Nos mudamos a Dossier Geopolítico

8 de mayo de 2010

Uranio Empobrecido





En el mes de abril, el premio Novel de la Paz y Presidente de USA, el Sr. Barak Hussein Obama convoco en Washington, a una reunió de los países con capacidad tecnológica en energía nuclear del globo, (Cumbre sobre Seguridad Nuclear) para llegar a un acuerdo sobre la “seguridad” de los residuos y armas nucleares y que las mismas no cayeran en manos de “terroristas internacionales”, o de los países identificado por EE.UU. como integrantes del “eje del mal”, que no logren obtener esas capacidades, pero nada se regulo o elimino de la producción de armas de destrucción masivas como son las que uso y usa EE.UU. con gravísimas consecuencias en la raza humana, el siguiente informe aclara sobre la peligrosidad de las mismas y del ocultamiento de las consecuencias de su utilización que realiza la potencia mundial y sus aliados. Ya hubo cuatro guerras nucleares silenciadas (dos en Irak, otra en Afganistán y otra Federación Yugoslava, se han arrojado 800 toneladas uranio empobrecido representan 83 bombas de Hiroshima) CPM





¿Qué es el uranio empobrecido?



ARGOS: MARZO 14 DE 2010…



El uranio empobrecido es un residuo obtenido de la producción del combustible destinado a los reactores nucleares y las bombas atómicas. El material que se utiliza en la industria civil y militar nuclear es el uranio U-235, que es el isótopo que puede ser fisionado.



Como este isótopo se encuentra en muy bajas proporciones en la naturaleza, el mineral de uranio ha de ser enriquecido, es decir, ha de aumentarse industrialmente su proporción de isótopo U-235. Este proceso produce gran cantidad de desechos radiactivos de uranio empobrecido, así denominado porque está compuesto principalmente por el otro isótopo de uranio no fisionable, el U-238 y una mínima proporción del U-235.



Desde 1977 la industria militar norteamericana emplea uranio empobrecido para revestir munición convencional (artillería, tanques y aviones), para proteger sus propios tanques, como contrapeso en aviones y misiles Tomahawk, y como componente de aparatos de navegación.



Ello es debido a que el uranio empobrecido tiene unas características que lo hacen muy atractivo para la tecnología militar: en primer lugar, es extremadamente denso y pesado (1 cm3, pesa casi 19 gramos), de tal manera que los proyectiles con cabeza de uranio empobrecido pueden perforar el acero blindado de vehículos militares y edificios; en segundo lugar, es un material pirofórico espontáneo, es decir, se inflama al alcanzar su objetivo, generando tanto calor que provoca su explosión.



Después de más de 50 años de producción de armas atómicas y de energía nuclear, EEUU tiene almacenadas 500.000 toneladas de uranio empobrecido, según datos oficiales. El uranio empobrecido es también radiactivo y tiene una vida media de 4,5 mil millones de años.



Por ello, estos desechos han de ser almacenados de forma segura durante un período de tiempo indefinido, un procedimiento extremadamente caro. Para ahorrar dinero y vaciar sus depósitos, los Departamentos de Defensa y de Energía ceden gratis el uranio empobrecido a las empresas de armamento nacionales y extranjeras.



Además de EEUU, países como Reino Unido, Francia, Canadá, Rusia, Grecia, Turquía, Israel, las monarquías del Golfo, Taiwan, Corea del Sur, Pakistán o Japón compran o fabrican armas con uranio empobrecido.



Cuando un proyectil impacta contra un objetivo el 70% de su revestimiento de uranio empobrecido arde y se oxida, volatilizándose en micropartículas altamente tóxicas y radiactivas. Estas partículas, al ser tan pequeñas, pueden ser ingeridas o inhaladas tras quedar depositadas en el suelo o al ser transportadas a kilómetros de distancia por el aire, la cadena alimenticia o las aguas.



Un informe técnico de 1995 del Ejército norteamericano señala que "si el uranio empobrecido penetra en el cuerpo tiene la potencialidad de provocar graves consecuencias médicas. El riesgo asociado es tanto químico como radiológico".



Depositados en los pulmones o los riñones, el uranio 238 y los productos de su degradación (torio 234, protactinio y otros isótopos de uranio) emiten radiaciones alfa y beta que provocan muerte celular y mutaciones genéticas causantes, al cabo de los años, de cáncer en los individuos expuestos y de anormalidades genéticas en sus descendientes.



En sus 110.000 ataques aéreos contra Iraq, los aviones A-10 Warthog de EEUU lanzaron 940.000 proyectiles con uranio empobrecido, y en la ofensiva terrestre sus tanques M60, M1 y M1A1 dispararon otros 4.000 proyectiles también revestidos de uranio. Se estima que en la zona hay 300 toneladas métricas de desechos radiactivos, que podrían haber afectado ya a 250.000 iraquíes.



Tras la Guerra del Golfo, investigaciones epidemiológicas iraquíes e internacionales han permitido asociar la contaminación ambiental debida al empleo de este tipo de armas con la aparición de nuevas enfermedades de muy difícil diagnóstico (inmunodeficiencias graves, por ejemplo) y el aumento espectacular de malformaciones congénitas y cáncer, tanto en la población iraquí como entre varios miles de veteranos norteamericanos y británicos y en sus hijos, cuadro clínico conocido como Síndrome de la Guerra del Golfo.



Síntomas similares al de la Guerra del Golfo se han descrito entre un millar de niños residente en áreas de la antigua Yugoslavia donde en 1996 la aviación norteamericana recurrió también a bombas con uranio empobrecido, al igual que durante la intervención de la OTAN contra la Federación Yugoslava de 1999.





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