Vadim Vijrov
Strategic
Culture
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Hablando recientemente en el Instituto Real de Relaciones Internacionales en Londres, el presidente de Turquía, Abdullah Gül, dijo que el rol de Occidente en la política global está gradualmente disminuyendo y llamó a la creación de un nuevo orden mundial sobre la base de relaciones armoniosas entre Estados Unidos y otras potencias mundiales, incluyendo a la Unión Europea y a los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.)
Turquía continuará siendo miembro de la OTAN y seguirá postulando a la condición de miembro de la Unión Europea, dijo el Sr. Gül. No obstante, agregó que Ankara estará implementando una política exterior independiente y diversa enfocada a la creación de un orden mundial armonioso sin hegemonía de ningún estado por separado.
“Nosotros preferimos ser realistas en cuanto a nuestras relaciones con los vecinos. La creación de un nuevo grupo de países basándose en el legado del antiguo Imperio Otomano no es lo que persigue nuestra política exterior. Lo que deseamos es la estabilidad y la cooperación en las regiones que rodean a Turquía, puntualizó el líder turco.
El “replanteo” de las relaciones Ankara-Moscú, se convirtió en uno de los temas principales dentro de la diplomacia denominada “Sin Problemas con los Vecinos”. A partir del año 1921 ambos países han pasado por altibajos y actualmente se vive un momento favorable. Desde el año pasado Rusia ha sido el segundo socio mayor comercial de Turquía mientras que ésta figura en el séptimo puesto en términos de cooperación comercial con Rusia. Su intercambio comercial bilateral llegó a más de 25 mil millones de dólares, lo cual significa un 29 por ciento mayor que en el año 2009. Los expertos predicen una cifra aun mayor de alrededor de 38 mil millones de dólares para el año 2011.
Actualmente Turquía invierte en Rusia principalmente en bienes raíces, banca, industria energética como también en la producción de electrodomésticos, industria del vidrio, alimentaria y cervecera. En total cerca dos mil firmas turcas están trabajando en Rusia. Hasta finales del año 2009 la cantidad que Turquía ha invertido en Rusia alcanzaba los 7 mil millones de dólares, señaló el embajador turco Aidyn Sezgin.
Durante la visita del Primer Ministro turco, Tayyip Erdogan del 15 y 16 de marzo pasado, este se reunió con el líder ruso Dmitry Medvedev y el Primer Ministro Vladimir Putin. Las partes negociaron algunos proyectos conjuntos en aviación y exploración espacial. Un informe emitido después de las conversaciones por el servicio de prensa del Sr. Medvedev señaló que las partes habían acordado desarrollar de manera conjunta la metalurgia negra (expertos rusos colaborarán con sus colegas turcos en una planta metalúrgica en Iskenderun), en la industria de telecomunicaciones y producción de electrodomésticos.
Rusia y Turquía se interesan sobre todo en la industria energética. Los dos países han acordado construir la primera planta eléctrica nuclear de Turquía en Akkyu Bay. El proyecto de unos 20 mil millones de dólares contempla la construcción de cuatro unidades generadoras de ciclo de vapor de agua de 1,2 gigavatios. Geográficamente hablando Turquía es propicia para el tránsito de suministros energéticos rusos hacia Europa.
Ankara y Moscú han estado negociando la construcción del oleoducto Samsun-Jeikhan. Durante las conversaciones en Kazán, las partes discutieron la construcción de este oleoducto de 550 kilómetros el cual conectará la costa del Mar Negro y el Mediterráneo. Hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo. Aparentemente Turquía estaría tratando de obtener ventajas mientras Moscú enfrenta dificultades para implementar el proyecto de oleoducto Burgas-Alexandroupolis debido a la posición expresada por Sofía (Bulgaria).
El Sr. Putin pidió al Ministerio de Energía que examinara el prospecto de la construcción de una planta de gas natural licuado (GL) en la costa del Mar Negro y discutir la creación de terminales de GL con socios europeos.
Después de la firma el año pasado de un protocolo intergubernamental sobre cooperación gasífera, la prensa turca de manera unánime estuvo de acuerdo en que este ayudaría a Ankara a recibir mejores ofertas por el gas de parte de Moscú.
De acuerdo con el periódico Sabah la compañía petrolífera y gasífera BOTAS de propiedad del estado turco, estaría lista para discutir con Gazprom tarifas de gas reducidas, incluyendo una revisión del principio de los retornos decrecientes.
Desde el mes de agosto del 2006 Rusia y Turquía han estado implementando varios proyectos en educación, ciencias, cultura y deportes. El año pasado los presidentes de los dos países firmaron un acuerdo de eliminación de visas para viajeros. Antes que estallara la crisis financiera global el 2009 el número de turistas rusos que visitaba Turquía alcanzó la cifra de 3 millones de al año. Aun después del 2009 Turquía recibió dos millones y medio de turistas de Rusia.
Actualmente los ciudadanos rusos pueden permanecer en Turquía sin visa durante un mes (aunque Moscú sugirió la extensión del período a dos meses).
Expertos y diplomáticos de ambos países están de acuerdo en que Rusia y Turquía están viviendo una reanimación de la cooperación en todos los frentes. Durante una entrevista con la emisora La Voz de Rusia el ex presidente del Instituto de Estudios Estratégicos de Turquía, Yasin Aktai, señaló que Rusia y Turquía experimentaron un enfriamiento en las relaciones durante la Guerra Fría pero que en años recientes este problema casi ha desaparecido por completo. Agregó que ni Moscú ni Ankara aprueban la hegemonía norteamericana.
El florecimiento de la cooperación entre Turquía y Rusia incomoda a muchos políticos en Occidente. Después que un comité del congreso norteamericano reconoció la matanza masiva de armenios en el Imperio Otomano como un genocidio, Turquía suspendió el desarrollo de vínculos con Estados Unidos en las industrias energéticas y de la defensa, como también en el comercio bilateral. Al día siguiente del comentario sobre el genocidio una delegación de Turquía llegó a Moscú para discutir la construcción conjunta de una planta eléctrica nuclear y otros aspectos concernientes a oleoductos y gasoductos.
Según Adrian Pabst, conferencista político de la Universidad de Kent, Inglaterra, la cooperación ruso-turca viene a llenar un vacío en el Cáucaso y su corredor estratégico que conecta al Golfo Pérsico con Afganistán y Asia Central. Es evidente que Moscú y Ankara están remodelando la geopolítica del Medio Oriente y Eurasia.
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