Nos mudamos a Dossier Geopolítico

13 de agosto de 2011

CRISIS GLOBAL



Después de la violencia, las preguntas: ¿Qué viene? ¿Hacia dónde vamos?



1 semana después del inicio de los disturbios, varios centenares de personas salieron a las calles del barrio de Tottenham con pancartas "Un futuro para nuestros hijos" y "Lucha por un trabajo". Más del 50% de la población británica ha perdido la confianza en el 1er. ministro, David Cameron, después de la ola de violencia callejera, según el diario The Independent. Pero ¿cuál es el fondo de lo que pasa?



Urgente24. Es enorme la tarea que tiene por delante el gobierno británico, destrozado en las encuestas luego de una ola de protestas que bien pueden repetirse, pero con contenido mucho más reivindicativo en lo social.



La violencia multitudinaria tiene un trasfondo socioeconómico que ni Scotland Yard ni los jueces podrán resolver. Ellos deben asumir su responsabilidad (todo crimen merece castigo) pero eso no alivia la responsabilidad de los dirigentes de ir más allá de la coyuntura.



Y hay protestas en varias otras capitales europeas, además de Londres. La cuestión de fondo es la crisis económica, que aniquila el modelo de Estado de bienestar sobre el que se construyó la Europa no comunista durante la Guerra Fría, y cuando ésta terminó.



Los modelos han caído. El Reino Unido, que gracias a USA le podía dar la espalda a la Eurozona, ahora ya no puede contar con USA y busca un lugar en una Europa con gravísimos problemas presentes y futuros.



Aquí algunos recortes.



Javier González en El Mundo, de Madrid:



"La resaca de la 'belle epoque' del siglo XXI se paga ahora. Desde Alemania a Grecia, pasando por España, Portugal y Francia, la segunda fase de la crisis económica ha supuesto un 'tijeretazo' en los servicios públicos, más impuestos y reformas como el retraso de la edad de jubilación.




Tras los años en los que hogares y empresas se endeudaron el doble que crecía el Producto Interior Bruto (PIB), toca estrechar el cinturón. Mientras, las administraciones públicas, también endeudadas, apenas tienen margen para estimular a unas economías que apenas despegan tras la recesión de 2009.




Desde el copago sanitario a la supresión de ayuntamientos, estos son los ajustes, país por país.



> España, queda mucho por pagar



El endeudamiento total privado, incluidos bancos, se ha disparado en las últimas décadas. De representar un 88% del PIB en 1990 se elevó al 133% en 2000 y al 310% a mediados de 2009, según un informe de la consultora McKinsey.




Sin tener en cuenta la banca, la deuda de hogares y empresas se elevó del 119% al 228% la pasada década. Y a ello se suma la deuda pública, un 60,1% del PIB a finales de 2010, según Eurostat.



Para encauzar las cuentas públicas, el Gobierno emprendió a partir de mayo de 2010 una dura senda de ajustes (...)




Para cambiar el sistema económico, el Ejecutivo emprendió una reforma laboral que abarató el despido con la generalización del contrato de fomento del empleo; retrasó gradualmente la edad de jubilación de 65 a 67 años a partir de 2007; llevó al Congreso la reforma de la negociación colectiva; y emprendió en 2008 una transformación de las cajas de ahorros para despolitizarlas que aún no ha acabado.



Las reformas no han convencido del todo a los mercados y los organismos internacionales. La Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional piden una subida mayor del IVA y otros impuestos, una reforma del mercado laborál más profunda y finiquitar la transformación del mapa financiero, entre otras medidas.




Otro debate abierto es el de los municipios. Sólo un 8% de las 13.456 entidades locales censadas en 2008 rindieron ese año sus presupuestos dentro del plazo legal.



> Italia, las mayores deudas públicas del mundo



La deuda privada italiana, incluida la bancaria, se disparó del 128% del PIB del año 2000 al 206% del PIB a mediados de 2009, según McKinsey. Sin contar con el endeudamiento del sistema financiero, sólo hogares y empresas, apenas superó el 120% del PIB en 2010. Sin embargo, el verdadero problema es la deuda pública, un 119% del PIB, una de las mayores del mundo.




El Gobierno de Silvio Berlusconi ha anunciado un nuevo plan de ajuste de € 45.000 millones entre 2012 y 2013 que incluye la supresión de 36 de sus 110 provincias y 1.500 ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes. En total, 50.000 cargos públicos menos.




Otras medidas son reintroducir el copago sanitario, pagando 10 euros por visita a médicos especialistas y 25 euros por urgencias que no requieran el ingreso hospitalario; adecuar la edad de jubilación a las expectativas de vida (actualmente 65 años para hombres y 60 para mujeres); tasas sobre depósitos bancarios y limitar el uso de vuelos de Estado y un tope de 1.600 centímetros cúbicos de cilindrada para vehículos públicos.



> Grecia, la depresión



Rescatado en dos ocasiones por la eurozona, el FMI e incluso sus bancos acreedores, la deuda pública del país de la Hélade alcanzó el 142,8% del PIB en 2010, frente al 110% del endeudamiento de sus hogares y empresas.




Las medidas de ajuste han provocado que su economía se desplome en una dura recesión y que sus ciudadanos hayan celebrado casi dos decenas de huelgas generales desde mayo de 2010.




Uno de los principales focos ha sido la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos. Por ejemplo, miles de familias cobran pensiones de familiares muertos.




Las medidas impuestas a Grecia incluyen elevar la edad media de de jubilación de 61,4 a 63,5 años; privatizar hasta € 50.000 millones de activos públicos; recortes de un 20% de los salarios públicos; congelación de pensiones; y subidas del IVA, del 13% al 23% en el caso de la hostelería, entre otras medidas.




Otra medida fue la supresión de dos tercios de los ayuntamientos griegos, de 1.034 a 355, para ahorrar 1.185 millones de euros centralizando la gestión en aquellos de más de 10.000 habitantes.



> Francia, más ajustes



Los hogares y empresas franceses debían algo menos del 180% del PIB en 2010, cuando en el año 2000 este endeudamiento era del 119%.




El presidente galo, Nicolas Sarkozy, prepara nuevas medidas para recortar el déficit en € 45.000 millones en los próximos tres años. Antes ya aprobó aumentar en un 1% los impuestos a las rentas altas y el incremento de la edad de jubilación de 60 a 62 años, de 65 a 67 para percibir la pensión máxima, lo que provocó grandes huelgas en el país en 2010.



> Alemania, la austeridad



Desde la reunificación de las dos Alemanias en 1991, el endeudamiento de hogares y empresas (sin incluir bancos) se elevó del 99% del PIB de ese año a estabilizarse en torno al 120% en 2010. La deuda pública, por su parte, representó el 83,2% del PIB el pasado año.




El Gobierno de Angela Merkel planea reducir el déficit público en € 80.000 millones a partir de 2014. Entre otras medidas, Berlín prevé suprimir 10.000 empleos del Gobierno en cuatro años, reducir sus sueldos un 2,5%; eliminar las ayudas por hijo para los desempleados; y aumentar los impuestos a las empresas nucleares.




Además, justo antes de la crisis, Berlín decidió elevar la edad de jubilación a 67 años a partir del año 2029.



> Portugal, la crisis continúa



El tercer país de la eurozona en ser rescatado, en este caso con € 78.000 millones, tenía una deuda privada (sólo hogares y empresas) del 240% del PIB en 2010, según el estudio de Morgan Stanley, mientras que sus administraciones públicas debían un 93% del PIB, según Eurostat.




Sus últimas medidas de austeridad han sido elevar el IVA de la luz y el gas del 6% a 23%. No han sido las únicas: los mayores sueldos del sector público se han reducido un 5%, incluidos los de los políticos; se han reducido las prestaciones por desempleo; la inversión en obra pública, incluidas conexiones de alta velocidad, se ha suspendido; y se han privatizado activos públicos como la eléctrica EDP y la aerolínea TAP.



> Reino Unido, el recorte de la posguerra



El segundo centro financiero del mundo ha visto como la deuda de sus empresas y hogares se elevó del 132% del PIB en 1990 al 213% en 2009. Y ello no incluye el endeudamiento de sus bancos, un 194% del PIB hace 2 años, y de sus administraciones públicas, un 80% en 2010.




Por ello, Londres se vio obligado ha emprender el mayor recorte del gasto público desde la Segunda Guerra Mundial, unos € 95.000 millones en cuatro años. El plan incluye suprimir 490.000 empleos públicos, reducir un 19% de los presupuestos de los ministerios, elevar la edad de jubilación de 65 a 66 años a partir de 2020; y subir el IVA del 17,5% al 20%, entre otras medidas.



Irlanda, el agujero bancario



El segundo país del euro en ser rescatado era el que tenía el sector privado más endeudado en 2010, más de un 300% del PIB sin tener en cuenta a sus nacionalizados bancos, claves del hundimiento económico. La deuda pública, el 96,2% del PIB tras inyectar € 46.000 millones en sus entidades.




Las medidas de austeridad incluyen recortes del 5% de los salarios públicos; despido de 24.750 funcionarios; subida del IVA y las tasas universitarias; reducción del salario mínimo, y la ampliación progresiva de la edad de jubilación de 66 a 68 años; entre otras.




El Gobierno estudia acceder a las exigencias europeas y elevar su impuesto de sociedades, actualmente en el 12,5%, que supone una ventaja competitiva para atraer empresas."!



El pedido



En este contexto, y luego de las dramáticas jornadas que ha vivido la economía de la Unión Europea esta semana, con Francia como nuevo protagonista y las Bolsas es una caída libre que solo pudo ser frenada por la adopción de medidas contra la especulación por parte de varios países de la Unión, sigue generando debate en el seno de Europa.



Ahora ha sido el ministro de Finanzas de Reino Unido, George Osborne, quien ha defendido en la BBC, una mayor unidad fiscal europea para luchar contra la crisis. La declaración es un cambio de postura significativo por parte de un país siempre reacio a intensificar este tipo de políticas y que no forma parte del euro.



Osborne ha asegurado que una mayor integración fiscal era inevitable desde los inicios del euro. Preguntado si algún tipo de unión fiscal entre los países del euro era la forma de luchar contra la crisis y evitar su extensión, el titular de Economía británico ha asegurado que sí y que una de las razones por las que él y otros estaban en contra de la integración de su país en la modena única es la ausencia de esta política común en materia fiscal.



"Un euro inestable es una noticia terrible para nosotros", ha asegurado Osborne, quien a principios de mes ya pidió a los países de la eurozona la creación de eurobonos para luchar contra la crisis fiscal y los problemas de financiación, idea que ha recuperado el ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, quien cree que es la mejor solución para evitar que la crisis se extienda.



Asia



La economía mundial ha entrado en una "nueva y peligrosa fase", dijo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.



En una entrevista que él concedió al semanario australiano Weekend Australian, él cree que lo más peligroso para la economía es la crisis de la deuda de los países europeos e insta a que reaccionen rápidamente.



A pesar de la caída de la calificación de la deuda de USA, que causó el pánico de los mercados, Zoellick (quien es estadounidense y fue funcionario de George Bush), cree que la crisis de la deuda de los países europeos es por el momento la más preocupante.



Con Grecia y Portugal acosados por la deuda y otros países amenazados, no es sólo la economía de la zona euro la que está amenazada, sino también la propia existencia de la moneda, expresó Zoellick.



"Estamos en el comienzo de una nueva tormenta, diferente a la crisis de 2008. En las últimas dos semanas, hemos pasado de una difícil recuperación a una fase nueva y más peligrosa", ha explicado. "La lección de 2008 es que mientras más esperamos, más severas han de ser las medidas".



Más allá de las consecuencias financieras inmediatas, Zoellick estima que esta crisis provocaría cambios en el equilibrio de poderes en el mundo. Para él, esta crisis significa pasar el poder económico de Occidente a China.



Para él, una devaluación del yuan ayudaría a moderar la inflación, aunque a la vez se volverían más baratos los productos chinos en el extranjero.



Y él no lo dice -y es raro semejante ignorancia en el funcionario- pero mermaría la calidad de vida del ciudadano chino, justo cuando China desea incrementar el poder de compra para, además, fortalecer su economía doméstica ante los problemas exteriores.



La reivindicación



Carmen Serna describió que ocurre en Londres en la mañana del sábado 13/08, para El Mundo, de Madrid:


http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/13/internacional/1313214035.html



"Con carteles bajo el lema 'Lucha por un trabajo', 'Los verdaderos saqueadores son los bancos', 'Culpa a los 'tories', no a nuestros hijos' y el que ha encabezado la marcha flanqueado por una veintena de niños, 'Dad a nuestros hijos un futuro', varios centenares de personas han transitado por el barrio londinense de Tottenham.




Además de madres con sus pequeños, jóvenes con bici, estudiantes, personas mayores, blancos, negros, asiáticos y una legión de periodistas han acudido a una manifestación que se ha celebrado justo una semana después de que se produjeran los disturbios que han terminado con más de 1.600 detenidos en todo el país.




También los dueños de los establecimientos comerciales han salido a la calle en señal de apoyo. Una de las arterias principales de la zona ha quedado cortada por los asistentes, que se habían congregado en primera instancia en el corazón de Dalston, a mitad de camino entre Hackney y Tottenham.




Al final del recorrido ha quedado habilitado un estrado en el que los participantes han podido expresar sus opiniones, dando lugar a una asamblea participativa similar a las celebradas por el Movimiento 15M. Y no sólo por la 'escenografía', sino también por la adopción del lenguaje de gestos popularizado por el colectivo de 'indignados'.




"Vengo de Alemania y quiero daros las gracias por vuestra revolución, una revolución que se inició en Oriente Próximo y que ya está en Occidente. Sabemos quienes son los responsables de esto: la violencia policial y el Gobierno. Lo que la gente necesita es trabajo", ha declarado un manifestante.




Los asistentes han querido dejar claro que la violencia no es el medio para llegar a nada y menos a lo que ellos piden: una revolución. El acto ha arrancado con un alegato en el que los organizadores han subrayado que el trasfondo de todo cuanto ha acontecido en los últimos días "es una cuestión de nación, no una cuestión de raza".




Sue, de 60 años, ha confesado que decidió acudir porque cree que "es la única forma de contribuir a mejorar la comunidad. Los jóvenes tienen derecho al trabajo y se lo están quitando".




Por su parte, Sarah, de 22 y empleada en uno de los movimientos de apoyo a los jóvenes, ha explicado que estaba aquí "porque me importa la gente. La solución no es más Policía ni recortes, sino más trabajo y educación".




Por lo demás, se ha logrado el objetivo de los organizadores de llegar al centro de Tottenham para reclamar también justicia por la muerte de Mark Duggan, el joven negro que falleció hace nueve días en un enfrentamiento con la justicia. Todavía no se ha conocido el informe completo sobre su muerte aunque ya se sabe que recibió un tiro en el pecho de la pistola de un agente y que la suya no fue disparada.




En el corazón del mencionado barrio, y casi a la misma hora, una protesta pacífica, como la que hoy han convocado los vecinos, terminó con incendios, saqueos y una noche de disturbios en Tottenham, después de que un grupo de jóvenes tomaran el 'relevo' a los que pedían a las autoridades británicas justicia por esta muerte.




En una de las reuniones previas para establecer las líneas de actuación de los vecinos de esta zona, uno de los organizadores ya explicaba algunas de sus quejas: "Los políticos no nos representan y de hecho, sólo nos están haciendo caso porque se han extendido las protestas, si no, no harían nada", aclara.




Sus quejas no son sólo económicas, de cohesión social, de recortes de prestaciones sociales que pueden expulsar del sistema todavía más a un barrio deprimido. Sus quejas son también de representación y de pertenencia a un sistema del que no se sienten parte la mayoría del tiempo.




"No defendemos la violencia con la que ha actuado alguna gente pero han dado la imagen de que todos nuestros jóvenes son criminales, violentos y vándalos y no es así. Lo único que les asusta es perder el control de su sociedad, por eso, la única solución para ellos es más control y más policía", recrimina otro de los participantes.




En todo el discurso hay un "ellos" del que ninguno de los vecinos que ha acudido al centro social para intentar planificar una estrategia de lucha pacífica parece formar parte. "Ellos nos estigmatizan", "ellos obligan a nuestros jóvenes a identificarse varias veces al día por la calle", "ellos han provocado una crisis que no vamos a pagar nosotros". (...)".



Fuente: http://www.urgente24.com/noticias/val/12677/ficha.html





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