos muestra el grado de concentración de la tierra, poco nos dice de los sujetos sociales que actúan sobre el ella, ya sea porque son propietarios, arrendatarios, contratistas, trabajadores o inversores.

Según la ONCCA[1], tenemos que los productores que extraen de 1 a 60 toneladas de granos son 30 583, con un volumen de producción total de 1,83 mill de Tn.
De 61 a 150 Tn existen registrados 17 442 con 2,62 Mill de Tn
De 151 a 300 Tn hay 11 200 productores, con un volumen de 3,36 Mill de Tn
De 300 a 450 Tn, tenemos 4960 productores con 2,32 Mill de Tn
De 451 a 600 Tn, tenemos 2714 productores con 1,63 Mill de Tn
De 601 a 1500 Tn tenemos 4 999 productores con 7,50 Mill de Tn
Más de 1500 Tn, son 2817 productores con 27,83 Mill de Tn

Quedarían por fuera de este esquema aquellos productores que no se encuentran inscriptos o bien que trabajan en negro
Ambos cuadros nos muestran que la concentración de la tierra va de la mano con el aumento de la escala y de la productividad en el trabajo, medido por el volumen de la producción

Si consideramos acertada la proposición que nos dice que el momento actual es un momento en donde la economía necesita concentrarse por las presiones y demandas externas y por la misma lógica del sistema capitalista, tenemos que unos 50 000 productores están sobrando o bien son un obstáculo para el necesario aumento de la productividad. O que por ejemplo, la gran mayoría de las explotaciones de menos de 100 Ha, o con una escala menor a 300 o 400 Tn de producción, son presionadas para sumarse a los grandes productores de granos o pooles de siembra por diferentes mecanismos. Esa es la cuestión

El problema se complejiza, ya que no solamente es un proceso que involucra a parcelas de tierra, rinde o volumen de producción, sino a población que directamente e indirectamente vive de la actividad agropecuaria, como lo demuestra la protesta social en el interior que excede a la de los productores directos
¿Por qué decimos que se necesitan nuevos registros empíricos?
Porque en los últimos años en el campo se han generalizado algunos procesos que han cambiado la fisonomía social, económica y cultural de gran parte de la Argentina. Estos procesos se dan en todas las regiones geográficas con sus características particulares.

Segmentos que figuran registrados como pequeños productores son en realidad rentistas. Arriendan sus campos, tanto a pooles de siembra, como a otros productores mayores. También existen segmentos de productores que se hacen cargo de sus campos y prestan servicios con sus maquinarias a otros campos vecinos. Existen también los contratistas que solo cuentan con maquinaria agrícola y fondos de inversión que controlan las explotaciones, transfiriendo solamente un porcentaje de las ganancias a los productores o dueños de los campos.

Los trabajadores del campo prácticamente ni se nombraron en este conflicto
Tenemos también que junto a las grandes exportadoras de granos, aparecen los acopiadores y transportistas que influyen en los precios, según las distancias que existen a los puertos de embarque
Están los proveedores de semillas e insumos que en general coinciden con las grandes multinacionales y por último el Gobierno central, los gobiernos provinciales y algunas intendencias.

La información sistemática general que existe poco dice de estos procesos económicos y sociales que han transformado la Argentina, y que tampoco se reflejan en el sistema de representación política. Ni los partidos políticos ni el Congreso están expresando esta transformación
Por eso la protesta social, genera quiebres heterogéneos en la estructura de los partidos, cuyos representantes electos no siempre son elegidos de las bases, ni siquiera entienden ni conocen el país en el que viven.

Las retenciones existieron en la Argentina históricamente en diferentes momentos y con gobierno de distinto color político. En esta oportunidad, el conflicto por las retenciones móviles no son una expresión de las contradicciones entre el sector concentrado del campo inscripto en la SRA contra el mercado interno en pos de una industrialización nacional.
Es más bien expresión de la consolidación de un sujeto transnacional que controla el acopio y la exportación de granos conjuntamente al control de la producción de insumos, patentes, etc; y que ha tenido como socio principal a los diferentes gobiernos.

En este sentido la UCR no es más la expresión del capitalismo agrario y de los profesionales y comerciantes de las ciudades, ni el PJ es la expresión de una industrialización nacional en donde las FFAA fueron el garante. Los intereses del capital financiero transnacional tiñeron todas las dimensiones de la vida argentina. Ni la estructura económica es la misma, ni la sociedad. Es casi imposible que las formas políticas puedan permanecer en pié, ni las alianzas que otrora signaron la historia argentina.
Los gobiernos llegan al ejercicio de la gestión con un discurso que nada tiene que ver con los intereses que representan. Situación que no se ve hasta la emergencia del conflicto social, como el del campo.
Este conflicto muestra ni más ni menos la no correspondencia entre Economía-Sociedad y Política

El incipiente lockaut se convirtió sobre todo –entre los días 14 al 17 de junio-, en una protesta social generalizada que trascendió el marco de la convocatoria de las cuatro entidades del agro más representativas. La movilización del 18 de junio lanzada por el gobierno no equilibró el quiebre producido en la sociedad argentina. Al paro de las entidades agropecuarias, se incrementó el paro de los transportistas, comerciantes y trabajadores de los servicios en el interior, como ciertas fracciones de las capas medias urbanas de varias ciudades. Algunas ramas de la industria ya estaban suspendiendo obreros, mientras se profundizaba el desabastecimiento de productos de primera necesidad y de combustibles.

Sin más chance para encubrir la derrota política, el gobierno envía al Parlamento un ante-proyecto de ley que en nada cambia los términos del intercambio. El tratamiento en el Congreso del conflicto no hace más que corroborar con mayor crudeza las fisuras reales que generó este enfrentamiento con el campo. Fisuras que alcanzaron a los Gobernadores, intendentes y ahora diputados y senadores.
Ni hablar de los cuadros políticos de las segundas y terceras líneas y de la militancia en general

El gobierno nacional ha decidido generalizar el conflicto transfiriendo a la sociedad la solución, cuando en realidad es rompiendo hacia arriba en donde está la solución
¿Cuál es la alianza de base que el gobierno elige sostener?
¿Centraliza el control de las exportaciones desde el Estado o rompe hacia abajo proletarizando a miles de productores agropecuarios?

Lic. Carlos El Chino Fernández
Junio de 2008



[1] Oficina Nacional de control del comercio agropecuario. Datos publicados por Clarín el 22 de junio de 2008

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