Ante tanta confusión que nos aturde el entendimiento, que con medios masivos de comunicaron (mejor seria categorizarlos de desinformación masivos) nos atosigan desde radios, TV y email masivos de fundaciones que nos dicen que ya paso lo peor de la crisis financiera económica del 2008. Que para no crear mas desazón en los afectados se nos informa de un reverdecer de la economía, o de la luz al final del túnel, etc.
Es por ello publicó esta carta de un amigo que reside en España desde la inauguración del periodo democrático post Franquismo sobre como observa la realidad diaria del “reino democrático español” tanto de gobiernos de derechas o de izquierdas, y que coincide con un reciente artículo, del The New York Times que se pregunta: ¿quién será el próximo en caer? Entre la lista de países más vulnerables se encuentran: Irlanda, Italia y España, y que ellos necesitan el apoyo de sus vecinos más ricos para no caer más profundo. Y para ratificar esta visión acompaño un comentario de un técnico uruguayo del sector informático que realiza la siguiente apreciación sobre la situación española desde Cataluña: “…, los sueldos cada vez mas bajos, por ejemplo hace 4 años cuando yo empecé a ver o a querer venirme vi que los sueldos de programadores estaban entre 3000 y 4500 euros por mes para programadores seniors, ahora para esos mismos perfiles están en 1600 2000 en su mayoría,… los medios dicen que están saliendo de la crisis, pero para mi es mentira yo no veo cambios, yo creo que lo dicen para tranquilizar a la gente”.
Por ello como iberoamericanos debemos seguir nuestros procesos de integración y de política común para conformar un polo de poder económico sin tener en cuenta los cantos de sirenas de los centros de poder que están en crisis. Y a este debate debemos incorporar la crisis del dólar (o default programado por USA para que lo pague el mundo). Y el rol que le compete a la prensa en el ocultamiento de la crisis.
Carlos Pereyra Mele
Hola amigo,
Hace tiempo que no te escribía.
Por aquí, por España, el capitalismo bien, gracias.
Nada nuevo que contar y nada que no haya sido contado en su historia de los últimos 200 años.
Pero, si.... tengo ganas de contarte un cuento que parece un cuento, pero también parece de verdad, porque lo estoy viviendo en directo, sin soñar.
Los bancos tuvieron un año muy bueno en el 2009. Grandes beneficios y ayudas generosas del gobierno democrático, socialista, capitalista, liberal, progre y nunca populista.
Hoy, a diferencia de épocas recientes y más gloriosas, a los bancos no les gusta que los clientes vayan a la oficina. Para atenderles necesitan personal, y los bancos quieren pocos empleados, mansos y bien exprimidos. Para ello han puestos cajeros automáticos, oficinas on-line, y han reducido sus mostradores a un solo puesto de caja. Las largas colas son para los tozudos como yo que se empeñan en recibir una información sobre sus dineros. Los peores son los abuelos, a los cuales no hay manera de convencerles con Internet.
La actividad principal de los bancos hoy, y casi la única, es la de cobrar comisiones a todo lo que se mueve y a todo lo que se queda quieto.
El excesivo valor de esas comisiones queda a criterio del propio banco (y a veces de la propia sucursal) ya que los servicios que las provocan, no cumplen con las directivas del Banco Central. Es decir que vale la vieja regla de de que ".... a servicio tramposo, comisiones piratas..."
Por otra parte, los bancos vislumbran un futuro prometedor. La jugada maestra fue ésta: Difundieron la alarma de que aumentaría dramáticamente el impago de los clientes. Con esa excusa cortaron todos los tipos de créditos, a seguir achicaron los plazos y extremaron las condiciones de las ejecuciones morosas. De repente, las ayer amables oficinas se convirtieron en cámaras de tortura para los afligidos clientes. Así, poco a poco, una enorme cantidad de viviendas pasaron a manos de los bancos a precios ridículos y con el justificante de que servirían para aprovisionar (hacer un colchón) a las supuestas pérdidas de posibles impagos.
Gracias a ello, los bancos son dueños de un impresionante stock de viviendas subastadas a precios de remate Son hoy la mayor inmobiliaria de España y controlan todo el mercado. Saben que alguna vez llegará la recuperación y será entonces el momento de aumentar otra vez los precios de la vivienda y hacer una caja dulce, grande y apetitosa para ser repartida ".... entre nosotros cuatro, uno más y nada más..."
En la otra orilla, se ve ahora tambalear al ciudadano golpeado de lleno por la crisis. Ese mismo ciudadano, hasta hace poco había puesto todos sus ahorros en su carísima vivienda y se sacrificaba para pagar mensualmente su crédito. Ahora, sin empleo, agobiado y derrotado, acaba de entregar su propiedad al banco, y ni siquiera así ha podido liquidar la hipoteca, porque la valoración que el mismo banco ha hecho de esa vivienda dice que hoy vale la mitad del valor de la deuda y por ende vale un 60% menos de la misma tasación que el mismo banco hizo a la misma vivienda hace 5 años.
Ergo, el ciudadano se queda sin trabajo, sin casa, sin ahorros y con una deuda a pagar en 20 años.
Dicen, lo bancos y los expertos que la principal causa de la crisis fue la irresponsabilidad de los clientes que contrajeron grandes deudas.
Sin embargo la historia de los últimos 15 años dice todo lo contrario.
Hasta el mismo comienzo de la crisis financiera, la morosidad de las familias y de las empresas en España eran de un 0.02% de la deuda total. Una insignificancia.
La historia verdadera fue así: Cuando revienta la burbuja en España, los bancos tienen todo su dinero apostado en el mercado financiero internacional y en las grandes empresas de construcción. Por ello, se quedan sin reservas y deben cortar abruptamente el crédito, entonces se paraliza el circulante de efectivo y la economía sufre un frenazo terrible, cae en picado el consumo, la vivienda no se vende porque los bancos no dan hipotecas, la construcción despide a miles de obreros, la desocupación aumenta a casi el 20%, 120.000 comerciantes cierran en 8 meses y entonces sí aparece la morosidad.
La morosidad apareció como consecuencia de la avaricia bancaria y la lógica destrucción de un sistema no productivo. Los bancos se quedaron sin dinero porque lo desviaron hacia el Festival Internacional de la Timba Financiera y también porque apostaron en la subida imparable e infinita del precio de la vivienda. La complicidad de la banca con los grandes magnates de la construcción, a la sombra de los vaivenes de la bolsa, quedó fundida en un mortal abrazo que la especulación hizo estallar.
No, no fueron los clientes los que fallaron, fue el sistema financiero corrupto, incompetente, e irresponsable el que provocó he hizo estallar la crisis.
Y es, hasta hoy, el sistema financiero, el único sector que no ha pagado el precio de la crisis.
La última parte de este cuento es el debate que ha lanzado con fuerza la prensa sobre el valor ético de las grandes primas que reciben los altos funcionarios del mundo de las finanzas.
Toda una cortina de humo por parte de la prensa. A los mortales de la calle, a los que sufren y pagan cada día los desastres de este terremoto, a toda la sociedad no les interesa la ética de estos millonarios. La gente ya sufre en carne propia los daños de esos valores morales. Es un debate falso, hueco, es solo demagogia para distraer el centro de la cuestión. Eso que se reparten son las migajas de un festín pagado por los ciudadanos. Nadie tiene dudas sobre la justicia o la moralidad de esos privilegios ganados a base del engaño, especulación y mentira. Lo que la gente pretende es que desaparezca para siempre el motivo de tales premios. Que se queden con las migajas pero que devuelvan el gasto del festín.
Es algo así como crear un debate sobre la manera mafiosa en que los chorizos reparten su botín.
¡NO! ¡NO! Lo único moralmente válido es perseguir y atrapar a loa chorizos.
¡NO! señores de la prensa, no interesa la manera en que los ladrones hacen sus cuentas.
Lo que la gente exige es que la prensa denuncie, con pelos y señales, a todos los delincuentes que provocaron el desastre.
Y exige también que todos los estafadores vayan a la cárcel de una vez.
Allí dentro, a la sombra, cuando estén todos juntos, que se repartan sus privilegios.
¿Será cuento o será verdad?
Eduardo Bonugli
20 de Enero de 2010
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