Nos mudamos a Dossier Geopolítico

20 de marzo de 2010

China avanza sobre África



Mientras los presidentes de China y EUA se dan la mano y se sacan fotos sonriendo, el continente africano ya se convirtió en el nuevo escenario de la disputa entre China y Occidente. A fuerza de lazos comerciales, préstamos, instalación de empresas, generación de empleos y desarrollo en diversas áreas, el dragón asiático pisa cada vez más fuerte en países necesitados de dinero y dispuestos a facilitar las materias primas vitales para la creciente industria china. El modo de penetración de este neocolonialismo no difiere tanto de las formas aplicadas por EUA y, como siempre, sólo beneficia a una pequeña elite y a las empresas que actúan junto a las grandes potencias.




La crisis internacional parece no afectar las relaciones entre China y África. Por el contrario, las inversiones de la potencia asiática continúan intensificándose a un ritmo imparable.



La llegada masiva de capitales se inició a comienzos de este siglo, pero se incrementó en (2006). La presencia china en África abarca todo tipo de sectores: Petróleo, gas, pesca, minería, agricultura, tecnología, comunicaciones, infraestructura y construcción, lo que marca un cambio en las políticas económicas de los países africanos, ya que cuentan con una fuente alternativa de financiamiento para realizar proyectos a mediano y largo plazo.



Días atrás se realizó en Egipto el IV Foro de Cooperación entre China y África. Allí se reafirmaron los lazos comerciales entre ambas partes. El intercambio comercial en (2005) fue de casi 40000 millones de dólares, mientras que el año pasado la cifra llegó a 107000 millones, de acuerdo con el FMI.



En el IV Foro, China anunció un préstamo a África de 10000 millones de dólares para los próximos 3 años, que va a ser utilizado para reforzar la capacidad productiva de las materias primas africanas y que además le va a brindar el privilegio a China de acceder a muchos de estos productos en su disputa con las empresas occidentales.



¿NEOCOLONIALISMO?



La penetración de China en el continente se realiza lentamente, pero con firmeza, es decir que cada paso sirve de soporte para continuar avanzando. Así, China consolida su presencia en casi todos los países africanos con tratados que comprometen de tal manera a los países suscriptores que resulta casi imposible retroceder.



Principalmente, el enorme ingreso de divisas, los créditos, la capacitación técnica y la creación de puestos de trabajo seduce a los gobiernos africanos, mientras que China se beneficia de las materias primas, vitales para su creciente industria, y se asegura la apertura de los mercados para la venta de sus innumerables productos manufacturados.



EUA, Francia y Gran Bretaña son los países que más presencia económica tienen en África. La llegada de China pone en riesgo la supremacía sobre los productos primarios que extraen de allí casi sin ningún control.



Occidente suele criticar a China el estilo de no inferir en los asuntos políticos internos de los países africanos en donde realiza sus masivas inversiones. En ese sentido, tanto EUA como Europa cuestionan el apoyo chino al presidente de Sudán, que está acusado por el Tribunal Penal de La Haya de genocidio en la región de Darfur, y además al Dictador de Zimbabwe, Robert Mugabe.



China afirma que respeta la política interna de cada país. Mientras que Occidente aplica un doble discurso, ya que no sólo sostiene a varias dictaduras, como la de Guinea Ecuatorial y Chad, sino que también financia sangrientas guerrillas en el sur de Sudán, y en Congo.



En el Foro, tanto la Unión Africana, como los gobiernos de Zambia y Sudáfrica alertaron al continente que el imparable expansionismo chino podría llegar a ser perjudicial para el desarrollo de África, hecho que fue desmentido categóricamente por Beijing, que alega que el intercambio comercial y las inversiones van a beneficiar a las dos partes por igual.



En tanto, el Ministro de Exteriores de Kenia discrepó con las voces disidentes y llamó a abrir aun más las puertas a China, ya que de acuerdo con sus palabras esta es una oportunidad única para superar el estado de subdesarrollo de la región.



CHINA VS. EUA



Precisamente Kenia, un tradicional aliado de EUA, es uno de los principales beneficiados de los tratados suscriptos en el IV Foro. Un principio de acuerdo, fijó la creación del puerto petrolero de Lamu y de un oleoducto que transportará el petróleo del sur de Sudán (otra área de influencia occidental) hacia la costa keniana en el Océano Índico.



China quiere asegurarse el aprovisionamiento de combustible ante la inminencia del referéndum independentista que se va a realizar en (2011) en el sur de Sudán. Si llegase a aprobarse la partición sudanesa, el Norte de Sudán, aliado de China y gobernado por árabes y musulmanes, quedaría desprovisto de sus mayores reservas de hidrocarburos. Mientras que el Sur de Sudán, aliado de Occidente y poblado por negros y cristianos seguiría proveyendo a China de petróleo.



Mediante la alianza con Kenia, China le disputa a EUA un importante aliado y además se arriesga a enemistarse con el gobierno sudanés, aunque la venta de armas del gobierno chino a Sudán va a seguir conservando los lazos de amistad.



Además, la incipiente llegada de grandes capitales procedentes de India al este africano, impulsó a China a suscribir acuerdos con Kenia y Uganda, que incluyen la exploración petrolera del litoral marítimo y del Lago Victoria, que hasta este año era prioridad de las compañías británicas.



El reconocimiento del Presidente Estadounidense Barack Obama a China como potencia mundial, no significa una merma en la disputa de fuentes energéticas en África, sino que se van a abrir más canales de cooperación entre EUA, Europa y China. A pesar de financiar gobiernos opuestos, varias empresas petroleras y mineras occidentales se están asociando a compañías chinas para explotar los recursos naturales africanos.



Sin embargo, los conflictos armados, generados en su mayoría por las rivalidades de las potencias en la extracción de las riquezas primarias africanas, no van a apagarse, pero tampoco se van a intensificar. El fenómeno del expansionismo chino tampoco va a mejorar la calidad de vida de los africanos, que están acostumbrados a que las inversiones occidentales les hayan traído pocos beneficios y muchas desgracias, como por ejemplo el incremento de los conflictos bélicos.



El modo de penetración de China en África, a pesar de las sutiles diferencias con Occidente no deja de ser imperialismo o neocolonialismo, que sólo beneficia a una pequeña elite y por supuesto a las empresas que actúan en conjunto con las grandes potencias.

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