Para control del Narcotráfico y el Terrorismo Internacional
Por Carlos A. Pereyra Mele (*)
En los últimos días se difundió (por las agencias: EFE, DPA, Diarios: El País, O Globo) la noticia de un “acuerdo” entre Brasil y Estados Unidos para la instalación de una base militar en Río de Janeiro para controlar y combatir el narcotráfico y el terrorismo internacional, debemos aclara que no hay versión oficial solo declaraciones como las del General Douglas Fraser Jefe del Comando Sur, luego de entrevistarse con el Ministro de Defensa de Brasil Nelson Jobim y de que allí se analizo una agenda para ser tratada a fines de abril entre el Presidente Lula Da Silva y el Secretario de Defensa de USA Robert Gates cuando este visite oficialmente Brasilia, donde se hablará de cooperación militar estratégica entre ambos países. Por ello debemos ser cuidadosos y cautos a la hora de explicar este tema tan sensible como son bases de USA en el extranjero, ya que como sabemos las versiones periodísticas tienen siempre una fuerte carga ideológica y política, y que temas como estos son presentados con mucha especulación periodística. También recordemos que Brasil se encuentra en las etapas finales de su campaña política para elegir sucesor de Lula en los próximos meses y que temas como estos pueden tener mucha influencia en la misma.
Tomadas esta precauciones podemos decir sobre el tema y de acuerdo a fuentes confiables de Brasil que lo se esta negociando es una “oficina base” en la Ciudad de Río de Janeiro para triangular y coordinar los esfuerzos de la lucha antidrogas, trafico de dinero y armas, no estamos hablando de una base militar como las que instalo EE.UU. en Colombia donde ese gobierno cedió (reitero cedió) parte importante de su soberanía nacional a los militares, contratistas y “asesores” de EE.UU. Pues se dialoga sobre una posible base "multinacional y multifuncional" bajo comando brasileño. Brasil se esta curando en salud para no tener que enfrentar la triste realidad de México (País donde los carteles de la droga han puesto en peligro al estado mismo).
Brasil ha tenido algunos hechos de violencia gravísimos en los últimos años con carteles de las drogas que operando en San Pablo y Río de Janeiro que causaron mucho caos y muerte con sus ataques, en esas ciudades, lo que obligo al actual presidente Da Silva a movilizar las Fuerzas armadas para poner coto a estos ataque y a la formación de grupos de elite especiales como el BOPE. Brasil tiene además compromisos mundiales que organizar y no puede permitir que grupos de delincuentes comprometan la realización de los mismos, me refiero al mundial de Futbol en el 2014 y las Olimpiadas en el 2016 y que con actos de violencia cuestione la autoridad del estado garante de la seguridad de sus ciudadanos.
Que se esta negociando entre Brasil y USA?: es la instalación de una “oficina base” en Río, la se sumaria a otras dos en este caso de la brasilera para control y vigilancia del atlántico Sur, ya que la base norteamericana de Key West (Florida/USA) monitorea America del Norte y el Caribe y la otra base esta en Lisboa (Portugal), a la vera del Río Tajo monitorea y controla el atlántico norte y por ello la importancia que se le da a esta nueva base pues controlaría el atlántico sur lugar por donde se están expandiendo las líneas de envío de estupefacientes al viejo continente. Todas estas bases son de carácter de cooperación multinacional para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, en el caso de la instalada en Florida, los agentes que operan desde de Key West cuentan con la colaboración de los gobiernos británico, francés y holandés que contribuyen con navíos, aeronaves y oficiales y de algunos países latinoamericanos, como Colombia, Argentina y Ecuador.
Brasil con esta negociación se comporta como potencia emergente, pues se incorpora a la lucha global contra los nuevos flagelos de seguridad internacional que se desarrollan en los últimos años me refiero al narcotráfico y el terrorismo y todos sus “negocios” vinculantes (trata de personas, falsificación de productos y bienes, lavado de dinero y ventas de armas clandestinas).
Los conflictos de Brasil con estados Unidos son numerosos, por los controles que se le quiere imponer a su desarrollo nuclear, o por las bases militares en Colombia, o su relación con Irán, o su plan de repotenciar sus fuerzas armadas, y por su rol en el BRIC. Pero Brasil con esta negociación se establece y es reconocido por su importancia como un país que no se puede soslayar, ya que tendrá bajo su jurisdicción el control y monitoreo nada menos que del atlántico sur, lo cual lo incorpora a los grandes jugadores estratégicos del siglo XXI. Y demuestra que EE.UU. tiene que negociar por mas potencia militar y tecnológica que tenga con al sur del Río Bravo. Brasil con acciones como esta continúa con su proyecto de establecerse como el país referente del continente suramericano y fortalece sus posiciones para intentar un continente unido ante los desafíos del siglo XXI (con la conformación de un Nuevo Espacio Continental Económico suramericano).
Brasil con acciones de este tipo demuestra su paso de potencia regional a actor mundial no solo económico sino también político, su estrategia se basa en un pensamiento suramericano que se proyecta desde el interior de sus fronteras hacia el exterior.
(*) Carlos A. Pereyra Mele
Licenciado en Ciencia Política (Unv. Católica Cba.),
Analista Político, especialista en Geopolítica Suramericana
http://licpereyramele.blogspot.com/
Articulo publicado por el Fondo de la Cultura Estratégica (Rusia)
http://es.fondsk.ru/article.php?id=2904
BBC Confirma la hipótesis del articulo:
Señal de distensión militar entre Brasil y EE.UU.
Alessandra Correa, BBC, Washington
El acuerdo de cooperación en el área de defensa que Brasil y Estados Unidos deben firmar la semana próxima no parece marcar muchos cambios en la práctica, pero da muestras de una distensión en la relación bilateral, aseguran analistas consultados por BBC Brasil.
El acuerdo militar entre Brasil y EE.UU. sería firmado el lunes.
"Puede ser una corrección del rumbo", dice Peter Hakim, presidente del instituto de análisis político con sede en Washington, Diálogo Interamericano.
Las diferencias sobre diversos temas marcaron la relación entre Brasil y EE.UU. en los últimos meses.
La crisis en Honduras, la visita a Brasilia del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, la resistencia brasileña a nuevas sanciones contra el régimen iraní y un acuerdo militar que permite a EE.UU. utilizar bases militares en Colombia son sólo algunos de los puntos de fricción.
Sin embargo, esta semana, dos noticias parecen indicar una nueva fase en las relaciones.
Entre el algodón y las armas
El lunes, tras meses de estancamiento, Brasil recibió una contrapropuesta de EE.UU. y decidió aplazar el inicio de represalias comerciales contra el país por subsidios al algodón, que habían sido aprobadas por la Organización Mundial del Comercio.
"También eligió este momento para anunciar la idea de un acuerdo de defensa", dijo Hakim. "Es un paso positivo".
Según el analista Adam Isacson, director del programa de seguridad en América Latina del Center for International Policy, parece haber un esfuerzo en Washington para tratar de "reconquistar" a Brasil después de los desacuerdos recientes.
El martes, fuentes diplomáticas dijeron que el pacto de defensa está pendiente de una revisión final y debe ser firmado el próximo lunes.
Diferencias sobre diversos temas marcaron la relación entre Brasil y EE.UU. en los últimos meses.
De acuerdo a esas fuentes el acuerdo había sido negociado desde el gobierno de George W. Bush, pero sólo recientemente ha tomado forma.
La expectativa es que el ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, viaje a Washington para firmar el documento con el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates.
El miércoles, fuentes del Departamento de Estado de EE.UU. confirmaron que el acuerdo debe ser firmado "la próxima semana".
Impacto
Todavía no hay detalles sobre el nuevo pacto. Según fuentes diplomáticas, el documento crea un instrumento jurídico, a partir del cual los países determinarán futuros proyectos de cooperación en capacitación, equipamiento y desarrollo tecnológico en el ámbito de defensa.
No creo (que el acuerdo militar) vaya a representar un gran cambio. El impacto será más técnico.
Este es el primero en su tipo entre Brasil y EE.UU. desde 1977. En ese momento, el gobierno brasileño canceló unilateralmente un acuerdo militar de 1952.
Desde entonces, ambos países mantienen sólo pequeños convenios sectoriales en el sector de defensa, que abarcan áreas tales como los intercambios entre las Fuerzas Armadas y ventas de equipamiento.
En la práctica, sin embargo, la expectativa es que no haya cambios importantes en la relación militar entre los dos países.
"Yo no creo que vaya a representar un gran cambio", dice Isacson. "El impacto será más técnico. Puede facilitar las acciones burocráticas, tales como ejercicios conjuntos", agrega.
Según Hakim, Brasil tiene una postura cautelosa sobre la relación militar con EE.UU., que no debería cambiar con el nuevo acuerdo.
Vecinos
Los analistas consultados por BBC Brasil también afirman que no parece haber razón para posibles reclamos de los vecinos de Brasil acerca de la colaboración con EE.UU.
El año pasado, el anuncio del acuerdo militar entre EE.UU. y Colombia generó críticas de varios países en América del Sur, incluyendo Brasil.
En ese momento, el gobierno brasileño se quejó de la "falta de transparencia" del pacto y pidió explicaciones a Washington y Bogotá.
El que se firmará con Brasil, sin embargo, es diferente del de Colombia en varios puntos.
No creo que otros países tengan razones para oponerse al acuerdo. Creo que Brasil no va a firmar este acuerdo sin consultar primero -puntos posiblemente polémicos- con sus vecinos.
El pacto no proporciona ninguna inmunidad para las tropas y no implica la instalación de bases estadounidenses en Brasil o acceso especial de una de las partes al territorio de la otra.
"No hay razón para que haya cualquier tipo de reacción de otros países", dice Isacson.
El analista Mark Weisbrot, director del Center for Economic and Policy Research, hace una valoración similar.
"No creo que otros países tengan razones para oponerse", dice Weisbrot. "Creo que Brasil no va a firmar este acuerdo sin consultar primero puntos posiblemente polémicos con sus vecinos".
Base
Según fuentes diplomáticas, el documento tiene una cláusula de garantías acordadas por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que garantiza el respeto de los principios de igualdad soberana de los Estados, la no intervención en los asuntos internos y la inviolabilidad territorial.
El miércoles, fuentes del Departamento de Estado estadounidense subrayaron que el pacto que se firmará la próxima semana no tiene nada que ver con una posible alianza entre ambos países en la lucha contra el tráfico de drogas.
La semana pasada, durante una visita a Brasil del jefe del Comando Sur de EE.UU. el general Douglas Fraser, se anunciaron planes de la Policía Federal de Brasil de instalar un centro de recogida de información en Río de Janeiro.
Esa noticia generó especulaciones sobre la posible instalación de una base militar de EE.UU. en territorio brasileño. Fuentes diplomáticas de ambos países negaron estos rumores.
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