Nos mudamos a Dossier Geopolítico

16 de septiembre de 2010

Paradoja: Fadea no levanta vuelo



Por Pablo Esteban Davila


Por estos días, los trabajadores de Fadea (Fábrica Argentina de Aviones) se encuentran protestando sobre la Ruta 20. Denuncian “inactividad” y “vaciamiento”. Y tienen razón. Esta empresa estatal se encuentra vacía. De aviones y de ideas.

Foto: Los obreros reclaman en la puerta de la FADEA



La estatización de Lockheed Martin Aircraft Argentina SA (LMAASA) fue, tal vez, la peor decisión empresaria que tomó el gobierno nacional, un arrebato romántico por recuperar una industria precursora de la Córdoba moderna. Se hizo a las apuradas, con apenas un puñado de buenas intenciones confundidas con algo parecido a un plan estratégico. Nadie tomó nota que producir aeronaves en el siglo XXI no tiene nada que ver con lo que se hacía en los años ’50, ni que el ciclo de desarrollo de un avión moderno (militar o civil) requiere largos procesos de investigación y desarrollo, que exceden a los espasmos entusiastas de algunos funcionarios.



Si Fadea quiere fabricar aviones (al menos, si de honrar su razón social se trata), debería tener en cuenta algunos aspectos. El primero, que no se pueden desarrollar aeronaves sin un mercado objetivo al que ofertarle. El segundo, que para vender aviones es necesario que la política exterior del gobierno acompañe tal pretensión. Tomemos el caso del IA63 PAMPA, el último avión diseñado y producido por la ex Fábrica Militar de Aviones (FMA). Este avión fue concebido con un entrenador avanzado, con posibilidades de ataque al suelo.


En 1993 compitió con buen suceso en la licitación J-PATS (Joint Primary Aircraft Training Sistem) para la USAF, a través de un consorcio formado por FMA y la Vought Aircraft Company. La aeronave fue bien ponderada por los evaluadores, aunque finalmente la decisión se decantó hacia el T-6A Texan II. En el año 2004, LMAASA presentó un proyecto de modernización, denominado AT63 por “Attack - Trainer)”, con características técnicas realmente interesantes. Las innovaciones introducidas auguraban que el Pampa podría ser una vedette en ventas, dado que el mercado internacional (y especialmente el latinoamericano) necesitaba con urgencia renovar sus aeronaves de entrenamiento. También la Armada Argentina había expresado su deseo de adquirir, al menos, 6 Pampas navalizados para reemplazar a sus obsoletos “Xavante”, hoy desprogramados. Sin embargo, ni la Cancillería ni Defensa hicieron nada para ayudar a colocar esta aeronave en el exterior o, tan siquiera, para reforzar la línea de vuelo aeronaval. Dentro de múltiples desaciertos gubernamentales, se perdieron oportunidades interesantes en Colombia e Israel por razones políticas antes que por las características de la máquina.


En paralelo, Embraer con sus “Súper Tucano” (una nave con similares intenciones que el Pampa) no cesaba de colocar órdenes de compra por doquier. Colombia, Chile, República Dominicana y Ecuador, entre otros, se decantaron por el turbohélice brasileño, producido por una empresa privada sustentable y respaldada por la decidida geopolítica del gobierno de Lula Da Silva. ¿Es el Súper Tucano un mejor producto? Probablemente no. La que es mejor es la política aero industrial brasileña, agresiva y consecuente.

Todo esto ocurre en las narices de Fadea, cuyo único plan de negocios parece ser continuar con los contratos de mantenimiento con la Fuerza Aérea Argentina (FAA) que le cediera LMAASA. Sus directivos juran que pronto fabricarán piezas para Embraer, pero tampoco esto se encuentra confirmado. La semana pasada, Horacio Viqueira anunció que podría fabricarse bajo licencia de Finmeccanica (una empresa italiana en dificultades) el entrenador primario SF 260 para reemplazar los venerables B-45 Mentor de la FAA, algo muy parecido a lo que hacía la FMA en la década del ’30 con el Avro Gosport, en una sugerente regresión histórica.


Tampoco se sabe a ciencia cierta si la proyectada modernización de los IA58 “Pucará” se llevará adelante alguna vez (su planta de poder, la turbina francesa Astazou, es obsoleta y con dificultades de mantenimiento), si participará en la modernización de futuros aviones de combate (como se llevó adelante con los A4-AR a finales de los ´90) o si volverá a recorrer aviones Hércules de otras fuerzas aéreas, tal como acontecía un par de años atrás.


Todo está atado con alambre, y se nota mucho.
¿Para qué se estatizó esta empresa? ¿Qué de nuevo podía aportar el Estado nacional, que ya venía de sonados fracasos comerciales en materia aeronáutica (por no hablar de otros fracasos)? Si Lockheed no pudo conseguir contratos de defensa de su propia casa matriz, dado la errática política exterior argentina, ¿por qué ahora podrían obtenerse tratos más ventajosos de otras empresas de escala mundial? Son preguntas sin respuestas.


Muy probablemente, en los próximos días, Fadea continúe anunciando faraónicos proyectos para calmar la incertidumbre de sus empleados y evitar que la opinión pública comience a cuestionar semejante improvisación en el uso del dinero de los contribuyentes pero, de momento, no existe ningún indicio que aquellos sean otra cosa que “aero-placebos” destinados a calmar los ánimos. La sensación predominante es que la empresa no sabe como remontar vuelo, todo un verdadero conflicto existencial.

APTA DENUNCIA


LA FUERZA AÉREA ESTÁ LICITANDO LA COMPRA DE UN BANCO DE PRUEBA PARA MOTORES ALLISON DEL HÉRCULES C 130, QUE SE INSTALARÍA EN EL TALLER “DIVISIÓN TURBO” DE ITUNZAINGÓ, CUANDO EL MISMO BANCO CONSTRUÍDO POR EL FABRICANTE, YA EXISTE EN LA FÁBRICA ARGENTINA DE AVIONES (FADEA) UBICADA EN CÓRDOBA


Con fecha 17 de agosto de este año, el Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, ha realizado una Licitación Pública , para adquirir un Banco de Prueba de Motores Allison T-56-A-15, utilizados en el Hércules C 130. La apertura de la Licitación es el 08/09/2010. Los pliegos de licitación son sin cargo, y se adjunta todo tipo de información, incluyendo los planos para la fabricación del motor. El valor base o inicial asignado al mismo es de $ 6.000.000.-, el final o real será sin duda mucho mayor.


Desgraciadamente no se trata de una licitación más, dado que es absolutamente innecesaria. El Banco que la Fuerza Aérea está licitando comprar, ya está operando desde hace tiempo en la planta de FADEA en Córdoba, construido por su fabricante, Allison.


Con lo cual, la Fuerza Aérea está cometiendo un grave perjuicio al erario público, al pretender gastar injustificadamente millones de dólares. Como socavando la fuente y puestos de trabajo de la nacionalizada fábrica de aviones FADEA. Al vaciarla productivamente, estaría favoreceriendo a un taller privado ubicado en la Provincia de Buenos Aires: DIVISIÓN TURBO SRL, Av. Perón 9554. Acceso Oeste 1714, Ituzaingo, Pcia. de Bs. As. Cabe destacar, que la argentinizada FADEA podría con el Banco para Motores Allison que posee, satisfacer la demanda de tareas internas para aviones Hércules C 130, y también la extranjera, Compitiendo con Rolls Royce Brasil.


La pregunta es, si la Fuerza Aérea obra con desmedida incompetencia desconociendo la existencia del Banco instalado en la fábrica de aviones de Córdoba, el cual quiere volver a comprar y duplicar. O, decidida mala fe, saboteando una fábrica argentina nacionalizada por el actual gobierno a través del Ministerio de Defensa, del cual depende la Fuerza Aérea, en beneficio de un taller de motores privado, cuyos propietarios son aún desconocidos para APTA.


La respuesta se puede obtener, a través de los antecedentes de la Fuerza Aérea respecto de FADEA. Por ejemplo, desde principio de año está enviando a DIVISIÓN TURBO, con la complacencia del Directorio de FADEA, donde también hay representantes del Ministerio de Defensa, a remotorizar motores de los aviones Pucará y Pampa. Para compatibilizarlos con la nueva normativa aeronáutica del MERCOSUR. Esos motores, se han procesado durante décadas en la fábrica de aviones de Córdoba, la cual posee el equipamiento y habilitaciones necesarias, para efectuar las referidas remotorizaciones.


También se encuentra en FADEA desde hace más de un año y medio un avión Hércules C 130, el cual no se puede terminar de reparar porque faltan repuestos indispensables para el mismo. Según los delegados del Ministerio de Defensa en FADEA, porque la Fuerza Aérea no los envía. Con lo cual, de ser esa versión veraz, estaríamos en el país ante una gravísima crisis institucional: la FF.AA no estaría acatando órdenes del Ministerio de Defensa y del Poder Ejecutivo, al que constitucionalmente debe estar subordinada.


Estas gravísimas anomalías ponen en muy grave riesgo la subsistencia de FADEA. A la cual entre el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea, están vaciando de trabajo y posibilidades productivas. Al tercerizar tareas que perfectamente se pueden desarrollar en la fábrica de aviones de Córdoba. O, al duplicar compras de equipamiento industrial millonarias en dólares, como el Banco de Prueba mencionado. Siempre con el mismo fin, beneficiar a un taller particular en desmedro de FADEA.


Es por lo tanto, inadmisible e imperdonable, la complicidad al respecto por acción y/u omisión de todo el Directorio de FADEA. Complicidad indispensable, para posibilitar la concreción de las muy serias irregularidades contra la fábrica, antes denunciadas.



La Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, como ha sido siempre su conducta sindical bajo mi conducción, no cejará en su lucha sindical tanto en Córdoba como en todo el país, por la recuperación de la industria de fabricación aeronáutica nacional; la preservación y el desarrollo de FADEA, junto con la de todos sus puestos de trabajo.


APTA NO DEJARÁ DE DENUNCIAR Y DE PELEAR, HASTA QUE EL DISCURSO NACIONALISTA E INDUSTRIALISTA DEL GOBIERNO NACIONAL AL RECUPERAR FADEA SEA UNA REALIDAD.


Y NO MÁS DE LO MISMO QUE LOCKHEED.


A PARTIR DE LA FECHA, APTA CÓRDOBA SE HALLA EN ESTADO DE ALERTA Y MOVILIZACIÓN.







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