Haití, crónica de una muerte anunciada
Luego del catastrófico terremoto que destruyera su capital, Puerto Príncipe, una oleada de información mediática saco del ostracismo al pueblo haitiano condenado a convivir con la pobreza y las enfermedades del muro de silencio que se había establecido alrededor del mismo. Haití con sus apenas 27.750 km², alberga una población de 10.033.000 habitantes, que comparte la misma isla con Republica Dominicana, es el país mas pobre del continente, el 95% de la población es de origen africano descendiente de los esclavos que utilizo Francia durante su dominación y el 5% restante son mestizos y blancos, fue una rica colonia productora de azúcar.
Fue la segunda Republica Americana -1804- después de los Estados Unidos, mucho antes que las republicas hispanoamericanas y quizás allí empezó su drama, pues fue un país que colaboro ampliamente con dinero, armas y hombres al libertador Simon Bolívar para que pudiera reiniciar su campaña emancipadora del norte de Suramérica (los americanos del sur debemos mucho a los haitianos por su apoyo al proceso emancipador). Y por ello fue condenada y bloqueada por Francia, Inglaterra, España y Estados Unidos que no veían con buenos ojos una republica de negros libres en un continente en que gran parte de la economía del mismo se basaba en la esclavitud, como dijera el presidente norteamericano, Thomas Jefferson “Haití es un mal ejemplo”... En el siglo XX vendrían las invasiones y ocupaciones estadounidenses, la de 1915 para “estabilizar la situación política” que se prolongaría hasta 1934 aumentando la inestabilidad y los enfrentamientos entre mestizos y afrodescendientes que serian aprovechado por la mas nefasta dictadura del caribe encabezada por François Duvalier desde 1957, conocido popularmente como Papa Doc, que gobernó dictatorialmente con ayuda militar y financiera de Estados Unidos y que en 1964 se hizo proclamar presidente vitalicio. A su muerte lo sucedió su hijo Jean-Claude Duvalier (Nené Doc) en 1971. En ese terrible periodo Haití descendió a los umbrales más deleznables del atraso y la muerte, azuzando el enfrentamiento entre negros y mestizos y utilizando como fuerza de choque a los temibles “Tom Tom Macoutes” paramilitares que asesinaban, torturaban y violaban a voluntad, saqueando a su propio pueblo. En 1986 una insurrección popular le obligó a exiliarse y el ejército se hizo con el control del poder.
Esos 30 años de dictadura y atraso condicionaron al país hasta la actualidad. Pues Haití tiene el terrible privilegio de poseer estadísticas escalofriantes como que la mitad de las causas de muertes son atribuidas al VIH/SIDA, junto con otras enfermedades infecciosas respiratorias, la meningitis o la diarrea, que incluyen también el cólera y la tifoidea. El 90% de los niños del Haití sufren de enfermedades hídricas y de parásitos intestinales. Aproximadamente el 5% de la población adulta sufren del VIH. Los casos de tuberculosis son de diez veces más altos que el promedio del resto de América Latina. El 70% de su población vive en la pobreza y la gran mayoría de la población depende de una agricultura de subsistencia, ¾ partes del país es montañosa y su suelo a sido desforestado por un mal manejo del mismo lo que acarreo mayores dificultades a una población que depende fundamentalmente de la tierra para alimentarse, el país ha creado muy pocas fuentes laborales con el actual gobierno presidido por el Presidente René Préval quien tomara posesión del mismo en febrero de 2006, que sucediera al depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide (político y sacerdote Salesiano haitiano, portavoz de la Teología de la liberación. Presidente Constitucional de Haití 1991;
Como hemos podido apreciar en estos dramáticos días, la situación de Haití no ha cambiando sustancialmente después de casi 6 años de intervención de la ONU, pues las consecuencias del terremoto solo han venido a confirmar, que no se modifico su grave situación económica y social y que el país esta fuera de todas las agendas por carecer de recursos estratégicos (agua, petróleo, gas, biodiversidad o minerales raros), y que tampoco es importante estratégicamente desde la mirada militar, pues Estados Unidos tiene mejores bases militares para controlar el caribe y los gobiernos “populistas” que le preocupan en la región. Es más, los estrategas norteamericanos desde hace años consideran a Haití un “estado fallido”, categoría geopolítica que creara el Dr. Sammuel Huntington, en la que se identifican a determinados estados en forma unilateral y estereotipada como aquellos espacios carentes de gobernabilidad y que por lo tanto deben ser invadidos para restablecer el “orden”.
Pues bien hoy en día la ONU, el Banco Mundial, el FMI, el Club de Paris, la OEA, el BID, las numerosas ONG, “ayudan” al pueblo Haitiano ante la crisis humanitaria desencadenada: “condonaciones de deuda”, “aportes de técnicos”, más “efectivos militares para poner orden en una masa desesperada por falta de agua, comida y atención sanitaria”, etc. Se complementan con numerosas reuniones de los organismos internacionales para coordinar la esta a la devastada Haití.
Pero es evidente que si esa “ayuda” se hubiera materializado, en su momento, sin el dramatismo del terremoto, seguramente ese sufrido y olvidado pueblo no estaría hoy llorando a sus 200.000 muertos y millares de heridos más, sino que hubiera tenido un horizonte político económico menos dramático, y no como ahora que cuando dejen de ser noticia nada habrá cambiado lamentablemente. Roguemos que los gobiernos latinoamericanos puedan ayudar a reconstruir ese país, ya que es fuerte nuestra deuda por su ayuda en el proceso independista que en este año cumple 200 años y que Haití deje de ser la crónica de una muerte anuncia.-
Lic. Carlos A. Pereyra Mele
Analista Geopolítico Suramericano
http://licpereyramele.blogspot.com/
Articulo publicado por: El Fondo de la Cultura Estratégica de Rusia, permitida la reproducción del mismo citando la fuente: http://es.fondsk.ru/article.php?id=2725
1 comentario:
Lic. Carlos le transcribo esta frase del artículo, creo que tiene un error de tipeo: "para coordinar la esta a la devastada Haití."
Muy bueno el artículo, aunque no estoy de acuerdo con que a EE.UU no le interese poner una base militar 1º está cerca de Cuba (aunque tenga Guantánamo), de Chávez, de Honduras y a tiro de Panamá. Hay más riqueza alrededor de Haití que en Haití mismo.
2º ha mandado nuevas tropas... ¿por qué tantos soldados militarizando el territorio Haitiano?.
3º Nadie defenderá a Haití de esta invasión encubierta.
Mis más sinceros saludos. Bocha.
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